El secretario general del Centro de Empleados de Comercio de Río Grande, Daniel Rivarola, no se anduvo con rodeos al describir la situación económica que atraviesan la provincia y la ciudad. En este sentido, el dirigente gremial advirtió que la caída del consumo, el cierre de negocios y los despidos masivos han configurado un panorama que “no se veía desde el 2001”. Además, informó que en lo que va de 2025 ya se registraron 118 despidos en el sector, que se suman a los 380 del año pasado. También apuntó contra la pasividad del Estado, para lo cual sostuvo que “el Ministerio de Trabajo llega dos años tarde, el Estado está laxo en los controles, no funciona como autoridad de aplicación y mientras tanto, los compañeros quedan desprotegidos”.
Río Grande.- En un país donde la Casa Rosada insiste en mostrar una foto de “recuperación”, la mirada de Rivarola expone el otro lado, donde hay comercios que no abren caja en tres días, los changuitos vacíos en los supermercados y los trabajadores que se reinventan en la informalidad para sobrevivir.
En este marco, manifestó en dialogo con FM La Isla, el secretario general del Centro de Empleados de Comercio de Río Grande, Daniel Rivarola, manifestó que “hoy hay horarios enteros en los supermercados donde no hay nadie comprando, se terminó el chango lleno y los cajeros se miran entre ellos porque no tienen clientes”, graficó.
El contraste entre la realidad de la calle y el discurso oficial fue uno de los ejes más duros de sus críticas, al manifestar que “para el Gobierno nacional está todo maravilloso, pero cuando caminas la calle la situación es otra, nos hablan del dólar y de las elecciones de octubre, pero no miran al cliente ni al trabajador, esa realidad paralela no resiste una vuelta por los barrios”, disparó.
Despidos y empleo en negro
Rivarola informó que en lo que va de 2025 ya se registraron 118 despidos en el sector, que se suman a los 380 del año pasado.
“Esos compañeros están en la calle, muchos terminaron abriendo un multirrubro con la indemnización, y a su vez contratan a alguien en negro para poder sostener el negocio, el empleo registrado se achica y lo poco que aparece es precario”, sostuvo.
En este marco, señaló que “la situación golpea particularmente a rubros como corralones, electrónica y electrodomésticos, que se encuentran prácticamente paralizados, cada cheque que se deja de pagar en la industria es un plato menos en la mesa del comercio y la gastronomía, si no hay reactivación industrial, vamos a seguir achicándonos”, alertó.
Estado ausente y controles laxos
El dirigente gremial también apuntó contra la pasividad del Estado, para lo cual sostuvo que “el Ministerio de Trabajo llega dos años tarde, el Estado está laxo en los controles, no funciona como autoridad de aplicación y mientras tanto, los compañeros quedan desprotegidos”, denunció Rivarola, señalando que, si bien desde el sindicato mantienen los controles y denuncian el trabajo en negro,
Crítica a la política
Rivarola fue lapidario con la dirigencia política, a la que acusó de mirar para otro lado, marcando que “la preocupación de los sectores políticos es temporal, aparece solo en tiempos electorales, después se olvidan del trabajador, el sector obrero sigue siendo útil para juntar votos, pero cuando llegan a los lugares de decisión, desaparece. Eso duele y genera desconfianza”.
Una advertencia de cara al futuro
Con un tono similar al que se respira en la calle, el referente mercantil advirtió que el descontento social se traduce inevitablemente en las urnas, dado que “la gente sabe lo que le pasa, aunque no lo diga, sabe que cada vez le cuesta más poner un plato de comida en la mesa y cuando vota, lo hace en consecuencia, después se sorprenden las encuestadoras y los canales del oficialismo, pero la realidad tarde o temprano golpea la puerta”, concluyó.

