El viernes por la mañana, trabajadores y delegados gremiales se manifestaron frente a la planta de Australtex, para rechazar los 33 despidos producidos por la empresa. Aseguraron que están “dispuestos a aceptar una suspensión siempre y cuando la garantía del puesto de trabajo sea lo primordial, porque hoy en día, quedarte afuera es preocupante, pero tampoco te dan esa garantía”, remarcaron. Pretenden que se les ofrezca un mayor porcentaje de los haberes y exigen la reincorporación de los despedidos. Piden que intervenga la ministra de Trabajo, Sonia Castiglione.
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