El presidente de la Cámara de Comercio, José ‘Gigi’ Iglesias, planteó que la caída de ventas, la imposibilidad de acceder a certificados tributarios y la demora política en definir una moratoria están llevando al sector a una situación “tortuosa”, con riesgo de incumplimientos salariales. Además, cuestionó el debate desinformado sobre la explotación hidrocarburífera y reclamó mayor presencia técnica y política en el territorio.
Río Grande. -José “Gigi” Iglesias, referente del sector comercial, describió un panorama económico que, según afirmó, se deteriora con rapidez y expone a comerciantes y pymes a un nivel de fragilidad poco habitual para esta época del año. Con una baja de ventas que ubica “entre el 20 y el 30%”, remarcó que “la situación actual es más grave que la esperada y afecta directamente la capacidad de pago de salarios y aguinaldos”, comentó por Radio Universidad.
En ese marco, se refirió al tratamiento legislativo de la moratoria fiscal impulsada por cámaras empresariales y pymes. Señaló que “la herramienta es necesaria, pero llega tarde, como siempre, las urgencias tapan la planificación. Esto se sabía desde mayo o agosto, y sin embargo seguimos esperando. Todo se fue corriendo, octubre, noviembre, diciembre y ahora parece que pasa para la semana que viene”.
Para Iglesias, la demora genera un daño concreto: comerciantes que necesitan regularizar su situación no pueden obtener a tiempo los certificados tributarios requeridos por los bancos para acceder a líneas de crédito. El resultado es una contradicción que sintetizó de manera tajante: “Por un lado te muestran algo a favor, pero por otro lado te dicen que no podés instrumentarlo”
Tensión financiera
El entrevistado explicó que, si bien el Banco Tierra del Fuego abrió una línea especial para asistir a empresas ante el pago del aguinaldo, muchos comercios no pueden acceder porque no están al día con las obligaciones fiscales. Algo que, en vez de resolverse con la moratoria, queda trabado en procedimientos administrativos que no contemplan la urgencia del momento. “El recurso no está y necesitás la línea de crédito. Pero cuando vas al banco te dicen ‘Traé el certificado’. Vas a buscarlo y no te lo pueden dar porque tu posición está excedida. No te alcanza el tiempo para reformular todo”.
Iglesias advirtió que esta combinación de factores puede devenir en situaciones límite: desde reclamos judiciales vinculados a deudas impositivas hasta dificultades para pagar salarios en una etapa del año especialmente delicada. “Cuando no podés cumplir tus obligaciones ya roza lo penal tributario y también hay un problema social, que es no poder cumplir con los empleados”.
El malestar social y el debate desinformado
Por otro lado, Iglesias se refirió al clima de insatisfacción generalizado que se observa en redes y en la opinión pública. Remarcó que la discusión pública,sobre todo en temas complejos como la explotación de recursos naturales, suele volverse superficial, dogmática y dominada por prejuicios.
Criticó la lógica de “boca-arriba” que muchas veces se traslada a temas de política económica, y ejemplificó con el debate sobre la salmonicultura y los riesgos ambientales “No se puede prohibir por prohibir, porque alguien dijo que en tal lado pasó tal cosa. Si siguiéramos esa lógica, no estudiaríamos energía nuclear porque tiraron una bomba en Nagasaki. Son debates llevados al extremo sin información técnica”.
El dirigente cuestionó especialmente la tendencia a deslegitimar opiniones según su origen político y manifestó que “no puede ser que si lo dijo aquel partido no sirve, y si lo dijo este sí. Hay que tomar responsabilidad y analizar con seriedad”.
YPF, Tierra del Fuego y la falta de presencia política en territorio
Iglesias abordó el avance del proyecto vinculado a YPF y Terra Ignis. En este sentido, contó que en las últimas semanas consultó directamente a empresarios y técnicos del sector hidrocarburífero para conocer su evaluación, pero se encontró con un dato preocupante: ninguna autoridad política o legislativa se había acercado a pedirles opinión.
Relató la conversación con un reconocido empresario local y comentó que “me dijo: ‘No vino ningún político, ningún legislador, ningún funcionario a preguntarme cuál es mi visión’. No lo podían creer”.
Señaló que algo similar ocurre con personal técnico y trabajadores de campo dentro del sector. Para Iglesias la ausencia de consultas es un síntoma de improvisación: “Estamos por tomar una decisión importante para la provincia y lo único que hacen es hablar del petróleo desde afuera. Falta trabajo con la gente que está en el campo”.
Además, planteó que el desarrollo de pozos en la provincia no es comparable a la escala y rentabilidad de Vaca Muerta, lo que obliga a repensar expectativas y evaluar costos reales: “Las empresas no son tontas. Van donde hay rentabilidad. Un pozo acá no rinde lo mismo. Hay que saber de qué números estamos hablando”.
Críticas al manejo legislativo y la falta de tiempos institucionales
Asimismo, remarcó su preocupación por el modo en que se está dando el proceso parlamentario, tanto en materia económica como en la discusión del presupuesto provincial. Aseguró que no hay plazos razonables para llevar adelante evaluaciones técnicas o audiencias con los sectores involucrados. “Si no hay tiempo para discusiones, tampoco para evaluación. Muchas veces estamos en manos de Dios, pero no hay que exigirle tanto. Es un despropósito”.
La ausencia de debate, según afirmó, deja a la comunidad sin información clara sobre las implicancias reales de los proyectos en discusión y afecta la calidad de las decisiones públicas.
Economía del trabajo y la necesidad de adaptarse a un nuevo modelo productivo
Por su parte, amplió la mirada y reflexionó sobre los desafíos estructurales que atraviesa la generación de empleo. Explicó que la automatización, la digitalización y los cambios pospandemia reducen la capacidad de crear puestos de trabajo tradicionales. “Hoy no es tan simple crear empleo. Todo se automatiza. Si no te adaptás a la industria, no podés decir ‘no hay trabajo’. Hay que romperse la cabeza para ver qué producto ofrecer y que sea aceptado”.
En esta línea, sostuvo que “la clave está en innovar, diversificar la matriz económica y generar condiciones que permitan el surgimiento de iniciativas privadas sostenibles”.
Unidad, responsabilidad y diálogo técnico
Como cierre, Iglesias convocó a abandonar la dinámica de críticas vacías y avanzar en consensos mínimos que permitan enfrentar la coyuntura sin agravar tensiones sociales. “Hay que unir criterios y no tirar simples críticas. Nuestros compromisos tienen que ser de los fueguinos. Hablo como un ciudadano más. Esto no es la palabra de un partido ni de una cámara, sino el análisis de lo que vemos en la realidad”.
A la espera de la sesión legislativa y del avance de los debates sobre la moratoria y los proyectos energéticos, pidió claridad institucional, participación técnica y una comunicación más honesta hacia la comunidad: “Hay que poner los números sobre la mesa y decir la verdad. Antes de que sea peor, hay que avisar”.

