El rector de la Universidad Nacional de Tierra del Fuego evaluó el resultado de la sesión de la Cámara de Diputados, que rechazó el veto a la ley de financiamiento universitario, y destacó que se logró que los parlamentarios entendieran la relevancia de la universidad pública. Aclaró que el anuncio del presidente sobre los fondos previstos para 2026 en realidad fue una actualización, porque el monto es prácticamente el mismo que en 2025, por lo cual no significaba un aumento. De no contar con la ley de financiamiento, consideró prácticamente imposible resistir otro año más, por el proceso inflacionario que viene de arrastre, el aumento de los servicios y la necesidad de recomponer salarios docentes. Confió en que, de parte del gobierno nacional, haya una reflexión y se pueda acompañar el plan de desarrollo estratégico del país.
Río Grande. – El rector de la Universidad de Tierra del Fuego, Dr. Mariano Hermida, evaluó en el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia el rechazo del veto al financiamiento universitario en la Cámara de Diputados, que ratifica la ley que prevé la actualización de los gastos de funcionamiento de las Universidades por el Índice de Precios y también ordena reabrir la paritaria del sector.
“Esta es una ley aprobada que había vetado el presidente y entiendo que con la confirmación de una de las cámaras ya queda firme la ley”, dijo, descontando el acompañamiento del Senado.
“Los diputados entendieron que la ciudadanía está pidiendo un acuerdo de partes sobre cosas que están bien en la Argentina, que tienen lógica en el acuerdo social, político y territorial. Es un derecho constituido en el marco histórico-cultural de nuestro país y la universidad pública es una universidad relevante en ese acuerdo. Lo que ocurrió en Diputados fue la ratificación de la voluntad popular de darle continuidad al funcionamiento de las universidades, que vienen sufriendo bastante en los últimos años”, expresó.
Recordó que la ley fue fruto de “un proyecto que llegó a la Cámara producto de un acuerdo entre el frente sindical y el consejo interuniversitario nacional. Es un proyecto que además contó con el acuerdo de la federación de estudiantes universitarios y de un sinnúmero de posiciones políticas que incluyen todo el arco político, académico y sindical”.
Aumentos discrecionales
La ley terminaría con los “aumentos discrecionales que decide el Ejecutivo, que da el aumento que se le ocurre otorgar, en base a un presupuesto del 2023. Al tener un proceso inflacionario, terminamos quedando en términos reales muy por debajo de lo necesario”, explicó.
“A todos en sus casas les aumentó absolutamente todo y lo mismo ocurre con la universidad. Aumentó el gas, la luz y los salarios docentes. El texto del veto decía claramente que el aumento salarial fue del 128% y el proceso inflacionario en el mismo período fue del 220%, prácticamente el doble. El mismo texto del veto declaraba que existía un fuerte atraso en los salarios y también en los gastos de funcionamiento de las universidades. Estamos en una situación crítica de la que hasta el mismo texto del veto daba cuenta”, subrayó.
Respecto de la implicancia de este rechazo al veto, dijo que “en términos instrumentales, significa que las instituciones universitarias vamos a tener previsibilidad a futuro para la gestión de nuestros propios presupuestos. Los docentes y no docentes van a tener la actualización salarial que les corresponde, ante un atraso salarial significativo, porque no hubo un solo acuerdo paritario en estos dos años del gobierno nacional. Ante esa falta de acuerdo eran directamente aumentos por decreto que otorgaba el Poder Ejecutivo Nacional”.
“Lo mismo ocurría con los gastos de funcionamiento: se otorgaban actualizaciones y justo después de cada marcha. La verdad es que la disponibilidad al diálogo estuvo cuando hubo presión política para que así fuera. No parece una metodología muy sana para desarrollar instituciones tan serias como las universitarias, que se ven forzadas a convocar a marchas federales. Nunca habíamos visto tantas marchas federales de las universidades como en estos últimos dos años”, aseguró.
“La comunidad se organizó, salió a la calle, se manifestó y por suerte tuvimos el acompañamiento de los diputados. Fueron 174 diputados y diputadas que acompañaron el rechazo al veto, así que estamos contentos con la noticia”, celebró.
Fuentes de financiamiento
El rector afirmó que “en el texto de la ley están las fuentes de financiamiento que permiten financiar la ley, es a través de coparticipación federal, así que había una herramienta. Este es un gasto no tan significativo y existen herramientas que el Poder Ejecutivo puede instrumentar para financiar las universidades”, aseveró.
“Hubo 174 diputados que entendieron que así es, que las herramientas están y que el acuerdo es sostenible. Evidentemente el Poder Ejecutivo entendió que las universidades debían sufrir un recorte presupuestario, o no está entendiendo cuál es el rol que tienen las universidades en el desarrollo estratégico de un país. Si no se las quiere financiar, es porque hay una exclusión a pensar en las universidades dentro de ese desarrollo estratégico y nos parece que es todo lo contrario: un país que quiere desarrollarse necesita a los ingenieros, a los profesionales, a los licenciados, a los contadores y los necesita tanto el sector privado como el sector público. Son los profesionales que van a hacer los procesos de investigación y de innovación para ejercer el proceso de desarrollo estratégico de una nación”, planteó.
El rol de la UNTDF
Puntualmente sobre la universidad que dirige, señaló que “la Universidad de Tierra del Fuego particularmente cumple un rol sustantivo, porque estamos llegando casi a los 400 graduados universitarios y estamos teniendo una población de estudiantes que le permite alcanzar esos títulos. Hay profesionales que se desarrollan laboralmente dentro del seno de la universidad, que hacen procesos de investigación para la universidad”.
“Tenemos más de 26 carreras, aparte tenemos formaciones de posgrado, como maestrías, dos doctorados interinstitucionales. Tenemos una población de 3.200 estudiantes activos, 400 docentes y 150 trabajadores no docentes que brindan los servicios generales de la institución universitaria”, detalló.
“Este viernes vamos a tener una colación de grado, que va a ser una fiesta importante para la universidad, con prácticamente 90 profesionales de Ushuaia que van a estar recibiendo sus títulos y 50 de Río Grande”, precisó.
Obras paradas
En materia de obras, indicó que “están totalmente paralizadas, se hicieron algunas obras con recursos propios en Río Grande, hubo una ampliación que se inauguró a principios de este año, y en Ushuaia se concretó el edificio aulario principal, que nos permitió poder dar cuenta este año de la oferta académica que tenemos, pero tuvimos que reducir los alquileres que teníamos para el desarrollo de actividades docentes y de investigación. Solamente quedaron las áreas técnico-administrativas y de gestión en funcionamiento, y después espacios exclusivamente áulicos”.
“Tenemos reparaciones que estábamos haciendo pero no podemos concretar, porque el Ejecutivo Nacional decidió la suspensión de la obra pública. Las universidades estamos teniendo un deterioro significativo y, si la fuente de financiamiento desaparece, empezamos a tener problemas de funcionamiento también”, expresó.
Presupuesto sin aumento
Por otra parte el rector aclaró que el dinero previsto para 2026 para las universidades en realidad no significaba un aumento. “Para 2026 se asignan 4.8 billones de pesos, pero en realidad no es un aumento, porque hoy por hoy se están erogando 4.28 billones de pesos y lo que termina siendo es una actualización de la erogación de este año. Para el año 2026 estamos hablando de prácticamente el mismo monto, porque el piso histórico del presupuesto universitario fue este año 2025 y para el 2026 se estaba proyectando el mismo piso histórico”, dijo.
“Evidentemente el aumento no es un aumento, sino una actualización de ese piso histórico. El monto solicitado por el consejo interuniversitario fue de 7 billones y estamos muy lejos de eso. Hay 62 universidades nacionales en todo el país y es extremadamente importante el alumnado, porque es el mayor sistema universitario de nuestro país y cuenta también con un número significativo de trabajadores e investigadores. La Universidad de Tierra del Fuego es de las más pequeñas dentro del contexto nacional, pero tiene un impacto significativo en términos también de producción, de investigación y de construcción de saberes”, destacó.
Llegar a fin de año
Consultado sobre cómo espera llegar a fin de año, adelantó que “no llegamos con el presupuesto y estamos con bastantes dificultades. Esperamos que el Ejecutivo entienda que acá hubo un acompañamiento popular significativo y que deje la disputa para reinterpretar las acciones. Probablemente con una reinterpretación de las acciones nos logremos entender en el direccionamiento. Si hay un plan de desarrollo estratégico que tenga este gobierno, las universidades lo pueden acompañar. Si quieren ir para un sector de la producción, hay que cambiar las carreras y adecuarlas. Eso se puede elaborar y se pueden generar planes estratégicos para que así sea y que se actualicen los planes de estudio”, aseguró.
“Todo tiene que ver con un proceso de diálogo y con financiamiento para que eso ocurra. De hecho, las universidades somos bastante restrictivas a la hora de desarrollar los planes estratégicos. Esperemos que haya una recapacitación y que llevemos adelante una mejor relación entre el Ejecutivo y las universidades”, deseó.
Pérdida de profesionales
Como aspecto negativo de estos años de ajuste, mencionó la pérdida de profesionales. “Hemos tenido renuncia de docentes a lo largo de estos dos años, producto del atraso salarial, hemos perdido profesionales con amplia experiencia y es un problema después para el desarrollo de la clase. La verdad es que el estudiante es el que pierde a ese docente. Hay docentes que se retiran de la universidad para quedarse en el sector privado o que migran a otros sectores educativos. Hay otros que tenían dedicación exclusiva y pasaron a dedicación simple para trabajar en otra institución. Eso es moneda corriente y habitual en el último tiempo, porque realmente los salarios han quedado muy depreciados y eso ha impactado seriamente en el desarrollo de las aulas. Esto termina afectando la calidad académica”, advirtió.
“También hubo congelamiento de las becas y esto tuvo un impacto significativo en la población estudiantil. El sistema está viviendo una situación crítica en todos los claustros y por eso era necesaria esta ley, porque sin financiamiento era prácticamente imposible que pudiéramos resistir otro año más”, concluyó.

