El abogado Alejandro Pagano Zavalía se impuso en la elección de representantes de la matrícula de Ushuaia ante el Consejo de la Magistratura, encabezando la Lista 1 junto a Eugenio “Chicho” Arébalo como suplente. La votación, realizada la semana pasada, renovó uno de los dos lugares que ocupa la abogacía en este órgano clave para la selección y remoción de jueces en Tierra del Fuego.
Ushuaia.- En diálogo con FM Master’s, Pagano Zavalía analizó los resultados, planteó la lectura política que dejó la elección y reveló además presiones y amenazas que sufrió parte de su entorno durante la campaña. También adelantó cuáles serán los ejes que llevará al Consejo, donde prevé asumir entre el 17 y 18 de diciembre.
Una elección con resultado “contundente” en un ámbito históricamente parejo
El flamante representante destacó el alcance del triunfo y al respecto manifestó que “ganamos por una buena cantidad de votos, teniendo en cuenta el tipo de elección que es, por lo general se ganan por tres o cuatro votos, acá fueron quince, lo cual es mucho para una elección de este ámbito”.
Con alrededor de 400 a 450 votantes habilitados, el escrutinio fue rápido y sin sobresaltos. Pero, más allá del número, Pagano Zavalía remarcó el clima general al señalar que “fue una elección muy tranquila, muy linda, y para nosotros fue muy emocionante tener el apoyo de la matrícula”.
Ese respaldo, afirmó, habilita una “etapa de trabajo orientada a generar espacios de diálogo y promover cambios necesarios en el funcionamiento institucional”.
Qué se elige y por qué importa tanto
Ante la consulta sobre la relevancia de la elección, muchas veces vista como algo “de nicho”, Pagano Zavalía explicó en detalle la composición del Consejo y su centralidad en el sistema democrático provincial.
Al respecto, recordó que el órgano está integrado por “siete miembros, el Superior Tribunal de Justicia, que preside de manera permanente, el Fiscal de Estado, también de carácter permanente, n representante del Poder Ejecutivo, dos legisladores y dos abogados, uno por Río Grande y otro por Ushuaia, ambos electos anualmente”.
“Es un organismo técnico y político, sumamente sensible, porque designa y remueve a los jueces. Quienes definan esos cargos decidirán sobre todos los conflictos que llegan a la Justicia”, subrayó.
En ese sentido, sostuvo que “la Justicia arrastra una crisis de legitimidad que afecta tanto a magistrados como a la propia abogacía”, dijo, al tiempo que agregó que “la imagen de la Justicia está muy atacada, muy deslegitimada, cuesta explicar por qué salen las sentencias que salen, queremos mostrar que hay una forma más transparente y constructiva de hacer las cosas”.
Una contienda contra el “aparato” y un mensaje de cambio
Pagano Zavalía confirmó que “su lista enfrentó a sectores con mayor estructura política e institucional”, dijo, al tiempo que agregó que “tenía todo en contra salvo la matrícula de mis colegas, que es lo más importante, el aparato municipal, el provincial, incluso sectores del Poder Judicial, pero ganamos igual”.
Consideró que el resultado expresa algo más profundo que una disputa corporativa al sostener que “la gente está cansada, la elección habla de un pedido de cambio, pasa en el país y pasa acá, hay funcionarios que sienten que les pisotean la carrera, abogados que ven designaciones inexplicables y una degradación institucional que ya no se tolera”.
Para el abogado, esa demanda atraviesa incluso a ámbitos que suelen percibirse como sectores de privilegio, “incluso en la matrícula y en la Justicia, donde muchos podrían querer que todo siga igual, se ve claramente la necesidad de otra mirada”.
Presiones y amenazas durante la campaña
Uno de los tramos más fuertes de la entrevista llegó cuando Pagano Zavalía confirmó que durante el proceso electoral hubo “intentos de presionar y condicionar a integrantes de su equipo”.
Si bien descartó amenazas de tipo violento, describió maniobras para “desalentar apoyos, no fue ‘te voy a quemar la casa’, pero sí hubo aprietes, donde a gente de mi equipo le dijeron ‘ojo con lo que hacés’, ‘fijate tu cargo’, y buscaban que se bajaran, el año pasado pasó lo mismo con otros candidatos, y esta vez lo intentaron de nuevo”.
Señaló especialmente el caso de Rodolfo Gil, quien finalmente integró su equipo y a quien elogió, dado que “puso el cuello cuando tenía todo en contra, es un caballero, un héroe, a pesar de las presiones, nos apoyó igual”.
Sin dar nombres, afirmó que “en ocasiones los aprietes provinieron de funcionarios del Estado provincial”.
Un representante sin afiliación partidaria formal, pero con definiciones políticas claras
Consultado sobre su posición política, Pagano Zavalía aclaró que “no está afiliado a ningún partido en Tierra del Fuego, aunque ha participado de espacios y listas”.
Sostuvo que “su participación en la última elección constituyente dentro de Juntos por el Cambio fue parte de una iniciativa vecinal y no de una pertenencia partidaria formal”.
También mencionó que comparte ideas con “algunos sectores, como La Libertad Avanza”.
“Hoy parece que no se admite que alguien sea independiente, piense por sí mismo y diga las cosas de frente, yo puedo compartir ideas sin estar afiliado, lo importante es ser honesto con lo que uno piensa”.
Agenda para el Consejo y expectativas para un año “difícil pero necesario”
Pagano Zavalía adelantó que asumirá con una agenda concreta y ya trabajada, “tenemos un programa claro de lo que queremos hacer, lo venimos preparando y vamos a llevarlo adelante”.
Explicó que 2026 será un año particularmente delicado para el “Consejo, con temas sensibles que requerirán solvencia, transparencia y responsabilidad”.
“No somos ingenuos, sabemos que son ámbitos de poder y que hay un lado B. Pero estamos preparados para afrontarlo”.
“Me debo a la gente”
El abogado reafirmó el sentido más amplio de su representación al indicar que “sí, represento a los abogados, pero me debo a la gente que todos los días trae sus problemas al estudio, queremos un Consejo que le responda a la sociedad, no a los intereses personales de la política”.
Y concluyó que su objetivo principal será “recuperar la confianza en las instituciones judiciales, donde hay que ponerle el cascabel al gato, informar, transparentar y mostrar que se pueden hacer las cosas de otra manera”.

