Melisa, una damnificada de los créditos UVA, relató el calvario que viven miles de familias endeudadas con créditos ajustados por inflación y advirtió que la prórroga aprobada en la Legislatura es solo un alivio momentáneo sin una respuesta nacional de fondo. Asimismo, expuso cómo un préstamo hipotecario pensado para facilitar el acceso a la vivienda terminó convirtiéndose en una carga interminable que pone en riesgo el hogar de familias trabajadoras. En este marco, Melisa señaló que “no pedimos que nos regalen nada, pedimos una solución”. Por tal motivo, volvió a exigir una ley nacional que revise el sistema.
Río Grande.- En una entrevista profunda y cargada de testimonios personales en FM del Pueblo, Melisa, una de las beneficiarias y a la vez damnificadas del sistema de Créditos UVA, expuso con crudeza la situación que atraviesan miles de familias en Tierra del Fuego y en todo el país, atrapadas en préstamos hipotecarios que, lejos de garantizar el acceso a la vivienda, se transformaron en una deuda impagable y de crecimiento constante.
La charla se dio en el marco de la aprobación de un proyecto en la Legislatura provincial, impulsado por el legislador Raúl Von der Thusen, que busca brindar un alivio temporal a quienes se encuentran en riesgo de ejecución de su vivienda.
Sin embargo, Melisa fue clara desde el inicio al marcar que “la medida provincial es apenas un paliativo frente a un problema estructural que requiere una solución de fondo a nivel nacional”.
Un sistema que se volvió una trampa
Melisa explicó que “los créditos UVA comenzaron a otorgarse principalmente entre 2017 y 2018, bajo la promesa de que la cuota no superaría el valor de un alquiler y que nunca excedería el 25 % del ingreso familiar, nos vendieron la idea de la casa propia, de dejar de pagar alquiler, de estabilidad, nada de eso pasó”, afirmó.
Docente, madre y sostén de su hogar, relató su caso particular como ejemplo del desfasaje absoluto del sistema al recordar que “en mayo de 2018 solicitó un préstamo de dos millones de pesos, hoy, en diciembre de 2025, la deuda asciende a 172 millones de pesos, pese a haber abonado ya 17 millones, es una deuda que se multiplicó de forma absurda, es interminable”, sostuvo.
El problema central de los créditos UVA radica en que el capital se ajusta por inflación de manera permanente, lo que provoca que, aun pagando durante años, el monto adeudado continúe creciendo.
“Hoy una cuota puede llegar al millón o millón doscientos mil pesos. ¿Cómo hace un trabajador para pagar eso?”, se preguntó.
El riesgo de perder la vivienda única
Melisa advirtió sobre uno de los aspectos más críticos del sistema es que “tras tres cuotas impagas, el banco queda habilitado para ejecutar la vivienda”, dijo, al tiempo que agregó que “hay familias que ya perdieron su casa, su vivienda única familiar, y aun así siguen endeudadas”, remarcó, subrayando que “se trata de un derecho básico vulnerado”.
En su caso, logró obtener una medida cautelar, lo que le “permite frenar momentáneamente el avance del banco”.
Sin embargo, aclaró que “no todas las familias pueden acceder a este tipo de herramientas judiciales, muchas personas no saben cómo hacerlo o no tienen los recursos para afrontar un proceso legal”, explicó.
El rol de la Legislatura y una solución parcial
Respecto al proyecto aprobado recientemente, Melisa valoró el acompañamiento del legislador Von der Thusen, a quien definió como “el único en Tierra del Fuego que siempre estuvo pendiente del tema”.
La iniciativa logró prorrogar la suspensión de ejecuciones hipotecarias hasta diciembre de 2026, lo que representa un alivio concreto para algunas familias.
No obstante, fue enfática al señalar los límites de la norma al detallar que “es una solución provisoria y no alcanza a todos, solo protege a quienes tomaron créditos en el Banco de Tierra del Fuego, quedan afuera los que se endeudaron con el Banco Nación, bancos privados o entidades financieras”.
Por eso, insistió en la necesidad urgente de una “ley nacional que revise el sistema en su conjunto, no estamos pidiendo que el Estado nos pague la casa, pedimos que se revea una situación que es caótica, que se entienda que estos créditos fueron avalados por el propio Estado”, remarcó.
Un problema silenciado
Melisa también hizo referencia al escaso tratamiento del tema en el Congreso Nacional, para lo cual relató que “el proyecto de ley que había logrado reunir firmas de senadores caducó este mes, lo que obliga a empezar nuevamente el proceso legislativo desde cero, estamos otra vez abandonados”, lamentó.
Además, denunció la falta de voluntad política y el silenciamiento de los referentes del reclamo al señalar que “bloquean a la gente en redes sociales, no quieren escuchar, mientras tanto, las deudas siguen creciendo todos los días”, expresó.
Familias trabajadoras, no especuladores
Melisa insistió en desmontar uno de los prejuicios más frecuentes al indicar que “no somos especuladores, somos trabajadores, docentes, policías, médicos, ingenieros, gente que se endeudó para tener su casa o su vehículo y hoy vive una pesadilla”.
Incluso mencionó casos de créditos UVA otorgados para la compra de automóviles, donde las “personas vendieron el bien y aun así continúan pagando una deuda que no se extingue, muchos no salen a hablar por vergüenza”, explicó.
Un reclamo que sigue vigente
Melisa reiteró que “la única salida real debe venir del Congreso de la Nación, ya que los bancos argumentan que no pueden tomar decisiones sin una directiva del Banco Central, mientras tanto, las familias siguen dependiendo de prórrogas, cautelares y soluciones temporales”.
“Si hoy tuviera que vender mi casa, no cubro la deuda, me quedo sin vivienda, con hijos a cargo y con el préstamo igual, eso no es acceso a la vivienda, es condenar a la gente de por vida”, concluyó.
Su testimonio volvió a poner en agenda un problema que afecta a miles de hogares y que, pese al paso del tiempo, sigue sin una respuesta estructural. La aprobación del proyecto provincial representa un alivio momentáneo, pero el reclamo por una solución nacional para los créditos UVA continúa más vigente que nunca.

