“La empresa no terminó de instalar los refuerzos a causa de la rotura de una máquina”

El comandante del cuartel de bomberos de Ushuaia, Hugo Canseco, reveló fallas de la empresa en el derrumbe del muro de contención de la obra del edificio del Superior Tribunal de Justicia. Fue a raíz de la rotura de una máquina, por la que no terminaron de instalar los refuerzos. Aseguró que no cedió por presión de la tierra, sino por no haberse completado esa obra como correspondía, según se lo informó el director de la obra. El principal damnificado fue Carlos Henninger, que debió autoevacuarse ante el riesgo que corrió su vivienda. Perdió todo el jardín, con árboles de casi 30 años de antigüedad y plantaciones frutícolas.

Río Grande.- El comandante del cuartel de bomberos de Ushuaia, Hugo Canseco, dio a conocer por Radio Nacional Ushuaia fallas de la empresa en el derrumbe del muro de contención de la obra del edificio del Superior Tribunal de Justicia, tras ponerse en contacto con el responsable la misma noche de los hechos.

El martes alrededor de las 18 se logró obtener la filmación de la caída del muro, que se viralizó por las redes sociales, y se sucedieron explicaciones poco claras de parte del director de infraestructura del Poder Judicial, ingeniero Juan Avellaneda, sobre la responsabilidad de la UTE conformada por la empresa Cóndor S.A. y Gada S.A., adjudicatarios de la licitación.

Avellaneda había expresado que solamente colapsó “el 3% del muro” y era “una porción muy chiquita”. Respecto de los motivos, argumentó que “en este tipo de accidentes suele haber una multiplicad de causas, por lo menos tres, y en este momento no estamos abocados a ver qué fue lo que falló sino que trabajamos para preservar el talud de manera tal de garantizar seguridad a los linderos”.

Sin embargo la misma noche del colapso del muro, se hizo presente personal de bomberos en la obra, y el propio comandante del cuartel, Hugo Canseco, recibió del director de dicha obra las explicaciones de la falla.

Mientras Avellaneda afirmaba al día siguiente del colapso que “todavía no tenemos una idea clara de por qué falló”, la noche anterior, precisamente “alrededor de las 10 de la noche” –del martes- Canseco concurrió al lugar “para ver el panorama de esta situación y nos encontramos con el director de la obra. La vimos por dentro, vimos los muros de contención, y lo que explicó el director de la obra fue que se les rompió una máquina y no pudieron terminar con el muro, por eso terminó cayendo por su propio peso”.

“No es que el muro cayó por la presión de la tierra, sino que no tenía los refuerzos que van en forma horizontal, porque no se pudieron cumplimentar por la rotura de una máquina”, explicó el comandante.

Agregó que el director de la obra le manifestó que “era un hormigón de ocho días”, y que había preocupación “por la casa que está arriba –que pertenece a Carlos Henninger-. Es una vivienda que tiene una fundación muy importante, zapatas a nueve metros de profundidad, y debajo de ese mismo terraplén hay un edificio”, describió.

Aclaró que si bien el muro no cayó por presión de la tierra sino por no haberse colocado los refuerzos correspondientes, “obviamente cuando cae ese muro hay un desprendimiento de la tierra que estaba conteniendo”, por lo que planteó un riesgo de derrumbe que, oficialmente, se había negado.

Reiteró que “por lo que nos explicaron técnicamente, no es que ese muro de contención falló porque la tierra lo empujó, sino que falló porque a la empresa le faltó terminarlo”, y explicó que debía llevar “unos pernos de hormigón de diez metros que van clavados en la tierra y esto no se pudo cumplimentar por la rotura de una máquina”.

Advirtió que el riesgo permanecía porque “es un suelo muy inestable, al ser arcilla y, en caso de lluvia con un componente como el agua, es una baba. Este muro tiene un gran componente de este elemento y hay algunos mantos de arena. Nosotros volvimos a las 2 de la mañana y estaba estable, pero obviamente hubo movimiento de tierra”, sostuvo.

También opinó sobre la decisión de Carlos Henninger de autoevacuarse y dijo que “se lo sugirió la empresa”, y que “no podían quedarse en un casa que tal vez tiene riesgo de derrumbe”.

 

Se perdió todo el jardín

 

Por su parte Carlos Henninger, propietario de la vivienda que aparece de fondo en todas las imágenes, expuso su malestar por las consecuencias que tuvo que pagar y, si bien la vivienda no sufrió daños de importancia, cayó todo el jardín que hace muchos años venía cultivando y manteniendo, y formaba parte del lote de su propiedad que se vio afectado.

Por Radio Provincia, relató la preocupación que lo llevó a autoevacuarse: “No hubiera podido dormir ante cualquier ruido que marcara que seguía el alud. Mi técnico inspeccionó la casa y encontró una pequeña fisura en una de las bases, pero aparentemente no es grave. Ahora hay que ver cómo terminan de sacar los escombros y ver si el suelo va a seguir cediendo, porque quedó una parte colgada que no se desprendió”, dijo.

Si bien el inmueble no sufrió daños, sí los hubo en el lote. “Este no es un suelo natural sino que tiene un agregado de arcilla de hace 30 años. Cuando tuve que hacer mi casa, tuve la suerte de tener buenos técnicos y se hicieron perforaciones de 10 y 12 metros, para pasar la zona arcillosa y llegar al suelo natural con las bases, pero la parte no construida se fue desmoronando. Ya me habían advertido que estaban socavando mi casa y se iba a caer todo”, recordó de lo que le decían vecinos y allegados.

“El común de la gente tenía un criterio y no sé qué habrán dicho los profesionales, pero el resultado está a la vista. Yo padecí durante meses el taladro que hizo las perforaciones. Fue imposible pasar un día tranquilo durante meses. Ahora estoy esperando las propuestas para ver cuál es la seguridad que le van a dar a mi casa y a mi lote”, reclamó.

“Mi casa tiene cimientos de 10 ó 12 metros, pero si cede el terreno queda colgada. La arcilla con el agua arrastra todo los materiales. Yo me reuní con los responsables de la UTE dos meses antes de que empezaran la obra y pensé que estaban haciendo las cosas a conciencia. Con el derrumbe cedió todo mi terreno, cayeron retamas que tenían 27 años, con un espesor de tronco de casi 20 centímetros; toda la parte frutícola que teníamos de frambuesas se fue completa. Teníamos plantas en el jardín y sobre todo frambuesas, y eso ahora es todo un pozo, porque se fue cinco metros abajo”, detalló de los daños que le ocasionó el derrumbe.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.