Los pugilistas de la ciudad de Río Grande crecen a partir de cada experiencia y desafío

El boxeo riograndense volvió a vivir un capítulo de importancia internacional con la participación de los pugilistas fueguinos Karina Gómez y Jonathan Flores en el evento desarrollado el pasado 23 de agosto en la ciudad de Punta Arenas, Chile. 

Río Grande.- Bajo la dirección técnica de Pedro Gómez, ambos deportistas se midieron en tierras trasandinas en un torneo que reunió a exponentes locales y nacionales, marcando un nuevo paso en la integración deportiva a nivel patagónico y reforzando lazos con la región sur del continente.

Más allá de los resultados, la participación fueguina se inscribe en un proceso de crecimiento sostenido del boxeo provincial, que en los últimos años ha ganado espacio tanto en el plano nacional como internacional. Para Pedro Gómez, entrenador y gran referente de esta disciplina en Río Grande, la experiencia trasandina significó un verdadero banco de pruebas para medir el nivel de sus pupilos y, al mismo tiempo, consolidar la confianza y el aprendizaje en vistas a los compromisos que se avecinan en la Argentina.

 

La presentación de Jonathan Flores fue una lección de coraje

 

Uno de los combates más destacados de la velada fue el que protagonizó Jonathan Flores. El boxeador riograndense, habituado a competir en la categoría hasta 69 kilos, aceptó el desafío de enfrentar a un rival de mayor talla y experiencia; un campeón chileno traído especialmente desde Santiago, integrante de la selección de esa ciudad, quien peleaba en la categoría de hasta 75 kilos.

La diferencia de peso y la jerarquía del contrincante no amedrentaron al joven representante de Río Grande de la provincia Tierra del Fuego, que subió al cuadrilátero con decisión y valentía. Si bien el resultado final fue adverso -la victoria quedó en manos del púgil chileno por puntos-, el saldo de la experiencia resultó altamente positivo.

“Fue una muy buena pelea de Jonathan. Perdimos en las tarjetas, pero nos sirvió muchísimo para sumar experiencia y medirnos ante un nivel de exigencia distinto al habitual”, explicó Pedro Gómez. Y agregó: “Este tipo de pruebas nos ayudan a corregir detalles y a trabajar con mayor claridad de cara a los próximos compromisos, sobre todo teniendo en cuenta que se viene el festival en Río Grande y, más adelante, el torneo nacional de octubre”.

Karina Gómez fue un resplandor de juventud y madurez en el cuadrilátero

Si la pelea de Jonathan sirvió para fortalecer la experiencia y el temple, la presentación de Karina Gómez dejó en evidencia el gran momento que atraviesa la boxeadora fueguina. Con apenas un puñado de combates oficiales en su historial, Karina se presentó por primera vez en Chile y demostró carácter y jerarquía para quedarse con una victoria de enorme valor simbólico y deportivo.

Su rival fue una boxeadora mayor y con mayor recorrido, pero la determinación y el entrenamiento de la riograndense se impusieron con claridad. “Karina viene creciendo mucho en su nivel técnico y anímico. Hace poco estuvo en San Julián, donde peleó muy bien, aunque no le dieron la victoria en las tarjetas. Este triunfo en Chile la fortalece y la motiva de cara a lo que viene”, destacó Pedro Gómez.

El técnico también resaltó que la experiencia de entrenar y realizar sparring en Buenos Aires le ha permitido a Karina elevar su nivel y adaptarse a distintos estilos de combate, algo que se reflejó en su desempeño sobre el ring magallánico.

 

Un camino de preparación hacia los torneos en Argentina

 

El viaje a Punta Arenas no se trató solamente de un compromiso deportivo, sino de una instancia clave dentro de la planificación que el equipo de Pedro Gómez viene desarrollando. Tanto Jonathan Flores como Karina Gómez tienen en agenda dos citas de enorme relevancia; el festival de boxeo que se realizará en Río Grande el 20 de septiembre, y el torneo nacional programado para octubre en la provincia de Santa Cruz.

“Cada combate, cada viaje, cada experiencia que se suma en estos escenarios sirve como preparación. La idea es que nuestros boxeadores lleguen en la mejor forma posible a los compromisos en la Argentina, donde vamos a medirnos con lo mejor del país”, explicó el entrenador.

El proceso de planificación y competencia es exigente, pero a la vez ilusionante. La participación internacional en Chile, sumada a las presentaciones en distintos puntos de la Patagonia argentina, ubican a los jóvenes fueguinos en una senda de crecimiento constante que trasciende las fronteras.

 

El valor de la integración patagónica

 

La presencia de boxeadores de Tierra del Fuego en un evento chileno no es un hecho aislado, sino el reflejo de una política deportiva que busca estrechar lazos con las distintas regiones de la Patagonia. Para Gómez, la integración no solo amplía las oportunidades de competencia, sino que también fomenta lazos de camaradería y aprendizaje mutuo.

“Cada vez que cruzamos la frontera nos encontramos con realidades distintas, con rivales de gran nivel, y eso nos obliga a estar a la altura. El boxeo es un deporte que necesita roce, y estas experiencias fortalecen a nuestros chicos y les dan la confianza necesaria para crecer”, remarcó el técnico.

En este sentido, la posibilidad de competir en Chile, y en particular en una ciudad tan cercana como Punta Arenas, resulta estratégica para el desarrollo de los boxeadores fueguinos. La cercanía geográfica facilita los intercambios, y al mismo tiempo abre puertas para que el boxeo provincial se proyecte hacia otros escenarios del continente.

 

Reconocimiento a las familias y al esfuerzo colectivo

 

Pedro Gómez no quiso dejar pasar la oportunidad para destacar el rol fundamental que cumplen las familias en este proceso de crecimiento. “El acompañamiento de los padres es clave. Sin su apoyo sería imposible organizar viajes, sostener entrenamientos y afrontar los desafíos que implica competir a este nivel. Este es un esfuerzo colectivo, en el que todos ponemos algo para que nuestros boxeadores tengan la posibilidad de desarrollarse”, subrayó.

El técnico también resaltó el compromiso de sus dirigidos, quienes con disciplina y constancia asumen el reto de prepararse día a día. La pasión por el boxeo, sumada al trabajo en equipo, se convierte en el motor que impulsa al grupo a seguir creciendo y marcando presencia en escenarios cada vez más exigentes.

 

Un futuro prometedor

 

La experiencia en Punta Arenas dejó un saldo altamente positivo para el boxeo fueguino. Jonathan Flores sumó minutos valiosos frente a un rival de jerarquía, mientras que Karina Gómez se consolidó con un triunfo resonante que refuerza su confianza y proyección. Ambos, bajo la guía de Pedro Gómez, se preparan ahora para seguir escribiendo páginas importantes en la historia de esta disciplina en la provincia.

El desafío inmediato es llegar en las mejores condiciones al festival de boxeo en Río Grande y, posteriormente, al torneo nacional en Santa Cruz. Pero más allá de los próximos objetivos, lo cierto es que el boxeo de Tierra del Fuego ha demostrado que tiene presente y futuro, y que la integración con el boxeo chileno es un camino que promete continuar abriendo puertas y oportunidades.

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