El jefe de Gabinete de Ushuaia detalló el escenario político y financiero que enfrenta la Municipalidad para 2026, la creación de la Guardia Urbana, la ejecución de obras sin apoyo nacional y el refuerzo de los sistemas de prevención ante posibles ocupaciones durante el verano.
Ushuaia.- En un contexto nacional incierto, con un presupuesto nacional reconducido, recursos paralizados y obras frenadas en todo el país, el jefe de Gabinete de la Municipalidad de Ushuaia, Sebastián Iriarte, explicó en FM Master’s los ejes centrales del proyecto de presupuesto municipal 2026, que esta semana comenzó a ser debatido en el Concejo Deliberante.
Iriarte fue el primer funcionario del Ejecutivo en presentar los lineamientos del nuevo presupuesto, acompañado por el equipo económico municipal.
Y su diagnóstico fue claro al manifestar que “es un presupuesto obligatoriamente presentado, pero profundamente condicionado por decisiones nacionales que aún no existen”.
Un presupuesto “conservador”, atado a variables que Nación no define
Iriarte admitió que el presupuesto 2026 parte de una postura prudente, dado que “es un presupuesto conservador en la percepción de recursos y muy condicionado por variables macroeconómicas que Nación todavía no define, reforma tributaria, tipo de cambio, ejecución de fondos, todo eso puede modificarlo de manera sustantiva”.
La Municipalidad proyecta para 2026 un presupuesto cercano a 157.000 millones de pesos, pero su ejecución real dependerá de la disponibilidad de fondos coparticipables y de la política fiscal del Gobierno Nacional.
Todo ocurre, además, sin que exista aún un presupuesto nacional ni provincial aprobado, lo que obliga a trabajar con previsiones poco confiables.
“El presupuesto nacional está reconducido, los valores estimados están completamente desfasados. Pese a eso, es una obligación legal presentar el municipal”.
Salarios: por qué no se incluye un porcentaje de aumento
Uno de los puntos que generó sorpresa entre concejales fue la ausencia de un ítem que prevea incrementos salariales para 2026, para lo cual Iriarte explicó que “esto es una práctica histórica del Ejecutivo municipal y que responde a una política de administración responsable que lleva casi una década”.
Asimismo, dijo que “nunca se incorpora un porcentaje fijo de aumento salarial. Se trabaja en base a los recursos previstos y luego se ajusta durante el año, en 2016 recibimos una estructura en la que más del 80% del presupuesto se iba en salarios, hoy apenas supera el 50%, eso permitió transformar la ciudad”.
En otras palabras, el municipio mantiene la “flexibilidad para negociar salarios sin comprometer el funcionamiento general ni la ejecución de obras”.
Obras municipales: la ciudad compensa la parálisis nacional
Otro eje fuerte fue la confirmación de que varias obras, entre ellas, la pasarela, emblemática para Ushuaia, se harán con recursos propios.
Según Iriarte, “la Nación ejecuta solo el 79% de lo comprometido en promedio nacional, mientras que, en Tierra del Fuego, ese número cae al 66%, lo que ubica a la provincia entre las tres más perjudicadas”.
Además, hay “obras con contratos vigentes y recursos asignados que no están siendo transferidos”.
“Hay compromisos asumidos por programas nacionales y por el Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva que no llegan. Son fondos que hoy deberían estar volcándose a la provincia”.
Con este escenario, el municipio sostiene que “priorizará las obras fundamentales, potenciando la eficiencia que logró con la planta propia de asfalto, que redujo costos y aceleró los tiempos de pavimentación”.
Guardia Urbana: un nuevo esquema de prevención y control
Uno de los temas de mayor impacto político fue la creación de la Guardia Urbana, anunciada por el intendente Walter Vuoto a comienzos de año y ahora incorporada al presupuesto 2026.
Iriarte explicó el espíritu del proyecto, señalando que “no se trata de un organismo nuevo desde cero, se integrarán áreas municipales que hoy tienen funciones dispersas y el modelo es similar al del área de Salud del municipio, que logró consolidarse principalmente con personal propio reubicado y capacitado”.
“Vamos a juntar áreas que tienen funciones parecidas: patrullaje preventivo, control ambiental, monitoreo, y también articulación con Wenuí (WISE) y Defensa Civil. Será un área transversal de protección y prevención”.
La estructura quedará bajo la órbita de la Secretaría de Gobierno, que ya concentra la mayor parte de las inspectorías y de la operatividad municipal.
Reordenamiento institucional: posibles unificaciones de secretarías
El jefe de Gabinete confirmó que el Ejecutivo evalúa reducir y unificar áreas para optimizar recursos en 2026 y al respecto explicó que “es un movimiento político que anticipa un año de fuertes restricciones y que busca compactar la estructura municipal sin comprometer servicios ni proyectos estratégicos”.
Aún no hay definiciones finales, pero “es materia de análisis. Estamos evaluando unificar secretarías y reorganizar áreas operativas”.
Ocupaciones de tierras: alerta máxima para el verano
Como todos los veranos y especialmente ante una crisis económica que se profundiza, el municipio anticipa un escenario sensible en materia de ocupaciones.
Iriarte afirmó que ya están en marcha sistemas de alerta temprana y trabajos conjuntos con la “UISE, Policía Provincial, Defensa Civil, Áreas territoriales del municipio”.
“Estamos con monitoreo permanente. El verano y la crisis económica nos van a tener ocupados. Necesitamos intervención inmediata ante cualquier circunstancia”.
Por último, Iriarte, con tono técnico y alineado al discurso de Vuoto, dejó un mensaje nítido al manifestar que “la Municipalidad no puede esperar definiciones nacionales; tiene que seguir funcionando y sosteniendo la ciudad con lo que tiene”, concluyó.

