“Las desregulaciones de Milei cambiaron las reglas de juego en la 19.640, pero sin mercado no hay desarrollo posible”

El abogado especialista en la ley de promoción industrial analizó el impacto de las medidas del gobierno nacional en Tierra del Fuego. Destacó que las reformas generan un escenario inédito de importaciones y exportaciones, aunque advirtió que la recesión y la falta de consumo limitan su alcance.

Río Grande.-  El debate sobre la vigencia de la Ley 19.640 y el futuro del régimen de promoción industrial volvió a instalarse en la agenda política y económica de Tierra del Fuego. 

El Dr. Federico Rauch, especialista en derecho aduanero y conocedor del régimen de promoción industrial, analizó los cambios que atraviesa Tierra del Fuego tras dos años de gestión del presidente Javier Milei.

En conversación con FM Master’s, destacó que “aunque la Ley 19.640 y la prórroga del subrégimen industrial hasta 2038 se mantienen sin grandes modificaciones, el impacto se produce en otros frentes”, pero aseguró que “las decisiones del gobierno de Javier Milei han modificado sustancialmente el escenario para el desarrollo de la provincia, aunque también advirtió sobre las limitaciones que impone la recesión”.

“En estos dos años hemos visto el mayor cambio financiero, económico, cambiario y regulatorio de los últimos veinte años”, señaló Rauch. 

Según explicó, la prórroga del subrégimen industrial hasta 2038 con opción a extenderlo por 15 años más “no fue una verdadera ampliación, sino la consolidación de un club cerrado de empresas que ya están dentro”.

A su entender, la medida restringe la llegada de nuevos inversores y representa “una muerte anunciada” del esquema actual.

Uno de los puntos centrales, agregó, es la reducción progresiva de aranceles, que llegará a arancel cero para ciertos productos electrónicos importados, como los celulares.

“Esto obliga a las plantas radicadas en Tierra del Fuego a competir directamente con precios internacionales”, planteó.

En paralelo, el abogado destacó el alcance de las medidas de desregulación en el régimen general de promoción económica: eliminación de licencias no automáticas, libre disponibilidad de divisas y simplificación aduanera. “Hoy cualquier inversor, local o extranjero, puede importar mercaderías sin trabas y aprovechar las ventajas de la 19.640. Es un cambio sustancial”, sostuvo.

El especialista puntualizó que este nuevo marco abre oportunidades tanto en importación como en exportación, permitiendo que empresas fuera del subrégimen industrial fabriquen productos y los vendan al mundo sin cargas impositivas federales. “Tierra del Fuego se coloca en condiciones cercanas a una zona franca productiva”, resumió.

No obstante, Rauch advirtió sobre la contracara de estas medidas, señalando que “todo esto ocurre en un contexto de ajuste y recesión. Si no hay compradores, si el mercado interno sigue deprimido, las posibilidades de desarrollo se reducen drásticamente”.

En este sentido, subrayó la necesidad de una renovación legislativa de la Ley 19.640, que brinde estabilidad jurídica a largo plazo: “Hace falta un nuevo proyecto que otorgue un horizonte de al menos 50 años. Eso no lo puede hacer el Ejecutivo por decreto, requiere del Congreso”.

Rauch remarcó que el gobierno provincial también tiene responsabilidad al marcar que “la carga impositiva local, vía ingresos brutos, tarifas de empresas públicas o retenciones automáticas, asfixia al sector privado. Si no se alivia esa presión, la provincia no podrá aprovechar plenamente las oportunidades que abre la desregulación nacional”.

 

Impacto de la Ley 19.640 y los aranceles en Tierra del Fuego

 

El abogado especialista en derecho aduanero, Dr. Federico Rauch, explicó que “si bien no se modificó la Ley 19.640 ni los decretos del subrégimen industrial, señaló que las medidas en materia arancelaria, importaciones y exportaciones abren un nuevo escenario con oportunidades y desafíos para el desarrollo económico fueguino”.

En este sentido dijo que “entre 2023 y 2025 se dieron las transformaciones financieras, cambiarias y regulatorias más importantes de los últimos 20 años”, sostuvo Rauch, quien explicó que las medidas de desregulación —como la reducción progresiva de aranceles y la posibilidad de comercialización online de productos electrónicos— generan un nuevo marco de competencia para la industria local.

 

Importación de celulares con arancel cero

 

Uno de los puntos más sensibles es la importación de celulares con arancel cero, lo que obliga a las fábricas radicadas en la provincia a competir directamente con los precios internacionales. 

“Eso condiciona al sector, porque Tierra del Fuego no tendrá nuevos inversores: el subrégimen quedó como un club cerrado que mantiene beneficios a quienes ya estaban dentro, pero sin espacio para nuevas incorporaciones”, advirtió.

Respecto del régimen general, Rauch destacó la “recuperación de la vigencia plena de la Ley 19.640 en materia de libre importación, al eliminarse las licencias no automáticas y levantarse restricciones cambiarias”.

Asimismo, sostuvo que “hoy tanto un inversor local como extranjero puede importar libremente productos y servicios desde la isla. Esto abre nichos de mercado y nuevas posibilidades de emprendimiento que hace años eran impensadas”, indicó.

En paralelo, se habilitó un régimen de pequeños envíos online de productos electrónicos y de línea blanca fabricados en Tierra del Fuego. Aunque inicialmente se pensó para el resto del país, algunas empresas ya habilitaron la venta para residentes fueguinos. 

“No hay ninguna norma que lo prohíba. El problema es que, por ahora, no se refleja en precios más bajos para el consumidor local”, explicó.

 

Exportaciones

 

En cuanto a la exportación, Rauch remarcó que se eliminó un conjunto de regulaciones que trababan la salida de productos desde la isla, lo que habilita un potencial inédito. 

“Hoy un emprendedor puede importar partes o materias primas, desarrollar un producto en Tierra del Fuego y exportarlo a cualquier país, con beneficios fiscales y sin necesidad de ingresar al subrégimen industrial. Es algo similar a una zona franca productiva”, planteó.

No obstante, advirtió que todas estas posibilidades se dan en un contexto de ajuste y recesión. “Si no hay compradores, ni en el mercado interno ni en el externo, las herramientas quedan subutilizadas. Esto es un cambio profundo, pero llevará tiempo para que los actores económicos lo conozcan y lo aprovechen”, aclaró.

Finalmente, Rauch subrayó que la provincia también debe hacer sus deberes, al considerar que “la presión impositiva local a través de tarifas de empresas públicas e ingresos brutos sigue siendo muy alta. Si no se corrigen esos factores, muchas de las ventajas que da el marco nacional se ven licuadas”, concluyó.

 

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