Aguantarse la molestia, y armarse de paciencia, parece ser la única opción que va quedando para los transportistas y particulares que por estos días intentan cruzar el Estrecho de Magallanes por Punta Delgada. Dos barcazas fuera de servicio y un enorme ferry a la espera de autorización de zarpe, parecen ser la raíz del problema.
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