El gimnasio del Instituto María Auxiliadora fue escenario este fin de semana de una jornada vibrante y llena de entusiasmo, donde el tenis de mesa fueguino volvió a mostrar su crecimiento sostenido, tanto en número de participantes como en calidad de juego.
Río Grande.- El Torneo Provincial de Tenis de Mesa, organizado bajo la coordinación del Entrenador Nacional Nivel 1 de la Federación Nacional e Internacional de Tenis de Mesa; Mario Velázquez, convocó a jugadores y jugadoras de distintas edades y géneros, en un evento que ya se ha transformado en un clásico del calendario deportivo provincial.
Aunque el torneo no tuvo costo de inscripción ni premiación económica, la convocatoria fue notable. Los participantes valoran la oportunidad de medirse en el ranking y de participar en un encuentro que, más allá de los resultados, representa una verdadera celebración del deporte y del esfuerzo colectivo que lo sostiene.
Una competencia que consolida la pasión fueguina por el tenis de mesa
El torneo reunió a una cantidad muy importante de jugadores, tanto masculinos como femeninos, con categorías que fueron desde menores de 12 años hasta veteranos de +60, además de los niveles de Primera, Segunda y Tercera, según el desempeño técnico de los competidores.
Para Mario Velázquez, el torneo provincial tiene un valor simbólico y formativo clave: “Fue muy buena la concurrencia. Y aunque hoy no se cobre inscripción ni se entreguen trofeos, la gente viene igual porque necesita medirse en el ranking, ver cómo está y prepararse para el próximo año. Eso habla de compromiso. Hoy los trofeos son muy caros y la situación económica no permite cobrar cuotas accesibles, pero aun así, el entusiasmo no baja”.
El evento también sirvió como punto de encuentro entre generaciones, reafirmando que el tenis de mesa fueguino se ha transformado en una comunidad donde conviven la experiencia, el aprendizaje y el amor por la disciplina.
Formación y profesionalización: un logro histórico para el tenis de mesa del sur
Entre los aspectos más relevantes del presente de la disciplina, Velázquez destaca con orgullo la formación de entrenadores y árbitros a nivel nacional e internacional, un paso trascendental para el desarrollo estructural del tenis de mesa en la región.
“Por primera vez en la historia logramos formar 16 entrenadores nacionales y 14 árbitros, no solo de Tierra del Fuego sino también de Santa Cruz y otras provincias patagónicas. Eso marca un antes y un después. La formación es la base de todo”.
Además, este año la provincia organizó por primera vez un torneo con puntaje nacional, que tuvo características similares a un campeonato argentino en categorías menores.
“Fue en marzo y fue un éxito total. Lo hicimos con mucho esfuerzo, y después de ese torneo otras provincias como Río Negro y Santa Cruz siguieron el ejemplo. Eso demuestra que desde el sur también podemos marcar el camino”.
Para Velázquez, estos logros no son casuales sino resultado de una política de trabajo sostenida, donde el esfuerzo individual y la gestión colectiva se combinan para construir oportunidades. “Hay mucho trabajo detrás, muchas horas, y sobre todo una pasión enorme por hacer crecer este deporte en condiciones que no siempre son fáciles”, afirmó.
El valor del esfuerzo en tiempos difíciles
A pesar del contexto económico complejo, el tenis de mesa fueguino ha sabido mantenerse en movimiento gracias a la constancia de sus protagonistas y al acompañamiento de las instituciones locales.
“Hemos viajado tres veces al continente para competir, con el apoyo de la Secretaría de Deportes de la Provincia, que siempre nos da una mano dentro de lo posible. No es que falte voluntad: faltan recursos. Pero igual seguimos. En Santa Cruz, por ejemplo, llevamos un grupo de 40 jugadores entre Ushuaia y Río Grande, algo impensado hace unos años”, relató Velázquez.
Esa participación permitió a los deportistas fueguinos medirse con los mejores del país, sumar experiencia y fortalecer la camaradería entre clubes. “El grupo se unió mucho en esos viajes. Son cosas que dejan huella y que los chicos recuerdan toda la vida”, subrayó.
De cara al cierre del año, el calendario aún guarda desafíos importantes: un Torneo Sudamericano y el Patagónico en Chile, instancias que servirán para seguir fortaleciendo la presencia del tenis de mesa fueguino a nivel regional.
Recursos humanos: el gran desafío del crecimiento
Uno de los temas que más preocupa a Velázquez tiene que ver con la falta de recursos humanos remunerados que puedan sostener el ritmo de crecimiento de la disciplina.
“Necesitamos entrenadores y entrenadoras que puedan trabajar de esto. No todos pueden hacerlo ad honorem, y eso limita el desarrollo. Tenemos una estructura en expansión, más jugadores, más clubes, más competencias, y necesitamos más gente preparada”, explicó.
El entrenador reconoce que el desafío para el próximo año será consolidar un esquema donde los técnicos puedan percibir un ingreso por su trabajo, lo que permitiría profesionalizar aún más la actividad. “Esto no es solo un hobby. Es un deporte que exige conocimiento, planificación, disciplina. Los chicos merecen que haya entrenadores estables y bien formados que los acompañen”, remarcó.
El trabajo conjunto con los clubes: una red que sostiene y multiplica
El crecimiento del tenis de mesa fueguino no puede entenderse sin la participación activa de los clubes, que funcionan como verdaderos motores del desarrollo.
Velázquez destaca especialmente el rol del Club San Martín de Río Grande, al que define como “pionero y sostén histórico” de la disciplina.
“San Martín siempre apostó por el tenis de mesa. Desde la comisión directiva hasta los padres, todos colaboran. Nos han aguantado muchísimo y han abierto las puertas incluso en momentos difíciles. Sin ese respaldo, nada de esto sería posible”.
Además, en los últimos años Ushuaia también ha mostrado un crecimiento sostenido, con la apertura de nuevos espacios y la conformación de clubes que poco a poco se suman al circuito competitivo.
“En Ushuaia el deporte también se está moviendo. Hay un nuevo club que va creciendo, y en la universidad se armó un grupo de jugadores que entrena regularmente. Todo eso suma. Cuando te das cuenta, hay más chicos, más chicas, más padres, más mesas… y el deporte se multiplica”, contó con entusiasmo.
Ese trabajo en red, con padres comprometidos, dirigentes, profesores y jugadores, ha sido la clave del presente alentador que vive la disciplina.
Deporte adaptado: inclusión y compromiso
Uno de los proyectos más sensibles y significativos impulsados por Velázquez es la incorporación del deporte adaptado dentro de la estructura del tenis de mesa provincial.
“Siempre soñé con que todos pudieran jugar. No soy profesor de educación física, y eso me limitaba un poco, porque hay que estar preparado para trabajar con personas con discapacidad o adultos mayores. Pero hoy tenemos un equipo excelente”, comentó.
Ese equipo está integrado por Gabriela, su hijo -ambos profesores de educación física- y Ricardo Arriola, especialista en trabajo con personas con discapacidad y adultos mayores.
“Gracias a ellos se amplió el abanico de oportunidades. Hoy tenemos un grupo de chicos y adultos que entrenan, participan y compiten. No es fácil, pero se puede. Y eso nos llena de orgullo”.
El entrenador también reconoce que la inclusión requiere planificación y recursos, tanto humanos como materiales. “Hay que hacerlo bien, porque por hacer mucho y hacerlo mal no sirve. Pero ahora tenemos la gente adecuada y las ganas, que es lo principal”, aseguró.
Una comunidad que se sostiene con esfuerzo y valores
En cada palabra de Mario Velázquez se percibe la gratitud hacia quienes acompañan este proceso: los padres, los jugadores, los entrenadores y las instituciones.
“Esto no lo puede hacer una sola persona. Yo lo hice muchos años, pero es muy desgastante. A veces uno, por querer abarcar todo, termina haciendo las cosas mal. Hoy hay un equipo, hay madurez, y eso me da mucha tranquilidad”, confiesa.
El crecimiento, asegura, ha sido notable: “En los últimos dos años el cambio fue del 80%. Hay más entrenamientos, más chicos, más interés. Falta mucho, pero el camino está trazado”.
A pesar de las dificultades, el optimismo se mantiene intacto. Velázquez considera que el tenis de mesa fueguino tiene futuro porque está construido sobre una base sólida: el trabajo en equipo y la pasión compartida.
Mirando hacia adelante con compromiso y continuidad
El cierre de temporada será intenso, con competencias internacionales y la planificación de un nuevo año cargado de desafíos. Pero más allá de los torneos, Mario Velázquez insiste en que el objetivo central sigue siendo formar personas a través del deporte.
“Esto es un proceso. Hoy tenemos chicos que empezaron hace poco y que mañana van a estar representando a la provincia o al país. Hay que seguir formándolos, acompañarlos y darles oportunidades”, señaló.
Antes de despedirse, el entrenador hace un reconocimiento especial: “Quiero agradecer a la Secretaría de Deportes de la Provincia, al Club San Martín, a los padres y a todos los que trabajan conmigo día a día. Sin ellos, nada de esto sería posible. Todo lo que logramos fue gracias al esfuerzo compartido”.
Un ejemplo de perseverancia y amor por el deporte
El testimonio de Mario Velázquez deja ver con claridad que el tenis de mesa fueguino atraviesa un momento de crecimiento sostenido, sostenido por la pasión, la dedicación y la voluntad de quienes lo integran.
Su labor, acompañada por un equipo que combina experiencia y juventud, ha permitido que cada torneo, cada entrenamiento y cada nueva mesa que se abre representen mucho más que una simple competencia: son espacios de encuentro, inclusión y construcción colectiva.
En una provincia donde los desafíos geográficos y económicos son grandes, el tenis de mesa se alza como un símbolo de constancia, cooperación y esperanza. Y en el corazón de ese proceso, Mario Velázquez aparece como un referente indiscutido de una disciplina que no deja de crecer, sostenida por la pasión y el compromiso de toda una comunidad que entiende que el verdadero triunfo está en seguir adelante, juntos, haciendo historia desde el sur.
