El gimnasio del Colegio Haspen de la ciudad de Río Grande fue el escenario elegido para una nueva fecha del básquet provincial. Allí, el pasado fin de semana, se desarrolló una intensa jornada de partidos que reunió a las categorías U11, U13 y U15, tanto femeninas como masculinas, con el objetivo de dar continuidad a un calendario que prioriza el crecimiento de los más chicos y la consolidación del deporte en toda la provincia.
Río Grande.- La presidenta de la Federación de Básquet de Tierra del Fuego, Griselda Arguello, subrayó la importancia de estas instancias: “Cada fin de semana las familias acompañan, los papás y mamás están presentes alentando a los chicos, y eso es fundamental. Sin ese apoyo, nada de lo que hacemos tendría sentido”.
El encuentro dejó imágenes significativas: desde el debut de árbitras mujeres hasta la consolidación de nuevas camadas de jugadoras en divisiones que hasta hace pocos años estaban vacías.
Inclusión en el arbitraje con las mujeres que marcan el camino
Uno de los momentos más relevantes de la jornada fue el debut de dos jóvenes árbitras, que por primera vez dirigieron un partido solas, sin la asistencia de colegas con mayor experiencia.
Arguello destacó este paso como un logro colectivo: “Es un gran mérito. Se animaron a arbitrar, lo hicieron con seriedad y se nota que les gusta. Siempre hay cosas por mejorar, incluso para quienes llevamos años en esto, pero lo importante es que dieron ese primer paso y demostraron capacidad”.
La presidenta explicó que en los últimos años la Federación ha impulsado activamente la inclusión femenina en el arbitraje, alentando a más chicas a capacitarse: “Antes las mujeres éramos minoría. Hoy la balanza se está inclinando a nuestro favor, y eso es gracias a un trabajo de confianza y de visibilización. Generamos espacios donde ellas puedan sentirse seguras, sin esa mirada constante de juicio que muchas veces condiciona. Arbitramos para que los chicos puedan jugar, y todos los clubes lo valoran”.
Formación de nuevas camadas
El crecimiento del básquet femenino en particular fue otro de los puntos centrales que remarcó Arguello. La dirigente explicó que hace algunos años existía una falta de renovación en las divisiones formativas femeninas, lo que ponía en riesgo la continuidad de los planteles mayores.
“Había un vacío en U15 y U17, porque el básquet estuvo parado un tiempo y no teníamos recambio. Hoy eso está cambiando: ya se ven nenas nuevas en U11, U13 y U15, y es muy lindo ver cómo se animan cada vez más. Estamos trabajando para que esas edades intermedias también se completen”, señaló.
El caso de clubes que llegan a presentar dos equipos en una misma categoría refleja el aumento sostenido en la cantidad de jugadores y jugadoras. Para Arguello, este dato es una señal clara de que Río Grande está recuperando el lugar que tuvo históricamente como semillero del básquet fueguino: “En algunos clubes hay más de 12 chicos y chicas por categoría, entonces se dividen en dos equipos para que todos tengan lugar. Eso habla de crecimiento, de convocatoria y de un básquet que volvió a latir fuerte en la ciudad”.
Encuentros interciudades: un puente con Ushuaia
La dinámica de competencia también incluye partidos entre equipos de Río Grande y Ushuaia. El fin de semana, por ejemplo, el club Universitario viajó a la capital provincial con sus divisiones U13 y U17 masculinas, para enfrentar a Escuela 3 y club de Amigos, como así también el club Defensores en la categoría mayores masculina.
Este intercambio fortalece el calendario y permite que los chicos acumulen experiencia frente a rivales distintos. Arguello valoró el esfuerzo de los clubes: “Son jornadas largas, de la mañana hasta la noche, y el sacrificio de viajar siempre es grande. Pero estos encuentros son necesarios para darle nivel a nuestros jugadores y prepararlos para desafíos mayores”.
Amistosos como herramienta de crecimiento
Además de las fechas oficiales, la Federación impulsa encuentros amistosos entre clubes locales cuando el calendario deja huecos. Esto asegura que los chicos no pierdan continuidad y que categorías menores como Cebollitas y Premini también tengan sus espacios de juego.
“Aprovechamos los fines de semana que no hay competencia oficial para organizar amistosos y que todos puedan participar. Siempre hablamos de formativas, porque ahí es donde está la base del futuro. En la última jornada (domingo), por ejemplo, incluimos U11, U13 y U15 del club Yoppen que aprovechó la ocasión para recaudar fondos para sus viajes, y la cancha estuvo llena de chicos todo el día”, explicó Arguello.
Camino a los Juegos de la Araucanía
El calendario formativo también tiene como horizonte la preparación para competencias regionales y nacionales. En este sentido, Arguello recordó que Tierra del Fuego participará en los Juegos Binacionales de la Araucanía, que este año se disputarán en La Pampa desde el 7 de diciembre.
“Todos estos encuentros, tanto oficiales como amistosos, sirven como preparación para los chicos que van a representar a la provincia. El roce, la experiencia y la continuidad de juego son fundamentales para llegar de la mejor manera”, señaló.
El Arbitraje oficial con una nueva generación
Otro de los temas centrales que destacó Arguello fue la renovación en el arbitraje, con la incorporación de jóvenes de entre 18 y 20 años que ya empiezan a dirigir partidos.
La presidenta explicó que la Federación exige como requisito inicial tener 18 años cumplidos, tras lo cual los interesados realizan un curso de inducción sobre reglamento y prácticas en cancha. Primero se los prueba en partidos amistosos, y luego, a medida que ganan confianza, se los designa en encuentros oficiales.
“Con este grupo nuevo estoy muy conforme, superaron mis expectativas. Son chicos jóvenes, con muchas ganas. Eso nos da tranquilidad, porque hasta hace poco la mayoría de los árbitros éramos grandes y empezaba a preocupar el recambio. Ahora tenemos una camada nueva que asegura continuidad, siempre que los sigamos cuidando, formando y motivando”, indicó Arguello.
La importancia del acompañamiento familiar
Uno de los pilares de este crecimiento ha sido el rol de las familias. Según Arguello, la presencia de los padres y madres en cada partido es clave para sostener la motivación de los chicos: “Las familias son parte de cada jornada. Están en la tribuna, apoyan, colaboran en las actividades, y eso le da un marco muy especial a todo lo que hacemos”.
Este acompañamiento se refleja también en las reuniones de recaudación de fondos, que se organizan periódicamente para financiar viajes y traslados de todos los equipos. “además, mantenemos de forma regular reuniones abiertas con todos los clubes. Invitamos a todos los papás a sumarse, porque esos aportes son los que nos permiten viajar a Ushuaia o a otras provincias cuando toca representar a Tierra del Fuego”, explicó la presidenta.
Río Grande: nuevamente cuna del básquet
La propia Arguello reconoció que en los últimos años se observa una recuperación del básquet en Río Grande, con un crecimiento notable en la cantidad de equipos y jugadores.
“Hace un tiempo parecía que la ciudad había perdido ese lugar histórico como cuna del básquet. Hoy lo estamos recuperando. Hay clubes con planteles numerosos, hay chicas que se animan a jugar y chicos que llenan las categorías formativas. Todo eso habla de un básquet que está vivo y que tiene mucho futuro”, afirmó.
Mirando hacia adelante
La Federación de Básquet de Tierra del Fuego encara los próximos meses con varios desafíos:
- Seguir ampliando la base formativa, especialmente en U15 y U17 femeninas.
- Consolidar la camada de nuevos árbitros, acompañándolos en su desarrollo.
- Fortalecer la competencia interciudades, para que los equipos de Ushuaia y Río Grande sigan midiéndose entre sí.
- Preparar a la delegación provincial de cara a los Juegos de la Araucanía.
- Mantener el acompañamiento familiar y comunitario, clave para la sostenibilidad del proyecto.
En conclusión, el fin de semana en el Colegio Haspen dejó en claro que el básquet fueguino atraviesa un momento de renovación y crecimiento sostenido. Con nuevas árbitras debutando, categorías femeninas en expansión, amistosos que mantienen la actividad y familias que acompañan cada paso, el deporte avanza con una base sólida hacia el futuro.
La mirada de Griselda Arguello sintetiza ese espíritu: “Estamos construyendo entre todos. Con errores y aciertos, lo importante es que los chicos puedan jugar, que el básquet siga creciendo y que cada vez más personas se sumen. Ese es nuestro compromiso como Federación”.

