Entre caballos, niños y familias unidas, el Club de Campo La Cimarrona ofreció una puesta en escena cargada de ternura y espíritu navideño, donde la tradición, los valores y el amor por los animales se transformaron en un mensaje de esperanza compartida. De este modo, el Pesebre Ecuestre se transformó en un escenario de profunda emoción y belleza.
Río Grande.- El pasado fin de semana, el Club de Campo La Cimarrona se transformó en un escenario de profunda emoción y belleza con la realización de su Pesebre Ecuestre, una propuesta sensible y conmovedora que se vivió como el verdadero cierre del año para la comunidad hípica del club.
Con una puesta en escena minuciosamente preparada, los alumnos de equitación, salto y polo -acompañados por sus familias- dieron vida a un espectáculo cargado de simbolismo y espíritu navideño. Caballos, jinetes y amazonas se integraron con naturalidad a la narración del pesebre, logrando una representación viva donde la tradición se abrazó con el arte, el compromiso y el trabajo en equipo.
Participaron alumnos desde los 2 años en adelante, quienes, caracterizados en sus respectivos personajes, aportaron ternura, diversidad y una autenticidad que conmovió en cada escena. La presencia de niños, jóvenes y adultos reforzó el carácter profundamente familiar e inclusivo del evento, en el que cada gesto tuvo sentido y cada mirada transmitió emoción.
El Pesebre Ecuestre fue también el reflejo de un año de aprendizaje y crecimiento. Más allá de los avances técnicos, dejó al descubierto los valores que se cultivan día a día en La Cimarrona: el compañerismo, la dedicación, el respeto por los animales y un fuerte sentido de pertenencia que se respira en cada actividad del club.
Desde la organización expresaron un especial agradecimiento a las familias, por la enorme predisposición para acompañar los largos ensayos y por el cuidado puesto en cada atuendo y detalle; al BIM N° 5, por su valioso aporte en la escenografía; a la Municipalidad de Río Grande, que brindó un excelente servicio de sonido, fundamental para realzar una puesta tan cuidada y emotiva; y a la TV Pública Fueguina, por registrar imágenes que quedarán en la memoria colectiva, permitiendo que esta representación perdure en el tiempo. Asimismo, se agradeció a todas las personas que se acercaron a compartir el evento, acompañando con su presencia y su emoción una propuesta pensada para toda la comunidad.
El encuentro se vivió como una verdadera celebración, un momento de emoción compartida que marcó un cierre de año significativo para las actividades de equitación, salto y polo, y dejó en todos los presentes un mensaje profundo de unión, esperanza y gratitud.





