Preocupación por la “mercantilización” de la salud pública

Daniel Romero, referente de SIPROSA, cuestionó el rumbo de las políticas ministeriales y advirtió que, a pesar del aumento presupuestario, la atención en salud se encuentra cada vez más deteriorada. Alertó sobre la falta de diálogo con las autoridades y el avance de prácticas que priorizan la lógica del mercado en el sistema público.

Río Grande. -En diálogo con Radio Provincia, Daniel Romero, referente de SIPROSA, expresó su preocupación por el enfoque que está adoptando el Ministerio de Salud. “Estamos preocupados por el avance de políticas ministeriales, que bajo el discurso de productividad, introducen lógicas de mercado en el sistema público de salud, generando inequidades, fragmentación institucional y debilitamiento de áreas esenciales”.

Romero criticó la falta de canales formales de diálogo con las autoridades: “Es preocupante que solamente nuestro contacto sea a través de mensajes de texto. Es preocupante principalmente por la salud pública”. Y recordó que los trabajadores de la salud llevan cuatro meses de medidas de acción directa, sin respuestas concretas por parte del Gobierno: “Seguimos con la misma situación y las condiciones cada vez son más críticas por la situación socioeconómica del país y la provincia, pero el tema de la salud debe resolverse independientemente de las cuestiones económicas”.

En este contexto, el referente explicó que “se necesitan políticas de salud claras”, y denunció una “intención mercantilista” por parte del Ministerio, al implementar pagos diferenciados por productividad, especialmente en los módulos quirúrgicos. “Nosotros lo estamos evaluando con nuestros representantes legales porque los profesionales con sus salarios ya están cubiertos. Uno en la salud puede estar asalariado como están los profesionales y los agentes, puede estar pagado por prestación como hacen en los privados o puede estar capitado. Pero acá se mezcla un pago por prestación con un salario. Es complejo”.

Además, sostuvo que hay áreas de atención como salud mental, discapacidad, rehabilitación o atención primaria donde estas políticas son inaplicables: “Hay que dar un mensaje claro desde el Ministerio de Salud. Si el mensaje va a ser esta cuestión de módulos, es inaplicable”.

En el marco del análisis sobre el aumento del presupuesto destinado a la salud, Romero comentó que “vemos que hay un incremento de los fondos en la gestión de Melella, al igual que en el OSEF. Sin embargo, a pesar de este aumento, la atención que recibe el ciudadano se ha vuelto cada vez más deficiente. El problema no está en el sistema de salud y coincido con los compañeros de ATSA, sino en cómo se distribuyen esos fondos y hacia dónde se orientan las políticas de salud».

 

Falta de diálogo y continuidad de las medidas de fuerza

 

Romero también apuntó a la falta de diálogo real con las autoridades: “Nosotros tenemos un contacto casi nulo con el Ministerio de Economía. Estamos tratando de retomar porque teníamos trabajos avanzados con ellos y con la ministra de Salud”. Explicó que aún no hay novedades sobre un complemento salarial para los profesionales de carrera de grado, que viene siendo discutido desde el año pasado: “Lo que nos habían propuesto como valor a ese complemento profesional era insuficiente, pero era necesario para la carrera sanitaria. Sin embargo, se sigue dilatando”.

Respecto a las medidas gremiales, confirmó que continuarán: “Hace cuatro meses que estamos realizando medidas. Tiene un acatamiento dispar por la misma situación y empatía que se genera con la población. En atención primaria la demanda es espontánea, vienen más de 30 o 40 pacientes por cada centro de atención. No se pueden abandonar esas situaciones”. 

Romero advirtió que se evalúa un paro de 48 horas, si no hay respuesta: “Nos vamos a organizar con las tres ciudades. Independientemente de las medidas, queremos visibilizar el riesgo que está teniendo la salud pública por estas prácticas mercantilistas”.

Sobre la política de “dedicación exclusiva”, también se mostró crítico y dijo que “para una provincia insular y aéreo-dependiente, la mejor política era la dedicación exclusiva por la salud pública. Y esta política cambió cuando asumió la Ministra. Está claro que no es una opción para el profesional porque hoy tenemos 1000 profesionales en dedicación exclusiva y sólo 11 han optado por estar fuera. Claramente las políticas van en contramano de lo que necesita la provincia”.

Finalmente, advirtió sobre la falta de incentivos que expulsa a los profesionales del sistema público: “Desde el año pasado no hay incremento de guardia, eso motivó a que se vayan los profesionales. En Río Grande se necesitan 27 pediatras y solamente hay cinco. Si no lo cubre el sistema público, no lo va a cubrir el privado. Por eso se desmejora la atención”. Y concluyó: “El eje tiene que ser la salud pública y toda la fuerza debe estar ahí. Seguiremos visibilizando que ese es el eje principal, pero si no nos queda otra alternativa, las medidas se van a endurecer”.

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