El titular de la consultora ECOTONO, Federico Rayes, analizó la coyuntura económica y las perspectivas para el resto del año, en una semana que comenzó con calma, con una baja del dólar luego de los reveses que tuvo el gobierno en el Congreso, que agitaron a los mercados. “Lo que va a pasar el 27 de octubre no lo sabe nadie”, dijo de otro punto de inflexión que podría derivar en una corrida cambiaria, pero dio cuenta de “una señal muy fuerte” del gobierno, que ha dicho que “va a haber respaldo para todos los dólares que se necesitan poner de acá a principios de año, que es la gran preocupación que tienen muchos”. También opinó sobre el presupuesto provincial y el nacional, que deberán ajustarse a las nuevas variables, y le dedicó un párrafo al acuerdo de traspaso de YPF a Terra Ignis. Para el consultor habrá un gasto innecesario en la estructura de la empresa provincial, que carece de personal capacitado en la materia, y lo más indicado sería concesionar a empresas del sector privado directamente, sin la triangulación que se plantea.
Río Grande.- El titular de la consultora ECOTONO, Federico Rayes, dialogó con el programa ‘Buscando el Equilibrio’ por Radio Provincia sobre la coyuntura nacional y las perspectivas para lo que resta del año y señaló que “la mayoría de los analistas coincide en que hay muchos desequilibrios en la economía argentina, monetarios, cambiarios, fiscales y eso tiene repercusiones en la producción y el empleo. Esos desequilibrios no son de este gobierno ni del anterior, sino que son sucesivas acumulaciones por la forma de llevar adelante la política económica del país”, dijo.
“Hoy tenemos un gobierno nacional que está utilizando determinados instrumentos, que buscan surfear esos desequilibrios de la economía nacional. En estos últimos días estuvimos viendo expectativas sobre el manejo de esta botonera y cómo se llevan adelante estos instrumentos. Teníamos un dólar a 1.515 y en menos de 24 horas bajó a 1.450, pero no cambió nada en la economía real, lo que cambiaron son las expectativas, que llevan a las personas a tomar decisiones económicas”, explicó.
“La semana pasada la gente se volcó a buscar cobertura, salió de los pesos y se fue al dólar, pero hoy parece que esto se acomodó, ante eventuales anuncios que buscan tender puentes para saltar los desequilibrios económicos. A mi juicio la forma en que este gobierno utiliza estos instrumentos tiene falencias, como lo tuvo el anterior. Inevitablemente hay riesgos, si no, no tendríamos estos comportamientos de los mercados y las personas. No alcanzan los dólares, gastamos más de lo que entra, tenemos la mitad de la economía informal, el segmento de la seguridad social está completamente destruido”, enumeró de los principales problemas.
“A esto se suma un cuadro extraordinario, que es la incertidumbre adicional que pone el clima político, donde se exacerban todas las señales en torno a la economía. La semana pasada se exacerbaron para el fatalismo y fueron todos al dólar, y hoy se exacerban con la reacción contraria porque hay señales claras y acá no pasó nada, porque las cuestiones de fondo no han cambiado”, expresó.
“Lo que va a pasar el 27 de octubre no lo sabe nadie. Apareció una señal muy fuerte, que es que va a haber respaldo para todos los dólares que el gobierno necesita poner de acá a principios de año, que es la gran preocupación que tienen muchos. Hay un problema de desequilibrio cambiario, pero mientras el gobierno lo pueda llevar a cabo está todo bien. La economía argentina tiene pocos dólares y la única forma de hacerse de dólares es salir del mercado. Cuando se empezó a empañar la situación por el resultado electoral adverso, muchos actores se salieron de los bonos argentinos, comenzó a subir el dólar y comenzó a intervenir el Banco Central. Esto encendió una alarma. Cuando hoy sale el mensaje de que van a aparecer más dólares para satisfacer las necesidades de los bonistas, los bonistas se quedan tranquilos porque sus dólares van a estar de acá a fin de año”, desarrolló.
“Las expectativas siguen funcionando de la misma manera, si mañana sale un mensaje negativo, van a moverse para otro lado”, advirtió.
Cortoplacismo eterno
Las posibilidades de desarrollo para generar mano de obra y mayores ingresos siguen siendo de largo plazo y la mayoría está atado a la coyuntura. “Hay cuestiones a largo plazo, como agregar valor, reconfigurar la estructura productiva, pensar planes de producción, en cómo nos queremos posicionar como país para el resto del mundo; y hay otras cosas que son las urgentes, como pagar la deuda con organismos internacionales de acá a fin de año y cómo administran las provincias la situación de liquidez”, señaló.
“Hay que compatibilizar las dos situaciones y Argentina tiene un problema para hacer esto. Parte del problema es la inestabilidad institucional y política. Siempre estamos cambiando la visión de hacia dónde vamos. Tenemos un gran sesgo a tratar el corto plazo y dejar de lado el largo plazo. Hoy los desequilibrios macroeconómicos son lo de menos al lado de los desequilibrios institucionales y culturales que tenemos”, aseguró.
“Estas son correcciones a largo plazo, no vamos a solucionar en un gobierno los grandes problemas que tenemos los argentinos. Si el gobierno no encuentra un anclaje político para el plan que quiere llevar a cabo, se acaba el gobierno, este o el que sea. Hay que traer tranquilidad, vemos que se tranquilizó el dólar y que el Banco Central no vendió reservas, y esto tranquiliza. Esperemos que esto se mantenga de acá a las elecciones y que las elecciones se diriman en un marco de estabilidad, no de absoluta locura y caos”, deseó.
Situación de la provincia
Con respecto a Tierra del Fuego, indicó que “es la provincia que más coparticipación recibe por habitante. A números del mes pasado recibimos más de 300 mil pesos por habitante. Esos recursos representan más del 50% de los que dispone el sector público provincial. Hay una altísima dependencia de la coparticipación y nunca se hizo un esfuerzo sostenido y serio para planificar ingresos o fuentes de trabajo por fuera del esquema de coparticipación y del régimen de la 19640”, cuestionó.
“Hoy ese escenario se ve debilitado y cruje toda la cuenta pública. El sector industrial representa el 40% del valor agregado que se hace en la provincia. La producción de hidrocarburos y de gas supo ser la meca de toda la Patagonia y hoy está completamente en decadencia en Tierra del Fuego porque no se hizo la exploración que correspondía. Lo único que está vivito y coleando fuerte, está fuera de las aguas de Tierra del Fuego, que es el proyecto Fénix”, rescató.
“Si vamos al sector del turismo y comercio antártico vinculado con el turismo, están haciendo lo que pueden pero sigue siendo muy marginal. Tenemos una meca de cruceros que pasan por acá a los que no les sacamos al valor agregado que corresponde. Nunca nos enfocamos en eso y vienen cruceros desde hace años. No hemos sabido encontrarle el agujero al mate y ahora nos aprieta el zapato”, expresó.
Industria nacional
En este marco el futuro de la industria nacional es incierto. “Está claro que hay tensiones en el esquema de generación de empleo que está proponiendo el gobierno, porque está proponiendo una transición entre una economía cerrada y una economía abierta o competitiva con el resto del mundo. En ese esquema hay muchos que van a ganar y muchos que van a perder. Hay algunos más fuertes que van a crecer y perdurar, y otros más débiles que se van a caer”, sentenció.
“Esta tensión hay que administrarla y no es para nada fácil. Si se destruyen empleos pero por otro lado se crean otros, bienvenido sea. Va a haber tensiones pero se va a resolver. El problema es cuando hay destrucción y del otro lado no se encuentra creación. Por ahora está costando romper la dinámica de creación de empleo”, dijo.
Las cifras actuales no soy muy distintas a las de los últimos diez años. “Cuando uno mira a la Argentina, desde el 2015 estamos atascados en alrededor de seis millones de puestos de trabajo en el sector privado y seguimos igual. Tierra del Fuego tiene mucha dependencia del sector industrial vinculado al comercio de productos electrónicos y hoy el comercio está deprimido. También hay una curiosidad porque el último dato de agosto da que creció el empleo industrial, porque teníamos 9.500 en julio y en agosto tenemos 10.000. Estamos lejos del récord de 15.000 pero también estamos lejos del piso de 7.000 que tocamos hace un par de meses cuando vino Milei y todo parecía una catástrofe”, observó.
Presupuesto 2026
En materia presupuestaria, adelantó que habrá que barajar y dar de nuevo. “Tanto el presupuesto nacional como el provincial están hechos con condiciones que ya no existen en Argentina y hay que volverlos a analizar. Esos presupuestos no van más después de los últimos movimientos que hubo. Si es que hay voluntad de aprobar presupuestos en ambas jurisdicciones, vamos a tener cosas distintas”, manifestó.
“En Tierra del Fuego el presupuesto es absolutamente magro, con lo mínimo indispensable para funcionar y poquísimos gastos de capital. El gobierno plantea tomar deuda por 30 mil millones para algunos proyectos de inversión, hay un enorme déficit que se sigue incrementando y es bastante preocupante. La provincia viene administrando el déficit con muchísima tensión, con salarios del sector público deprimidos, tratando de atajar cualquier caja que tenga a la mano, la de AREF, la del Puerto. En el proyecto 2026 también hay intención de sacar algún recurso del Banco Tierra del Fuego, que eran fondos de contingencia del banco y los quieren llevar para el Ejecutivo. Sobre todo se plantea el retraso del pago a los proveedores que aumenta la deuda flotante”, detalló de los puntos negativos.
“El presupuesto nacional plantea crecimiento para el año que viene, que generaría más recursos para transferir a las provincias si eso se cristaliza. Le dan un poco más de rienda suelta al gasto en términos reales y habría un poco más de gasto social”, resumió.
Más gastos de Terra Ignis
Por último se le pidió opinión sobre el convenio de traspaso de las áreas de YPF a Terra Ignis, que no tiene estructura ni gente capacitada en la materia, por lo que tendría que asociarse con otra empresa. Para Rayes “el gobierno provincial está incursionando en una aventura. Vamos a navegar pero no se sabe capitanear ni nada. Es subirse a un barco que no se sabe manejar y hay que contratar un capitán que sepa. Básicamente se va a incurrir en una especie de triangulación, donde la provincia se hace cargo pero, como no sabe cómo hacer, contrata a otro. A mi juicio es un error y se incurre en costos innecesarios para mantener una estructura estatal nueva, cuando tranquilamente lo que se podría hacer es salir a concesionar de nuevo los pozos. Si rinden poco, se cobrarán menos derechos y se darán algunas características particulares a los contratos para que las empresas que concesionen puedan salir a explorar y descubrir pozos nuevos. Hoy yo lo describo como una aventura, que puede salir bien, pero los riesgos son muy grandes y va a haber muchos costos implícitos”, concluyó.

