Orgullo riograndense: Martina Melogno y Micaela López, grandes referentes que inspiran a nuevas generaciones

La ciudad de Río Grande tiene en su haber numerosos ejemplos de esfuerzo deportivo, pero pocos tan trascendentes como los de Martina Melogno y Micaela López, dos mujeres que se han convertido en íconos indiscutidos del powerlifting fueguino. Campeonas provinciales, nacionales e internacionales, ambas marcaron un hito en la historia de esta disciplina en el extremo sur del país.

Río Grande.- Recientemente, fueron homenajeadas por su trayectoria y por el impacto que han tenido en el desarrollo de este deporte, no solo en Tierra del Fuego, sino también en el circuito nacional e internacional. Este reconocimiento no solo destacó los logros deportivos de las atletas, sino que también visibilizó la huella profunda que dejaron en jóvenes deportistas que hoy ven en ellas un espejo donde mirarse.

El acto, que congregó a familias, entrenadores y representantes de la disciplina, fue también un espacio para que tanto Martina como Micaela expresaran su orgullo y su emoción por lo alcanzado, y sobre todo, para reafirmar que el powerlifting en Río Grande tiene un presente prometedor y un futuro aún más alentador.

 

“Siempre quedan ganas de volver”

 

Con una sinceridad que refleja la pasión intacta por el deporte, Martina Melogno expresó durante el homenaje lo que significó para ella este reconocimiento.

“Fue un reconocimiento por lo que hicimos en este tiempo, un poco una despedida, pero ya le avisamos a nuestro entrenador que vamos a volver. Las ganas siempre están y siempre queda algo pendiente por mejorar”, comentó entre sonrisas.

Martina valoró además la expansión que ha tenido el powerlifting en los últimos años: “Es hermoso ver cómo va creciendo el deporte, cómo hay caras nuevas de distintas edades. En lo personal, muy contenta y con ganas de siempre poder volver”.

Sus palabras reflejaron el sentir de toda una generación que vio en ella y en Micaela la posibilidad concreta de que desde el sur más austral se podía competir de igual a igual con los mejores del país y del mundo.

 

Un deporte que no deja de crecer en Río Grande

 

La disciplina, que en sus orígenes contaba con muy pocos participantes, hoy tiene un desarrollo notable. Así lo destacó Micaela López: “Cuando arranqué allá por 2014 éramos muy poquitos, siempre los mismos, los de la vieja escuela. Hoy es muy diferente, ver que sigue creciendo tanto este deporte me pone muy feliz, porque es muy lindo y vale la pena cada esfuerzo, cada entrenamiento. Esto muestra que se puede llegar a competir afuera y lograr mucho más que en un torneo local”.

Lo que ambas remarcan es el efecto contagio que generó su carrera: cada logro alcanzado, cada torneo ganado, se tradujo en nuevas generaciones motivadas, chicos y chicas que hoy se suman al powerlifting convencidos de que la disciplina abre puertas y enseña valores.

 

El papel de la familia y el rol clave del entrenador

 

Uno de los puntos que más subrayaron las deportistas fue el acompañamiento permanente de sus familias, un sostén imprescindible en cada etapa de su carrera.

“Recibir el reconocimiento y el aplauso de todos los competidores y de la familia es algo muy especial. El acompañamiento fue siempre permanente y eso nos permitió crecer”, expresaron.

Pero también señalaron un nombre fundamental: Marcos Martínez, un gran referente nacional y un reconocido mundialista, quien se convirtió en el entrenador que guio sus pasos y que impulsó su carrera hacia lo más alto.

Micaela lo sintetizó en pocas palabras: “Si no hubiese sido por el empuje de Marcos, capaz que yo solo estaría entrenando en un gimnasio y no hubiese logrado todo lo que logré. Siempre hubo alguien apostando por nosotras y cada entrenamiento valió la pena porque siempre se podía llegar más lejos”.

 

Río Grande como potencia del powerlifting

 

El presente del powerlifting en Río Grande es hoy un motivo de orgullo colectivo. Las nuevas generaciones ya demuestran un nivel competitivo que posiciona a la ciudad como referente patagónico y nacional.

“Los chicos que están compitiendo hoy la rompen. El nivel que hay es hermoso y eso nos da todavía más ganas de volver, de superarnos y de aportar a que Río Grande siga creciendo como una de las mejores ciudades en powerlifting del país”, afirmó Martina con firmeza.

En esa misma línea, Micaela destacó que el crecimiento del deporte no se limita a los resultados: se trata también de la formación integral de los atletas, el compañerismo y la capacidad de inspirar a otros.

 

Mensaje a las nuevas generaciones

 

Ambas referentes aprovecharon la ocasión para dejar un mensaje a los jóvenes que dudan sobre qué disciplina elegir: “Siempre que sea una disciplina, cualquiera sea, va a ser salud. Que se animen a lo que sea y que vean que realmente poniéndole esfuerzo se puede progresar muchísimo y llegar muy lejos”, expresó Micaela.

Sus palabras fueron también una invitación a perder el miedo, a apostar por el deporte como camino de crecimiento personal y colectivo. Y remarcaron que más allá de los títulos, lo más importante es la experiencia, la disciplina y los valores adquiridos.

 

El legado de dos pioneras

 

Martina y Micaela no solo cosecharon títulos y medallas: dejaron un legado. Inspiraron a decenas de chicos y chicas de Río Grande a sumarse a un deporte que hasta hace pocos años parecía lejano y poco conocido.

Su historia es la prueba viva de que desde el extremo sur también se puede alcanzar la elite internacional. Ambas demostraron que el powerlifting no es solo una disciplina física, sino también un espacio de superación personal, resiliencia y comunidad.

Un futuro abierto y lleno de desafíos

 

El homenaje fue también el punto de partida para lo que vendrá. Tanto Martina como Micaela coincidieron en que el retiro no es definitivo y que la posibilidad de volver a competir está latente.

“Que se preparen para la nueva era”, dijo Micaela entre risas, anticipando que todavía hay mucho por dar en los tableros internacionales.

Su entusiasmo es compartido por la comunidad, que espera con ilusión su regreso, convencida de que aún tienen mucho para aportar, no solo desde lo deportivo, sino también desde lo humano, como referentes y ejemplos de esfuerzo.

 

En conclusión son orgullo local, proyección internacional

 

Martina Melogno y Micaela López son hoy orgullo de Río Grande y de toda Tierra del Fuego. Su camino en el powerlifting abrió puertas, inspiró a nuevas generaciones y dejó en claro que el deporte, cuando se practica con pasión y compromiso, puede transformar vidas y comunidades.

El reconocimiento recibido es apenas una muestra del cariño y respeto que despiertan. Pero más allá de los aplausos, lo que perdura es el legado que construyeron y la certeza de que todavía hay capítulos por escribirse en su historia.

El powerlifting riograndense tiene futuro y nombre propio. Y detrás de ese presente pujante se encuentran dos mujeres que se animaron a soñar en grande y a demostrar que, incluso desde el sur del mundo, los límites solo existen para ser superados.

 

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