El ex cura Daniel Acevedo deberá enfrentar un juicio oral por hechos de abuso pero en Resistencia

En los últimos días, se conoció que sobre Daniel Omar Acevedo que es ahora ex sacerdote recaía la pena máxima dentro de la Iglesia Católica. El papa Francisco lo expulsó del estado clerical tras considerar que había cometido el delito de abuso sexual contra un menor y conducta indebida contra un sacerdote. A su vez, en la Justicia ordinaria, deberá enfrentar el juicio oral en Resistencia, Chaco, que estaba previsto para abril, pero que debió suspenderse por la pandemia. El Ushuaia, la denuncia radicada no prosperó sin embargo Acevedo, deberá responder ante la justicia Secular.

Ushuaia.- A Daniel Omar Acevedo se lo había denunciando en la ciudad de Ushuaia, por tres hechos. Dos de ellos habían sucedido en la provincia del Chaco, en tanto que un tercer hecho habría ocurrido en Ushuaia. En relación a ese episodio, el juez Javier De Gamas Soler, rechazó el requerimiento fiscal, lo que no fue apelado ni por la Fiscalía actuante, ni ni por la querella, por lo que la investigación, no prosperó.

En relación a los otros dos hechos, el magistrado se declaró incompetente y giró las actuaciones al Juzgado de Garantías Nro 2 Primera Circunscripción de Resistencia.

Fuentes judiciales con acceso a la causa en Resistencia, la investigación penal preparatoria en la cual Acevedo está imputado por abuso sexual está terminada.

El año pasado la causa fue elevada a juicio oral y tenía fecha para abril pero se suspendió por la pandemia y aún no hay fecha. En el expediente habría elementos suficientes para lograr una condena.

Acevedo entre los 62 curas argentinos denunciados por abuso sexual

Tanto Daniel Omar Acevedo como Cristian Vázquez, quien ya posee una condena de 11 años de prisión en la ciudad de Río Grande, se encontraban dentro de la lista de 62 integrantes de la Iglesia Católica, que fueron denunciados por abusos sexuales mientras ejercían su función.

La investigación había sido realizada por la agencia Télam, y daba cuenta respecto de los sucesivos hechos denunciados y silenciados, tras la condena a Julio César Grassi en el 2002.

En aquel entonces, se dejó deja al descubierto que la denuncia contra Grassi no es un hecho aislado: desde entonces cuatro nuevas denuncias se sumaron por año y sólo tres casos fueron sancionados con la máxima pena prevista por el derecho canónico: la expulsión del sacerdocio. Ahora debe sumarse el caso de Daniel Acevedo.

Son 59 sacerdotes y tres monjas los denunciados en Argentina. De todos ellos, 11 recibieron una condena judicial. Los datos muestran cómo un complejo sistema de responsabilidades dentro de la Iglesia permite que rara vez haya una condena.

«La mayoría de los casos no son denunciados. La Iglesia no los denuncia, son las víctimas las que se animan a contar lo que les pasó y para ellas es un proceso muy doloroso. Estos números muestran la arbitrariedad del juicio canónico, porque salvo en casos que son indefendibles o han tenido mucha trascendencia pública, la expulsión no se concreta», explicó a Télam Carlos Lombardi, abogado de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico y uno de los pocos especialistas en derecho canónico del país que no pertenecen a la Iglesia.

En Argentina no existen registros oficiales sobre la cantidad de sacerdotes o monjas denunciados. Tampoco hay registro de cuántas son las víctimas.

Siguiendo las notas publicadas en medios nacionales y regionales, informes de agencias y consultando fuentes propias, Télam reconstruyó un mapa de la pedofilia dentro de la Iglesia utilizando el mismo mecanismo de La Casa del Encuentro, la ONG que lleva adelante el único registro nacional que existe sobre femicidio. Este mapa muestra que en la mayoría de los casos la Iglesia no acompañó a las víctimas, que los abusadores ya tenían antecedentes y que los traslados son la respuesta más frecuente ante una denuncia.

«Hay distintos niveles de responsabilidad en los traslados. Esos distintos niveles y esa fragmentación y discrecionalidad conspiran contra la tolerancia cero y otras premisas del Papa sobre los abusos», reconoció en una entrevista con Télam el obispo Sergio Buenanueva, presidente de la comisión de Ministerios del Episcopado.

Los casos de curas «trasladados» de una diócesis a otra, cuando sobre ellos pesan denuncias de abuso, no son episodios aislados. Tal como sucedió con Acevedo, quien fue enviado a la ciudad de Ushuaia.

Buenanueva, quien en 2011 fue designado para elaborar un protocolo a seguir ante denuncias de abuso, admitió que no sabe cuántos son los curas denunciados ni tampoco los condenados y sostuvo que hoy en la Iglesia «no existe criterio único». Todo depende de la orden a la que pertenezca el abusador, si ejerce o no como sacerdote. Y si es obispo, la investigación corre entonces por cuenta del Vaticano. Así, la superposición de responsabilidades puede terminar funcionando como una red de encubrimiento.

En estos 15 años, sólo cuatro curas fueron sancionados con la expulsión del estado clerical, que implica que ya no pueden ejercer más el sacerdocio: Miguel Ángel Santurio (2013, condenado a 14 años por abuso sexual agravado contra 5 chicos), José Mercau y Cristian Gramlich (el papa Francisco fue quien ordenó la sanción contra ambos sacerdotes de San Isidro, pero la denuncia nunca fue llevada a la Justicia). Daniel Omar Acevedo quien recibió la pena máxima por parte del papa Francisco y ahora le resta enfrentar a la justicia secular de Resistencia, Chaco.

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