Caballero advierte que el Gobierno Nacional dejó a Tierra del Fuego ‘sin plan y sin interlocutores”

El director ejecutivo de la Unión Industrial Fueguina trazó un diagnóstico lapidario ante la caída del mercado, el desplome de la producción, una Nación que toma decisiones sin medir consecuencias y una isla que enfrenta el 2026 con más incertidumbre que certezas. La salida de funcionarios clave, la desinversión, el avance del contrabando y el desfinanciamiento de la obra pública componen un escenario que, según Caballero, “ningún sector político está discutiendo con honestidad”.

Río Grande.- En medio del abrupto desplazamiento en la Subsecretaría de Industria y con el arancel cero para celulares pisando enero, la UIA advierte un derrumbe histórico mientras la Unión Industrial Fueguina se prepara para un 2026 feroz. Entre la falta de interlocutores nacionales, el avance de importaciones, el contrabando y un textil agonizante, Caballero expone un escenario donde el Gobierno Nacional aplica el número, ignora la política industrial y empuja a la industria fueguina a resistir sola.

Por tal motivo, la industria fueguina atraviesa un momento crítico y, para la Unión Industrial Fueguina (UIF), el Gobierno Nacional está empujando el proceso con una velocidad inédita. Así lo planteó su director ejecutivo, Ramiro Caballero, en dialogo con FM La Isla, donde combinó números, advertencias y una lectura política descarnada porque “estamos entrando en un escenario donde las decisiones no vienen acompañadas de análisis técnico ni de debate, se ejecuta y punto y los resultados ya se están viendo”.

El testimonio de Caballero llega en un contexto marcado por tres hechos centrales como lo son la “caída del mercado interno y la brutal contracción del consumo, la salida abrupta de funcionarios nacionales claves para la interlocución industrial, y la posibilidad, nunca descartada, de que desde enero rija arancel cero para celulares, en competencia directa con el régimen fueguino”.

Según Caballero, estos elementos están configurando un “peligroso cóctel para la continuidad productiva en la provincia”.

 

Un mercado desplomado y sin señales de rebote

 

Caballero no eludió el diagnóstico y manifestó que “el mercado está abajo, muy abajo”, expresó al analizar la dinámica de ventas, costos y producción.

Las empresas del régimen promocional sostienen “plantas diezmadas, líneas frenadas y niveles de actividad que retrocedieron a mínimos históricos”.

El director de la UIF planteó que “2025 ya está siendo un año de supervivencia, y que lo que viene podría ser aún más complejo si el Gobierno Nacional profundiza el camino actual, dado que, si no se estabiliza el mercado y no hay señales macroeconómicas mínimas, no hay empresa que pueda proyectar”.

 

El arancel cero: la amenaza estructural

 

En referencia al eventual arancel cero para la importación de celulares, una medida que, según Caballero, “no está descartada” y que aparece sobre la mesa del Gobierno Nacional como herramienta política y recaudatoria.

Para la UIF, la medida sería directamente letal porque “destruiría el mapa productivo del sector más numeroso del régimen, dejaría un tendal de pymes proveedoras, y generaría un impacto irreversible en el empleo”.

Caballero lo planteó sin eufemismos al marcar que “con arancel cero, es inviable sostener el nivel de producción actual, n o se compite con un aparato importado subsidiado por Asia y con una estructura nacional en recesión profunda”.

 

Un Gobierno Nacional sin política industrial y sin funcionarios

 

Al analizar el escenario político, Caballero fue categórico al sostener que “la Nación tomó decisiones sin tener una política industrial. No saben hacia dónde van, y para Tierra del Fuego eso es letal”.

La salida de funcionarios clave en la Subsecretaría de Industria dejó al “sector sin canales formales para discutir, plantear alternativas o advertir sobre el impacto real de las medidas”.

Caballero fue más allá y planteó que “hoy no hay con quién hablar, no hay una estrategia industrial, no hay horizonte, sólo números, y números que no contemplan los efectos sociales ni productivos”.

 

Contrabando y competencia desleal: la otra hemorragia que nadie controla

 

Otro de los ejes que Caballero expuso con crudeza fue el avance del contrabando, especialmente en la frontera norte del país y al respecto sostuvo que “mientras el mercado formal cae, el ingreso ilegal de tecnología crece y presiona aún más sobre la industria nacional”, dijo, al tiempo que agregó que “competimos contra lo ilegal y contra lo importado subsidiado, el Estado no controla una cosa, y con la otra directamente nos empuja al abismo, así no se puede.”

 

Obra pública desfinanciada: un impacto colateral y silencioso

 

En la entrevista también emergió un elemento que suele quedar fuera del análisis industrial como lo es la crisis de la obra pública. Con un presupuesto nacional virtualmente paralizado, la actividad en infraestructura, clave para la cadena laboral en la isla, se encuentra “al borde de la desaparición”.

Para Caballero, esto acelera el “deterioro socioeconómico local: aumenta el desempleo, retrae la inversión y reduce el circulante de la economía interna”.

 

2026: año de definiciones profundas

 

Caballero fue claro al señalar que “lo que se discuta o no se discuta en 2025 definirá la estructura productiva de la próxima década”.

La UIF entiende que habrá tres escenarios posibles como serán la “continuidad degradada del régimen, con menor actividad, menor empleo y más informalidad, reforma profunda, con nuevos incentivos, reglas claras y una apuesta a la diversificación y desindustrialización progresiva, si se instaura el arancel cero o si el Gobierno Nacional continúa sin una política industrial”.

El director ejecutivo alertó que “si no hay decisiones estratégicas de los actores políticos de la provincia, todo esto se va a definir fuera de Tierra del Fuego y no a favor nuestro”.

 

Una clase política sin respuestas: el reclamo que incomoda

 

Caballero sostuvo que “ningún espacio político está enfrentando el debate de fondo y que las disputas internas, la fragmentación partidaria y la falta de conducción nacional dejan a Tierra del Fuego sin defensa institucional”.

“No se puede entrar a 2026 improvisando, no puede ser que la industria esté sola, peleando a ciegas y sin respaldo político real”, afirmó.

 

Una advertencia que ya no es aviso

 

La lectura final de Caballero fue tan económica como política y planteó que “el régimen fueguino, tal como está, no resiste otro año de indefinición, y la Nación, al no tener un plan industrial, está empujando al sector a un escenario de ajuste brusco y sin red”.

En ese marco, la “UIF considera que el tiempo para corregir el rumbo se está agotando, y la decisión ya no es sólo económica: es un definición política que marcará si Tierra del Fuego mantiene una estructura industrial o se convierte en un territorio desindustrializado y dependiente”, concluyó.

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