En un día cargado de contexto histórico y crítica política, el veterano de guerra e integrante del Centro de Ex Combatientes, Daniel Guzmán, reflexionó sobre el 20 de noviembre, los 180 años de la Vuelta de Obligado y el presente de la soberanía argentina. Desde las cadenas que frenaron a las flotas anglo-francesas en 1845 hasta las concesiones económicas actuales, donde Guzmán trazó un paralelismo contundente al manifestar que “estamos viviendo la antítesis de la soberanía. Si no paramos esto, nos quedamos sin patria”. También cuestionó a la clase política, a las corporaciones, a los gobiernos que entregaron recursos y a un sector de la sociedad que, asegura, “decidió no mirar”. “Es un día reflexivo, pero también de dolor: ¿qué estamos celebrando?”
Río Grande.- El veterano de guerra Daniel Guzmán, integrante del Centro de Ex Combatientes “Héroes de Malvinas”, inició la entrevista reconociendo que el 20 de noviembre es para él una “jornada de reflexión profunda, dado que “hoy vemos tambalear la soberanía y esto nos obliga a preguntarnos qué país queremos”, afirmó en dialogo con FM del Pueblo.
Para Guzmán, cada vez que se menciona la palabra “soberanía se piensa rápidamente en Malvinas, pero la problemática es más amplia, más compleja y más actual, dado que, la entrega o la supuesta entrega está en muchos sectores de la Argentina, no todo queda en Malvinas, lo que vemos hoy es una pérdida de independencia política, económica y cultural”.
El veterano considera que la fecha, los 180 años de la Vuelta de Obligado, tiene un “valor simbólico enorme, pero que en el contexto actual la evocación pierde fuerza si no se la vincula con la realidad presente, no podemos hacer una reflexión positiva cuando estamos viviendo hechos gravísimos”.
Un repaso histórico para entender el presente
Guzmán dedicó buena parte de su análisis a recordar qué ocurrió realmente el 20 de noviembre de 1845, cuando la Confederación Argentina, liderada por Juan Manuel de Rosas y con las fuerzas de Lucio Mansilla, frenó con cadenas cruzadas en el Paraná el avance de la flota anglo-francesa.
Relató con detalle el contexto al recordar “la presión de las potencias para abrir el comercio sin pagar impuestos, la decisión firme de Rosas, el combate cuerpo a cuerpo y las más de diez horas de resistencia pese a la inferioridad militar”.
Además, agregó que “murieron más de 300 argentinos, eso no fue un gesto romántico, fue un acto de defensa real de la soberanía, cuando le quitamos el valor humano a esos hechos, los convertimos en un simple relato escolar”, sostuvo.
El veterano profundizó además en un dato simbólico como lo fue lo sucedido en Punta de Quebracho, donde meses después “Argentina derrotó a la flota extranjera, no hay hoy un espacio de memoria, sino una planta de Cargill, es un insulto a la historia, el lugar donde los argentinos vencieron está ocupado por una cerealera norteamericana, eso te dice todo”.
“Es el mismo conflicto, 180 años después”
Guzmán enlazó la historia con la actualidad sin rodeos al manifestar que “en aquel momento querían manejar el comercio sin pagar impuestos, hoy, gracias al RIGI, empresas multinacionales hacen exactamente lo mismo”.
Recordó que en los años 90 comenzó la “privatización masiva de puertos y del sistema fluvial, lo que, según señala, derivó en un control casi absoluto de las corporaciones sobre el Paraná, privatizaron el río, los puertos, la aduana, eso fue entregado, y luego ratificado por distintos gobiernos”.
También cuestionó la presencia de ingenieros del Comando Sur estadounidense en territorio nacional para obras en la hidrovía: “¿Qué soberanía podemos defender si hasta la presencia militar extranjera está normalizada?”.
Para Guzmán, lo que ocurre hoy es incluso más grave, dado que “ya no se llevan solamente granos o ganado, hoy se llevan el litio, los minerales estratégicos, los recursos energéticos. Empresas británicas, que antes operaban en Malvinas con licencia colonial, ahora operan en territorio continental”.
“La soberanía es el alma del país. Y hoy el alma está siendo saqueada”
Consultado sobre el estado actual del país, sostuvo que “estamos en la antítesis de la soberanía, nos están robando el alma, una patria sin soberanía no existe.”
Explicó que la pérdida de soberanía económica es “consecuencia de haber perdido primero la soberanía política y advirtió que un sector de la sociedad parece acompañar sin cuestionamientos estos procesos”, criticó.
Además, agregó que “hay gente que celebra que se destruyan industrias, que se cierren fábricas, que entren productos importados más baratos, eso es desconocer lo que significa la dignidad nacional”.
El veterano lamentó ver argentinos festejando decisiones económicas que perjudican a la producción nacional, incluyendo la industria fueguina al señalar que “se aplaude la destrucción propia, eso no es soberanía, es dependencia celebrada”.
Autocrítica y responsabilidad: “Milei no llegó solo”
Guzmán también dirigió críticas a los gobiernos anteriores, a quienes responsabilizó por crear el caldo de cultivo que permitió la llegada del actual gobierno nacional.
Al respecto, indicó que “Milei no llegó solo, llegó por la falta de responsabilidad y dignidad de los gobiernos pasados, por la inflación descontrolada, por el bombardeo mediático, la gente se cansó”.
Sin embargo, fue tajante al cuestionar decisiones actuales como lo es la “flexibilización fiscal para empresas extranjeras, el desmantelamiento de políticas sociales, el recorte a sectores vulnerables y el avance sobre recursos estratégicos”.
Mencionó también los escándalos recientes vinculados a fondos destinados a personas con discapacidad, dado que “ya no se roban a las petroleras, se roban la plata de los discapacitados. ¿Cómo podemos estar tan desarticulados del dolor de la gente?”.
Malvinas, identidad y lucha: “El mejor estado del soldado es el combate”
En uno de los tramos más personales, Guzmán vinculó sus vivencias en Malvinas con la lucha por la soberanía actual y al respecto recordó combates como los de Monte Tumbledown y habló de compañeros caídos cuya memoria, asegura, debe guiar las acciones presentes.
“El mejor estado del soldado es en el combate, hoy el combate es por la dignidad, por la soberanía, por el país que vamos a dejar”.
Advirtió que, si esta generación no actúa, “los niños que vienen no tendrán patria, crecerán sin identidad y sin conocimiento del significado de soberanía”.
Guzmán cerró con un llamado urgente a la sociedad y a la dirigencia política al sostener que “si no paramos esto, nos quedamos sin patria y una patria sin soberanía no tiene alma, la soberanía es el alma de la nación, y hoy la estamos perdiendo”, concluyó.

