Stefani defendió la política exterior del Gobierno de Mauricio Macri en relación a Malvinas

En un extenso escrito, el diputado por Cambiemos Héctor Stefani defendió el “acuerdo diplomático” conocido como Foradori – Duncan, celebrado hace dos años y que propició el mayor de los repudios por parte de la gran mayoría de los actores políticos fueguinos. También criticó a los medios que manipulan la información y critican la política exterior de Mauricio Macri.

Río Grande.- El diputado Héctor Stefani publicó un extenso escrito en el que defiende el polémico ‘acuerdo’ Foradori – Duncan.

Sin ir más lejos y con motivo del segundo aniversario del encuentro entre representantes de Argentina y Gran Bretaña, el Municipio de Río Grande recolecta firmas en rechazo al encuentro, mientras que el Gobierno de Tierra del Fuego convoca a un coloquio con especialistas en relaciones internacionales para el día de mañana, y el Centro de Veteranos de Guerra invita a los vecinos a manifestar su descontento a través de un banderazo.

Pero Stefani, por el contrario, defendió el “acuerdo” y criticó a los medios de comunicación que “manipulan” a la opinión pública, dejando en claro que la posición en política exterior del Gobierno de Mauricio Macri es la correcta, ya que la cuestión Malvinas “no se resuelve con chicanas o prohibiendo el amarrar buques ingleses”.

El escrito: “Con las Malvinas no”

Deben ser muy pocos los argentinos que no tienen a las Malvinas y todo lo que ocurre en los medios alrededor de ellas presente. Cuando se trata de temas tan sensibles para todos, el manejo de la buena información, la corroboración de datos y el compromiso de comunicar bien deviene en sustancial. Se trata de ética, valores y compromiso.
Entender y poder separar algunos conceptos es vital para comprender que es lo que está sucediendo. Como en la política, en las relaciones internacionales no todo es lo mismo. Por eso, como un candidato no es la gente y un partido no es el Estado, un tratado no es lo mismo que una cumbre.
En estos días leí y escuché como llamaban Acuerdo a aquellas declaraciones que no eran más que un comunicado conjunto producto de un encuentro diplomático entre nuestro entonces Vicecanciller Foradori y el Ministro Duncan que, como es lógico, se revisaron los temas de nuestra mutua agenda bilateral y plantear una nueva estrategia en torno a Malvinas resulta ineludible. En un comunicado conjunto no existe siquiera el establecimiento de obligaciones, no tiene carácter vinculante y mucho menos firma. Es necesario desmentir esto.
Lo primero que tenemos que saber es que desde el fin de guerra se han dado una serie de encuentros y acuerdos que crearon la fórmula de soberanía. El acuerdo de Madrid I y II y la Declaración Conjunta de 1999 establecen el Paraguas de Soberanía, que nos protege y permite la cooperación entre ambos Gobiernos en temáticas como vuelos, pesca e hidrocarburos sin que esto implique reconocer la soberanía del otro sobre las Islas Malvinas ni como un cambio de posición en torno a la misma. Aquí es importante un principio del derecho internacional: pacta sunt servanda, esto significa que lo pactado obliga y por tanto los Acuerdos de Madrid no pueden no cumplirse. Es una línea que ninguno de los dos puede romper.
Al aplicarse esto al Comunicado Conjunto, que por cierto se lo menciona de forma explícita, significa que nada de lo que se mencione en él implica un cambio en la posición de la República Argentina en torno a la soberanía sobre Malvinas.
Bajo esta fórmula, Gobiernos de las más distintas ideologías incluido el de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, han mantenido la misma posición en torno a Malvinas como una política de Estado. Desde el 65 ́en adelante no han cambiado los principios básicos, cambian los énfasis y los estilos, pero siempre para llegar a un mismo fin, la recuperación de las Islas.
Los argentinos tenemos que entender que la cuestión no se resuelve con chicanas o prohibiendo amarrar barcos ingleses en nuestros puertos, no. Se resuelve en el ámbito bilateral con el Reino Unido y multilateral, en ONU, OEA y otros foros.
Es decir que desde lo bilateral se trata de reconstruir un clima de confianza progresivo de modo de generar a mediano plazo las condiciones necesarias para poder discutir la condición de soberanía. Mientras que en lo multilateral se trata que la comunidad internacional reconozca que hay una disputa de soberanía y reconozca que el derecho sobre las Islas es nuestro.
Precisamente, este Gobierno ha reiniciado las negociaciones bilaterales después de 14 años, y en los ámbitos multilaterales se ha mantenido la posición tradicional siempre bajo el inquebrantable paraguas de soberanía.
También he escuchado el reclamo ante la participación de isleños en, por ejemplo, el subcomité de pesca reunido este año. La realidad es que ellos han participado desde el 71 ́ ¿Por qué no lo denunció Néstor Kirchner o Cristina Fernández de Kirchner? Porque siempre han participado, pero como parte de la delegación británica y no como “pueblo”. Esto es una disputa bilateral pero como bien dice nuestra Constitución, hay que tener en cuenta su modo de vida y es por esto que participan.
En cuanto al establecer vuelos adicionales con escala en Argentina Continental y la conservación de recursos pesqueros en el Atlántico Sur incluido en la Declaración Conjunta sobre Conservación de Recursos Pesqueros de 1990, que fue reactivado este año, ¿Sabías que Cristina Fernández de Kirchner buscó una estrategia parecida en el año 2012 y que esto fracaso precisamente por la mala relación que se tenía en ese entonces con el Reino Unido? Lo que ella quería estaba bien, pero lo que fallo fue el método.
A través de un análisis conjunto se llegó en 2016 a establecer un vuelo adicional, en donde inevitablemente tiene que tener al menos 2 escalas en territorio continental y esto es importante porque la posta la tenemos nosotros. Nosotros damos el permiso para que esos vuelos pasen por nuestro territorio, sin nuestra autorización esto vuelos no podrían ser.
Si nos referimos a la pesca, lo único que hay es un comité dedicado a la conservación de las especies, donde se trata de acordar cuando abrir y cerrar la temporada y por ejemplo el máximo de captura, pero no temas administrativos. No estamos dando rienda suelta a que pesquen cuanto quieran. Eso es otra mentira.
En el tema hidrocarburos se mantiene la legislación vigente, todo permiso de exploración y explotación en la plataforma debe ser con legislación argentina y establecer sanciones. Esto sigue igual.
Como ciudadanos comprometidos con nuestra causa Malvinas, debemos estar a la altura de no dejarnos manipular por los medios para tirar piedras al camino utilizando algo tan sensible para todos nosotros. El tenor que se le atribuye al Comunicado Conjunto es erróneo y no es vinculante. No nos dejemos engañar ni dejemos que politicen nuestra historia para jugar con la memoria de nuestros caídos y hacer de ellos banderas partidarias.
La Cuestión Malvinas nunca va a dejar, pese a los intentos manipulativos de algunos medios, de ser uno de los pilares fundamentales de nuestra política exterior y de todo el arco político: una verdadera política de Estado. Lo único que puede variar es la estrategia, la hostilidad y la capacidad de relacionarnos. Nosotros vinimos a cambiar, a crear condiciones más idóneas para resolver la disputa, y a avanzar en la recuperación de las Islas en equipo.

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