En Tierra del Fuego, donde el viento y el frío son parte del paisaje cotidiano, el deporte se ha convertido en un lenguaje de identidad y de encuentro. Entre las disciplinas que más han crecido en los últimos años, el hockey pista ocupa un lugar destacado, y en ese escenario una figura se destaca por su compromiso y su mirada integradora: Delia Fresone, referente del hockey fueguino y parte activa del entramado que sostiene la vida institucional y deportiva como presidenta de la Federación de Hockey Tierra del Fuego.
Río Grande.- Con un recorrido que combina la experiencia en la gestión, la docencia deportiva y el acompañamiento cercano a las jugadoras y entrenadores, Delia representa la esencia de un movimiento que se ha fortalecido a partir del trabajo conjunto entre los clubes, las familias y la Federación. En sus palabras, el hockey no es solo una competencia: es una comunidad que crece, aprende y se apoya mutuamente.
Una historia de compromiso y pertenencia
Delia comenzó a vincularse con el hockey desde muy joven, primero desde la práctica y luego como formadora. Con el paso de los años, su compromiso la llevó a asumir responsabilidades dentro de la estructura dirigencial, participando activamente en los espacios de organización y coordinación del hockey fueguino.
Desde su visión, el crecimiento del deporte en la provincia no puede explicarse sin la colaboración constante entre todos los actores. “El hockey en Tierra del Fuego se construye en equipo. Cada club, cada entrenador, cada familia, aporta algo. Nadie crece solo”, subrayó.
Ese espíritu colectivo se ha vuelto un sello de identidad. En una geografía donde las distancias son largas y los recursos a veces escasos, la pasión por el hockey ha logrado unir voluntades. Para Delia, esa unión es la clave: “El sentido de pertenencia es lo que más nos enorgullece. Acá todos tiramos para el mismo lado, más allá del color de la camiseta”.
La Federación como motor de crecimiento
La Federación de Hockey Tierra del Fuego ha tenido en los últimos años un papel central en la organización del deporte, con un trabajo sostenido que apunta tanto a la formación de jugadoras, jugadores y árbitros como a la consolidación de las competencias locales y la participación en torneos nacionales e internacionales.
Delia, desde su rol dentro de la estructura federativa, reconoce el esfuerzo institucional que se viene realizando: “La Federación viene trabajando con mucho compromiso. Hay un esfuerzo enorme por sostener el crecimiento del hockey pista en toda la provincia. Se han multiplicado las instancias de capacitación, se fortalecieron los vínculos entre los clubes y se priorizó el desarrollo de las categorías formativas. Eso genera futuro”.
El acompañamiento de la Federación no se limita a lo administrativo. También implica presencia en los entrenamientos, diálogo permanente con los clubes, gestión de recursos y, sobre todo, una mirada pedagógica. “El hockey fueguino tiene una particularidad: la pasión está en todos los niveles. Hay chicas y chicos que entrenan con frío, en horarios difíciles, y detrás de eso hay profesores, dirigentes y familias que los sostienen. Es un trabajo de base muy fuerte y muy humano”, agregó.
El hockey como escuela de valores
Para Delia, más allá de los resultados deportivos, el hockey tiene una función educativa y social irremplazable. En su mirada, la cancha es un espacio de aprendizaje donde se transmiten valores que trascienden el juego: el respeto, la solidaridad, la disciplina, la empatía y el sentido de grupo.
“El hockey enseña a convivir, a escuchar, a respetar los tiempos del otro. Es un deporte donde el compañerismo se nota en cada entrenamiento. Y eso se traduce en cómo nos vinculamos fuera de la cancha. Por eso digo que el hockey fueguino no forma solo deportistas, forma personas”, enfatizó.
Esta concepción integral del deporte está en el corazón del proyecto federativo. Las capacitaciones para entrenadores, los encuentros de formación arbitral y las clínicas abiertas para jugadoras y jugadores son parte de una estrategia que busca sostener ese equilibrio entre la excelencia deportiva y los valores humanos. “La Federación apuesta al crecimiento, pero sin perder la esencia. Queremos que el hockey fueguino siga siendo una familia”, resumió Delia.
Un presente de consolidación y nuevos desafíos
Los últimos años marcaron un punto de inflexión en el desarrollo del hockey pista en la provincia. Con torneos cada vez más organizados, la presencia de clubes en todas las ciudades y un aumento significativo en la cantidad de jugadores y jugadoras, Tierra del Fuego ha logrado posicionarse como un polo destacado dentro del panorama patagónico.
Delia reconoce que ese crecimiento también implica desafíos: “Hay que seguir formando técnicos, árbitros, oficiales de mesa y dirigentes. Es la manera de sostener el nivel y de que el hockey siga creciendo de manera equilibrada. La Federación está impulsando ese camino, con capacitaciones y con una política de puertas abiertas”.
El acompañamiento de los municipios, el gobierno provincial, la articulación con las instituciones educativas y el compromiso de las familias han sido pilares de este proceso. “El hockey fueguino crece porque la comunidad lo acompaña. Hay escuelas que prestan sus espacios, padres que se organizan para los viajes, profesores que hacen horas extra para entrenar a los chicos. Todo eso es lo que no se ve, pero que hace grande a este deporte”, destacó Delia con emoción.
El rol de la mujer en el hockey fueguino
Uno de los aspectos que Delia valora especialmente es el protagonismo que han ganado las mujeres en todos los niveles del hockey provincial. Entrenadoras, árbitras, dirigentes y jugadoras conforman hoy una red de liderazgo que impulsa el crecimiento de la disciplina con una mirada inclusiva y moderna.
“Las mujeres somos una parte fundamental del hockey. Muchas de las personas que sostienen los clubes son mujeres, muchas de las profesoras que trabajan con las categorías formativas también. La Federación lo entiende y lo promueve, y eso nos llena de orgullo”, afirmó.
La participación femenina en roles técnicos y dirigenciales ha permitido además fortalecer la perspectiva educativa dentro del deporte. “Hay una sensibilidad especial cuando se trabaja desde el cuidado, desde la contención. Y eso también es parte del hockey fueguino: no es solo entrenamiento y competencia, es acompañamiento, diálogo, y un vínculo permanente entre generaciones”, sostiene.
Mirar al futuro con esperanza y trabajo
El horizonte del hockey pista en Tierra del Fuego se presenta con múltiples oportunidades. La consolidación de las ligas locales, la posibilidad de seguir organizando torneos provinciales y nacionales, y el intercambio con otras federaciones son parte de los objetivos a corto y mediano plazo.
Para Delia, el futuro depende de sostener lo que ya se ha construido: “Tenemos una base sólida. Hay una generación de jóvenes con mucho talento y con muchas ganas. Lo importante es acompañarlos, darles herramientas, y seguir construyendo comunidad”.
La Federación, en ese sentido, cumple un papel insustituible. “Cuando los clubes, las familias y la Federación trabajan juntos, todo se potencia. Esa articulación es la que nos ha permitido llegar hasta acá, es la que nos va a permitir seguir creciendo”, afirma.
Una pasión compartida que trasciende la cancha
Al finalizar la charla, Delia vuelve sobre una idea que resume su compromiso: el hockey como punto de encuentro y como motor de identidad fueguina.
“Acá el hockey no se vive solo como un deporte. Es una forma de encontrarnos, de compartir, de enseñar y de aprender. Cada torneo, cada entrenamiento, cada viaje, deja una huella. Yo me siento parte de algo que trasciende lo individual. Y cuando veo a las chicas y chicos disfrutar, entrenar, esforzarse, entiendo que todo vale la pena”, concluyó con emoción.
En sus palabras y en su accionar cotidiano se sintetiza el espíritu de una Federación que no se detiene, que crece desde la unión y el esfuerzo colectivo, y que encuentra en personas como Delia Fresone el reflejo más claro de su esencia: una pasión que se multiplica en cada club, en cada familia y en cada cancha de hockey de Tierra del Fuego.
