Lucas Gómez, único responsable sigue en libertad: “Es inhumano, es macabro”, dijo Rosalía Varela

Rosalía Varela, mamá de la pequeña Agustina, asesinada brutalmente el 5 de agosto del año 2006, en manos de quien era su padrastro, Lucas Gómez, relató el calvario que vive junto a su hija y su familia. Luego de dos procesos orales, y a la espera de que respondan un pronto despacho desde el Superior Tribunal de Justicia para la conformación de un nuevo Tribunal que finalmente impongan la pena al único imputado, la mujer sigue pidiendo algo de justicia, “el Dr. Kadar me dijo que estaban con mucho trabajo y le estaban dando prioridad a las causas con detenidos”. 

Río Grande.-. En declaraciones a FM del Pueblo, la mamá de Agustina Varela, Rosalía, en medio de la indignación, lágrimas y dolor, volvió a clamar por justicia por el femicidio de su hija, ocurrido hace 19 años atrás y cuyo responsable, Lucas Gómez, sigue en libertad.  

En los últimos días, el abogado Francisco Ibarra, que siempre ha representado a la familia Varela, hizo declaraciones y aseguró que habían realizado la presentación de un pronto despacho ante el Superior Tribunal de Justicia, lugar en que se encuentra trabaja la causa, y sin movimientos desde el año 2023. 

Rosalia explicó: “El Secretario, el Dr. Kadar, me dijo, porque el día miércoles fue Ibarra a consultar por el pronto despacho, porque no a mí no me entran las cuestiones técnicas, me dijo que estaban con mucho trabajo, y le estaban dando prioridad a los casos con detenidos”, y agregó, “¿de qué me están hablando?, ¿cuantos derechos va a tener el asesino?, porque no entiendo porque tanto tiempo, desde el momento que me pasó, yo estaba embarazada de mi otra hija, hoy Valen está en la Universidad, estudia, la puedo sostener porque todos estos años fue dedicarme a mi otra hija”, recordó con dolor.

“Francisco me decía que iba a ir al juzgado, estamos esperando los tiempos del juzgado, pero eso ya paso todos los tiempos legales, lo inconstitucional y lo inhumano, no puede ser que una justicia sea despiadada y lenta, con la incertidumbre que no sabes hacia donde va a dispararse esto, y por Dios les pido que no se dilate más”, rogó entre lágrimas, la mujer. 

De acuerdo a la cuestión legal, Rosalía se limitó a explicar que, “acá es donde se debe conformar el nuevo tribunal con jueces que no hayan intervenido, y que ese tribunal, que no se cuánto tiempo más va a pasar, ya que, para el primero, tuvimos desde el 2010 al 2014, porque habían tenido alguna intervención”.

“En este tiempo, yo traté de trabajar en mí, en mi hija, en reinventarme, durante más de una década estuve abocada a eso y nada más, en medio de los juicios me recibía de la Licenciatura en Turismo, ahora estoy estudiando una Maestria, me ayudó a enfocarme”, dijo la mamá de la niña asesinada.

 

Frustración y desesperación

 

Por otro lado, Rosalía aseguró que “es frustrante, es desesperante, hace años estoy de novia y me pasa de tener pensamientos repetitivos, desde donde, y me desgasta todo el tiempo pensar en esto, es inhumano, es macabro, en el sentido que tantos años, la forma en que la mató, la dilatación como puede ser que tanto tiempo”, se volvió a preguntar. 

“Ahora estoy a la espera de lo que salga del nuevo pronto despacho, no nos respondieron lo de abril, y es tremendo realmente”, reiteró su malestar sobre los plazos de la Justicia. 

 

El rol de la abuela de Agustina

 

En este marco, Rosalía hizo referencia a su madre y abuela de su niña, “la verdad es que mi vieja, ella canalizó de esa forma, ella creía que la sociedad en este sentido cuando una persona le matan un hijo, deben salir todos a la calle, yo estaba embarazada, fui al juzgado, me atendió el Doctor López, de los otros no me acuerdo, después, la vida me dio un montón de razones, le delegue eso a Ibarra porque yo tenía que abocarme a Valentina que era bebé”. Sobre su mamá, Blanca Marinoff, la mujer comentó “ella creía que eso era lo que podía hacer, ella si quería salir, y para mí no surgió, mucha gente que te dice te acompañamos, y las primeras marchas eran mis amigas y mis compañeras de trabajo”, recordó y lamentó. 

Por último, Rosalia Varela se refirió al tratamiento que le dieron los medios de comunicación al hecho en su momento: “lo tuve que trabajar en terapia, la presión que ejercían los medios que organizaban movidas para ir a la puerta de mi casa a romper el silencio, me parece, no encuentro palabras para poder describir, como un periodista que no es periodista puede generar opinión”. 

Su hija Valentina, a los 3 años ya sabía todo lo que había pasado con su hermana, “entonces de alguna manera la tenía que resguardar a ella y a mí y enfrentarme a más de 250 alumnos”. 

Los medios, tuvieron “muy poco tacto, tuve acompañamiento de compañeras de trabajo, de amigas de toda la vida, que siempre estuvieron ahí, Erica, la familia Rossi que siempre estuvo, y muchas veces como yo no trabajaba, teníamos que fabricar la plata para pagar el abogado, pero Ibarra jamás me pidió que le pague, hace como puedas, me decía y me pasaba números irrisorios”, dijo, y por último pidió “perdón, no puedo hablar más”. 

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