El abogado de la querella, que representa a la familia de la enfermera Denis Torres, valoró el avance judicial y aseguró que la investigación logró acreditar la falla técnica y las responsabilidades en el siniestro ocurrido el 1 de julio de 2022 en Río Grande. “Fue una causa complejísima, pero hoy sabemos qué pasó y quiénes fueron responsables”, afirmó.
Río Grande.- En dialogo con FM Aire Libre, el abogado querellante Dr. Francisco Ibarra, representante de la familia de la enfermera Denis Torres, una de las cuatro víctimas del accidente del avión sanitario ocurrido el 1º de julio de 2022 en Río Grande, realizó un extenso balance sobre la investigación y confirmó que la “Justicia Federal dictó el procesamiento de seis personas que, según la acusación, tuvieron responsabilidad directa en el siniestro”.
Cabe recordar que el trágico hecho tuvo lugar apenas segundos después del despegue, cuando la aeronave se precipitó a pocos metros de la pista del aeropuerto de Río Grande. El caso adquirió repercusión nacional por las características del operativo y por tratarse de un vuelo sanitario.
Una investigación “de un nivel de complejidad pocas veces visto”
Ibarra explicó que la causa demandó un trabajo técnico y pericial “sumamente complejo, que incluyó pedidos de informes a los Estados Unidos, pericias especializadas de la Junta de Seguridad en el Transporte (JST) y el análisis pormenorizado de manuales, motores, comandos y fichas técnicas de cada pieza del avión”.
“Fue una investigación de una precisión enorme, se trabajó sobre motores, turbinas, sistemas de comandos, audiocadenas, se analizaron manuales completos, la investigación fue meticulosa y muy profunda”, sostuvo.
El abogado destacó que, pese a la dificultad técnica, el avance se logró “en un tiempo récord” para los parámetros de la aviación y la justicia federal.
La falla: un clip no instalado que cortó la conexión entre comandos y alerones
Según explicó Ibarra, la investigación permitió determinar que la causa directa del siniestro fue la “ausencia de un clip, denominado “locking clip”, en el sistema de comandos de los alerones”.
Este elemento es el que asegura la tensión entre los cables que conectan los comandos del piloto con los alerones del avión. Su falta habría provocado una pérdida de control inmediata durante la maniobra de despegue.
“No estaba instalado, esa ausencia impidió que existiera tensión entre los comandos y los alerones, por eso en la filmación se ve que el avión hace un rolido hacia la izquierda, vuelve a intentar estabilizarse y luego cae”, precisó.
Ese detalle técnico, que parecía casi imperceptible, fue finalmente el “eje probatorio que llevó a la Justicia a avanzar sobre las responsabilidades”.
Procesamiento para seis imputados
El auto de procesamiento dictado por la Justicia Federal alcanza a Rubén Barbosa, representante técnico, Dino Sánchez, inspector, Javier Galera, mecánico, Miguel Velárdez, mecánico, Adrián Echeverría, mecánico y Daniel Jablowsky, gerente de la empresa Air Delta, encargada del mantenimiento
Las imputaciones están ligadas a negligencia e imprudencia en tareas técnicas esenciales, el incumplimiento de procedimientos obligatorios y la falta de verificación del dispositivo cuya ausencia derivó en el accidente.
“Se acreditó que quienes tenían la obligación de controlar estos mecanismos no lo hicieron, esa falla provocó un riesgo aeronáutico extremo, que lamentablemente se materializó en la muerte de cuatro personas”, explicó Ibarra.
Controles previos y dudas sobre los hábitos de trabajo
Durante la entrevista, el abogado detalló que existían dos controles anteriores, uno de “diciembre de 2021 y otro del año 2020, en los que se debía verificar el estado de los comandos del alerón. Sin embargo, nada permitió establecer con claridad si el clip fue mal instalado, mal supervisado o directamente omitido”.
Consultado sobre si se trató de un hecho aislado, el letrado fue contundente al sostener que
“me cuesta pensar que justo en la única vez que actuaron con negligencia ocurrió un accidente, da la sensación de que estaban acostumbrados a actuar con imprudencia, no puedo afirmarlo, pero es una impresión difícil de evitar.”
“Fue un trabajo de excelencia del Juzgado y la Fiscalía”
Ibarra dedicó gran parte de la entrevista a reconocer el trabajo del Juzgado Federal y de la Fiscalía, destacando la seriedad del proceso y en este sentido manifestó que “como abogado de parte debo decirlo, el nivel de compromiso y excelencia con el que trabajaron la Fiscalía Federal y el Juzgado fue extraordinario. Fue una investigación enorme y muy profesional.”
El expediente, indicó, tiene “muchísimos cuerpos y requirió coordinación técnica entre múltiples organismos nacionales e internacionales”.
Lo que viene: apelaciones y juicio
El abogado explicó que “ahora resta esperar los pasos de las defensas, que podrían presentar recursos, si no prosperan, la causa se encaminará a juicio oral”.
Además, paralelamente a la vía penal, la querella inició una “acción civil contra Flying Americas, propietaria del avión, y contra Air Delta, la empresa encargada del mantenimiento”.
El impacto en las familias
Ibarra se refirió al estado emocional de los familiares de las víctimas, el piloto Claudio Canelo, el copiloto Héctor Vítorez, el médico Diego Solfi y la enfermera Denis Torres, tras conocer el procesamiento.
“La familia está conmovida, era un momento esperado, pero cuando llega se revive todo, es una mezcla de satisfacción por el avance y un dolor muy grande por la tragedia”, concluyó.

