La Clínica San Jorge comunicó ayer el corte de servicios para afiliados de OSEF que, si quieren atención, tendrán que pagar en forma particular como si no tuvieran obra social y después gestionar el reintegro. Aun con la aprobación de la ley de financiamiento en la madrugada del miércoles, todavía no existe un convenio prestacional nuevo. El Dr. Sánchez Posleman cuestionó la dilación en la toma de decisiones, luego de cuatro meses de un debate estéril en la Legislatura. Apuntó contra los gremios estatales que rechazan el aumento de aportes y a los políticos que ceden a las presiones. “Es una minoría ruidosa contra una mayoría silenciosa y hay intereses políticos sectoriales que están por encima de la salud de los afiliados”, criticó. Además, cargó contra la “ignorancia de los dirigentes” que llevó al colapso de la obra social. “Realmente no tienen ni idea, las reuniones que se hicieron fueron totalmente improductivas, con discusiones para la tribuna. Hago mi mea culpa porque me presté a esas discusiones, cuando tendría que haberme callado la boca y no responder a los agravios de algunos”, expresó y le puso nombre y apellido a los destinatarios.
Río Grande. – El titular de la Clínica San Jorge, Dr. Carlos Sánchez Posleman, cargó contra la dirigencia sindical y contra los legisladores que ceden a las presiones, en lugar de encarar una solución de fondo para la OSEF.
Ayer se conoció a través de un comunicado oficial que a partir de la fecha los afiliados deberán pagar como particulares las prestaciones de la clínica y después gestionar el reintegro, por el vencimiento del contrato y la ausencia de uno nuevo.
El médico cuestionó la dilación de la Legislatura, que en definitiva no debatió ningún proyecto y sobre tablas terminó aprobando un texto ingresado a último momento. “Hay un desconocimiento muy importante por parte de los legisladores que están en contra de la ley de financiamiento de la obra social, porque está quebrada. Podemos discutir que hubo mala gestión, que hay medicamentos que no se compraron con los valores adecuados, pero si hay plata, se puede comprar a un laboratorio que hace el 80% de descuento, pero hay que pagarlo al contado. El segundo paso son las droguerías y el descuento es el 35%, en la medida que les paguen. Si no cobran, van cortando el crédito y la industria farmacéutica es así”, sostuvo.
“La obra social se desfinanció mucho por el aumento de los costos de los medicamentos y por las nuevas fórmulas terapéuticas que salieron, más las nuevas tecnologías y los nuevos insumos. Yo tuve diálogo con todos, excepto con el señor Catena, salvo cuando se operó del corazón y no tuvo que pagar absolutamente nada. Hoy está haciendo un paro en las escuelas en defensa de la obra social, y es otra excusa más para dejar a los chicos sin clases. Quisiera saber qué hacemos hoy si viene un enfermo que hay que operarlo del corazón, si tenemos que evacuarlo como en otros años o el paciente tiene que poner la diferencia que la obra social no puede pagar”, planteó a raíz del corte de servicios.
“Creo que nos están tratando de llevar un sistema de salud equivalente al sistema de educación, donde solamente los que tienen poder adquisitivo pueden tener una educación continua y por lo menos tienen clases. Los docentes prácticamente son los mismos, pero en el Estado siempre están apretados por los gremios, que solamente buscan sus intereses personales. Lo mismo hablé con la gente de ATE y con los legisladores, pero no entienden la problemática. Así como se hizo un salvataje a la caja de jubilados, porque había que pagarles el sueldo y la caja estaba desfinanciada, ese mismo problema se ve hoy reflejado en la obra social. Los jubilados que eran jóvenes en su momento hoy son jubilados que consumen salud y que durante muchos años aportaron un 3%”, describió del escenario.
“Nunca se corrigieron los desvíos que estamos denunciando, de gente que está aportando a otra obra social en su período de actividad, y cuando se jubilan vienen a la OSEF. Nunca he visto un gremialista que vaya y denuncie eso, porque están en complicidad con el otro gremio, como el gremio de los bancarios. En su momento eran los de la Justicia, los del Tribunal de Cuentas, los que trabajaban en el Puerto o en Energía”, enumeró de un sector que se opone al descuento.
Agregó que “la obra social se tiene que hacer cargo de las famosas RUPE y lo tiene que pagar el gobierno. Durante los gobiernos anteriores de Fabiana Ríos y de Rosana Bertone se acumularon deudas, se hizo un plan de pago a la obra social en cuotas fijas que después se licuaron con la inflación”.
“Este es un problema que viene de arrastre y yo lo vengo denunciando. Las autoridades de la obra social lo denunciaron en el 2021 en la Legislatura, pero no sé por qué motivo no se siguió este problema. Como prestadores nosotros somos responsables de haber creído que con el diálogo se podía buscar una solución de fondo sin perjudicar a los afiliados. Hoy, después de cuatro meses de esperar que la Legislatura trate este problema, vemos que hay intereses políticos sectoriales que están por encima de la salud de los afiliados. Creen que defienden el salario del trabajador y están perjudicando al salario de los trabajadores que sufren alguna enfermedad y que tienen que pagar permanentemente coseguros”, expresó ante la oposición de los gremios a aumentar los aportes.
“Es una minoría ruidosa contra una mayoría silenciosa. El que está enfermo está preocupado por su enfermedad y hoy no sabe qué va a pasar con su enfermedad. No se sabe qué va a pasar con la gente que tiene tratamientos crónicos, o qué va a pasar con la gente que tiene programadas cirugías oncológicas, que viene gente de Buenos Aires a operar de mamas, de pulmón, de riñón”, se preguntó.
“Nosotros fuimos avanzando como sistema de salud para mejorar la salud de la provincia y logramos desterrar aviones sanitarios con presupuestos más altos que tenía el servicio de terapia intensiva o de neonatología en la provincia. La neonatología hoy es mucho más cara porque hay que sostener el mismo equipamiento, el mismo grupo médico, con menor cantidad de partos; por ende, aumenta el costo”, explicó.
Todos ignorantes
El profesional apuntó contra la ignorancia de sindicalistas y políticos. “Todas estas variables se desconocen, hay ignorancia de los dirigentes y esto lleva a estos desastres. Realmente no tienen ni idea, las reuniones que se hicieron fueron totalmente improductivas, con discusiones para la tribuna. Hago mi mea culpa porque me presté a esas discusiones, cuando tendría que haberme callado la boca y no responder a los agravios de algunos”, consideró.
“Hay intereses políticos, porque un legislador dice que no va a poner en riesgo su capital político y no quiere tocarles el sueldo a los trabajadores, pero sí se lo va a tocar a los enfermos, que también son trabajadores. No piensan en una minoría vulnerable que va a estar muy afectada”, acusó.
“Nosotros proponemos tratar de sostener el sistema solidario y no caer en lo que ocurre en el resto del país, donde para acceder hay que pagar”, subrayó.
Respecto de los que aportan a una prepaga en su vida activa, dijo que “yo no he escuchado al señor Catena ni al señor Carlos Córdoba salir a criticar que esto tiene que volver a la obra social. Son una minoría patotera que aprieta a los políticos y los políticos no tienen las cosas suficientes para decir que esto tiene que ser de otra manera, les guste o no les guste, porque van por la salud de todos los afiliados, no de una minoría que se viene a quejar”.
“Realmente es muy preocupante la actitud de los legisladores, que hacen a un lado esta discusión y la tratan de llevar a otro plano, al plano político, y no resuelven un tema que venimos denunciando hace tiempo. No lo denunciaron con la energía suficiente los que están a cargo de la gestión de OSEF, pero yo personalmente esto lo vengo advirtiendo hace años porque, por más que sea privado, soy integrante de un sistema de salud público que da un servicio de cobertura a la población y que no se puede desconocer. No pueden no importarles los que trabajan en el privado porque son privados. Ponen la excusa del hospital público y están mezclando todo. Una cosa es el hospital público y otra cosa es la obra social”, diferenció.
Sin experiencia
También cargó contra la falta de experiencia en gestión de servicios médicos. “Yo gerencié durante muchos años a UPCN y jamás se me dijo que había que atender a la gente en el hospital público porque era prioritario. Al contrario, me exigían que les dé los mejores centros que había en cada provincia. Administré UPCN durante 14 años desde La Quiaca a Tierra del Fuego, a excepción de Capital Federal y Gran Buenos Aires. Conozco bien lo que es la gestión y acá no hay mucha gente que tenga experiencia en gestión de salud y vea la problemática de salud como lo ve uno”, indicó.
“Por eso siempre insisto en un debate público con los Catena, con los Córdoba, con los legisladores, con Victoria Vuoto, con Von der Thusen, con todos los que creen que esto es solamente un mal manejo y no entienden el problema de financiamiento de la salud”, desafió.
“Estamos en manos de gente que desconoce totalmente la problemática de salud y nunca hemos logrado tener una charla seria, que no sea para la tribuna. La gente es ignorante y, cuando trabajás con ignorantes, tenés esta respuesta. La preocupación es muy importante porque hay un desconocimiento del otro lado de parte de los que toman las decisiones y quieren dilatar este problema por una cuestión política. Yo estoy preocupado, enojado, irritable, pero es así la realidad. Yo estoy peleando por la salud de los afiliados y, si hay una propuesta superadora y nosotros somos un sistema complementario, tampoco tengo problema. Lo que yo quiero es que la gente tenga un sistema de salud acorde y que no volvamos a 30 años atrás, cuando el mejor médico era el Lear Jet y Aerolíneas Argentinas”, concluyó.