El básquet fueguino vivió un fin de semana cargado de emociones en el gimnasio del Colegio Haspen, donde se disputó la última final entre dos grandes referentes: Club de Amigos de Ushuaia y el Club Universitario de Río Grande. La definición llegó en la tercera fecha de una serie que mantuvo en vilo a jugadores, entrenadores, familias y público en general. Fue un partido vibrante, digno de una final, donde los nervios iniciales dieron paso a un básquet de alto nivel, con momentos de paridad y un desenlace que nadie se animaba a anticipar hasta los últimos segundos.
Río Grande.- Griselda Argüello, presidenta de la Federación de Básquetbol de Tierra del Fuego, destacó la calidad del espectáculo deportivo y la madurez de ambos planteles: “Al principio fue cerrado, porque había mucha presión, pero después se soltaron y demostraron un juego de jerarquía. Hasta el final no sabíamos quién iba a ser el campeón. Fue una final emocionante y digna de lo que significa este deporte en la provincia”.
El crecimiento del básquet en la provincia
El básquet fueguino atraviesa un proceso de consolidación en distintas categorías. La presencia de jugadores con experiencia, sumados a jóvenes talentos que emergen en cada club, da cuenta de un crecimiento sostenido. Argüello señaló que el trabajo de los clubes y la Federación viene dando resultados: “Hoy tenemos un básquet con más protagonismo, con jugadores que aportan jerarquía, pero también con el entusiasmo de nuevas generaciones. Eso genera el folclore del deporte y fortalece al semillero”.
En este sentido, el torneo provincial no es solo una competencia: es una plataforma de desarrollo. Cada partido representa un paso más en la construcción de un básquet más inclusivo, competitivo y atractivo para la comunidad.
La deuda y el desafío: el básquet femenino
Uno de los ejes principales que la Federación busca fortalecer es el básquet femenino. Argüello fue clara: “Es una deuda pendiente con nuestro deporte. Queremos que las chicas tengan la misma visibilidad y las mismas oportunidades. Si bien hay clubes con más fichadas que otros, todavía el número de mujeres es menor. Y eso debe cambiar”.
La final de primera división estuvo precedida por un encuentro definitorio en la categoría U13 femenino, donde Defensores se consagró campeón y Metalúrgico fue subcampeón. Fue un partido que reflejó la pasión de las jugadoras más jóvenes y dejó en claro que hay un semillero con enorme potencial.
El impulso al básquet femenino es más que una política deportiva: es un compromiso con la equidad y con el futuro. Desde la Federación se busca incentivar a más niñas y adolescentes a sumarse, con programas específicos, más difusión y el acompañamiento de los clubes.
La importancia de los medios y la difusión
Uno de los aspectos destacados por Argüello fue el acompañamiento de los medios de comunicación. La transmisión de partidos por televisión, la cobertura radial y la presencia de la prensa escrita ayudan a que el básquet llegue a más hogares: “La difusión es fundamental. Nos permite mostrar lo que se está haciendo, motivar a más chicos y chicas a acercarse a los clubes, y fortalecer el trabajo de las instituciones”.
La sinergia entre medios, Federación y clubes se ha convertido en un círculo virtuoso que potencia al básquet provincial.
Un contexto económico complejo
Más allá de los logros deportivos, la dirigencia no oculta las dificultades que atraviesa la provincia. La suspensión de los Juegos de la Araucanía en Tierra del Fuego fue un golpe duro. “Era una oportunidad histórica de ser sede, de mostrar nuestro básquet en casa, pero lamentablemente la situación económica nos obligó a resignar ese sueño. No por eso vamos a bajar los brazos”, afirmó la presidenta de la Federación.
La realidad es que la crisis económica afecta a todas las disciplinas, pero el básquet decidió responder con más trabajo. La coordinación con la Secretaría de Deportes ha permitido sostener proyectos, mejorar infraestructura y garantizar que los torneos se desarrollen en condiciones dignas.
Objetivos del segundo semestre
La Federación ya planifica el segundo semestre del año con un calendario cargado. Habrá concentraciones de selecciones de cara a los Juegos de la Araucanía en diciembre en la provincia de La Pampa, -siempre y cuando no haya nuevas modificaciones-. A su vez, se prepara el nuevo torneo provincial, con el desafío de finalizarlo antes del 30 de noviembre, de manera que los planteles lleguen en ritmo a las competencias regionales.
Habrá un receso de dos semanas para organizar inscripciones, fixture y logística, pero la premisa es clara: no detener la actividad. El básquet fueguino quiere sostener el impulso alcanzado y aprovechar la motivación de jugadores y familias.
Básquet fueguino: historia y proyección
El básquet en Tierra del Fuego tiene una historia marcada por el esfuerzo de dirigentes, entrenadores y familias que apostaron a este deporte incluso en tiempos donde la infraestructura era escasa y los viajes interprovinciales un lujo difícil de costear. Con el paso de los años, la disciplina ganó espacio en Ushuaia, Río Grande y Tolhuin, consolidando clubes que hoy son referencia.
El desafío actual es dar un salto cualitativo. Lograr que más jóvenes se sumen, que las mujeres tengan un rol protagónico y que la provincia pueda ser sede de grandes eventos nacionales e internacionales.
El camino no es sencillo, pero el compromiso de la dirigencia y el entusiasmo de los jugadores son señales alentadoras.
Un mensaje de unidad y futuro
El partido en el Haspen no fue solo una final más: fue el símbolo de un proceso en marcha. Una muestra de que, incluso en contextos adversos, el básquet fueguino tiene la capacidad de crecer, de reinventarse y de proyectarse hacia un futuro mejor.
La presidenta de la Federación cerró con un mensaje de agradecimiento y compromiso: “Queremos seguir trabajando, crecer en todas las categorías, darle a las chicas el lugar que merecen y preparar a nuestras selecciones para lo que viene. Agradecemos a los clubes, a los entrenadores, a los árbitros, a las familias y a los medios. Este es un esfuerzo colectivo, y juntos vamos a seguir haciendo historia”.
El básquet en Tierra del Fuego vive un presente intenso, con partidos vibrantes, sueños por cumplir y proyectos que ya están en marcha. Una final que deja huella, pero que sobre todo marca el inicio de nuevos desafíos.
“El básquet en Tierra del Fuego tiene un futuro enorme, pero debemos trabajar en conjunto”, expresó el ‘Bocha’ Castellano.
El básquet fueguino atraviesa un momento de crecimiento, marcado por el esfuerzo de clubes, entrenadores, jugadores y familias que apuestan por la disciplina pese a las dificultades propias de la geografía y la economía de la provincia. En ese contexto, la voz de referentes históricos cobra un valor especial, porque aporta memoria, visión crítica y esperanza de cara al futuro.
Entre esas voces se destaca la de Vicente “Bocha” Castellano, una figura emblemática del básquet de Tierra del Fuego, la Patagonia y con reconocimiento en el ámbito nacional. Con una trayectoria que lo vincula desde hace décadas al desarrollo de la disciplina en Río Grande y Ushuaia, Castellano sigue siendo una referencia ineludible, tanto por su experiencia como por el respeto que despierta en generaciones de deportistas.
Al respecto, Castellano compartió su visión sobre el presente y futuro del básquet en la isla, poniendo especial énfasis en el trabajo de base, la necesidad de infraestructura, el crecimiento del femenino y el compromiso dirigencial e institucional para sostener el progreso.
Una final intensa y el valor de la experiencia
El último fin de semana, el básquet fueguino vivió uno de sus capítulos más vibrantes con la definición del torneo provincial en la categoría mayor. En Río Grande se enfrentaron Club Amigos (Ushuaia) y el Club Universitario de Río Grande, dos instituciones históricas que representan lo mejor de cada ciudad. El “duelo de titanes” finalmente quedó en manos del conjunto capitalino, que supo aprovechar sus momentos de lucidez en un partido intenso, cargado de emociones y con mucha fricción.
“Fue un final explosivo, donde los equipos entregaron lo que les quedaba en los minutos decisivos. El resultado terminó favoreciendo al Club de Amigos con un merecido triunfo, porque supieron encontrar su momento e hicieron una diferencia que fue irremontable para Universitario”, señaló Castellano.
Más allá de lo estrictamente deportivo, el histórico dirigente y entrenador destacó la importancia de la experiencia de los jugadores en este tipo de instancias. “Hay que rescatar que estar en una final ya es un mérito enorme. Estos partidos pesan en lo mental, donde a veces se erran dobles fáciles o se achica el aro en los tiros libres. La experiencia aparece en esos momentos y marca diferencias”, reflexionó.
El semillero y el crecimiento del básquet femenino
Consultado sobre el desarrollo de la disciplina en la provincia; Castellano subrayó el valor de los procesos formativos en Ushuaia, Río Grande y Tolhuin, a los que calificó como “la base del futuro”.
“Se observa un crecimiento importante en las formativas y en el femenino. En todas las ciudades se han sumado muchísimas chicas en distintas categorías, lo cual es un paso fundamental. Pero ese crecimiento debe estar acompañado por la competencia y por espacios adecuados para que tengan continuidad”, explicó.
En este punto, resaltó el rol de entrenadores, directivos y familias: “La materia prima son los chicos y chicas que se suman, pero también es clave el trabajo de los profesores y el apoyo de las instituciones. Los clubes cumplen un papel esencial en este camino y deben seguir sosteniendo el esfuerzo”.
Para el histórico referente, el básquet femenino merece especial atención. “En la actualidad está mostrando un salto de calidad y una convocatoria que nos entusiasma mucho. Hay que acompañarlo con la misma seriedad y oportunidades que al masculino, porque ahí también está gran parte del futuro de la disciplina”, agregó.
La necesidad de más infraestructura y apoyo
Uno de los puntos que más preocupa a Castellano es la falta de espacios deportivos disponibles. “La realidad es que tenemos una gran cantidad de chicos y chicas que quieren jugar, pero muchas veces los espacios son limitados. Eso genera choques de horarios y complicaciones para sostener los entrenamientos y la competencia”, expresó.
En este sentido, consideró clave la articulación entre las federaciones, los clubes y el Estado: “Es fundamental que las instituciones trabajen mancomunadamente. El crecimiento del básquet no puede sostenerse sin el acompañamiento de infraestructura adecuada y políticas deportivas claras”.
Castellano señaló que Tierra del Fuego debe plantearse objetivos colectivos y realistas: “Somos una provincia joven, con mucho potencial. No alcanza con el esfuerzo aislado de un club o de un dirigente. Hay que tomar decisiones políticas que respalden al deporte, porque en otras provincias y países se logra cuando se conforman equipos de trabajo con metas comunes”.
El sueño de competir a nivel nacional y regional
Al referirse al futuro, Castellano remarcó la importancia de que Tierra del Fuego cuente con selecciones y representaciones provinciales capaces de competir en instancias superiores.
“Creo que estamos en condiciones de plantearnos la participación en torneos nacionales y regionales de manera más sostenida. Tenemos el talento, tenemos jugadores con nivel y experiencia, pero necesitamos organización y respaldo. El sueño de los chicos y chicas que hoy están en mini o formativas debe ser llegar a competir en escenarios más grandes. No hablamos de algo imposible ni lejano, ya lo hemos vivido en otros tiempos y podemos volver a hacerlo”, enfatizó.
El referente recordó que el básquet fueguino supo tener presencia nacional en décadas pasadas y que esa memoria debe funcionar como incentivo. “No estamos hablando de hace 50 o 80 años, sino de procesos recientes donde Tierra del Fuego pudo destacarse. Si trabajamos con objetivos claros, paso a paso, ese camino se puede retomar”, sostuvo.
Un deporte que atrapa para toda la vida
Más allá de lo institucional y competitivo, Castellano dejó un mensaje cargado de pasión hacia el básquet, dirigido especialmente a los más jóvenes que buscan una disciplina para iniciarse.
“El básquet tiene una particularidad: cuando te pica, te absorbe y no te suelta por el resto de tu vida. Es un deporte que te forma, que te integra y que te da una identidad. Pero más allá de eso, yo recomiendo que todos los chicos y chicas hagan deporte, cualquiera sea la disciplina. En Tierra del Fuego las opciones son más limitadas que en otros lugares, pero cada vez se abren más posibilidades. Lo importante es que la juventud tenga su espacio de formación física y social”, manifestó.
Asimismo, recordó que la práctica deportiva no es exclusiva de los jóvenes: “Los adultos también debemos sostener una actividad física, no solo por salud, sino por integración, por compartir con otros y por seguir sintiéndonos parte de una comunidad”.
El valor del respeto y el comportamiento en las canchas
Finalmente, Castellano dedicó unas palabras al comportamiento del público y de los protagonistas en estas finales. “No es fácil llegar a estas instancias, pero hay que destacar el respeto mostrado por los clubes y por las hinchadas que acompañaron. Ese comportamiento es un ejemplo y hay que valorarlo, porque contribuye a que el básquet siga creciendo en un marco positivo”, expresó.
Con su habitual sencillez, cerró la entrevista agradeciendo a los medios y a la comunidad: “Gracias por la presencia y por difundir. Lo que viene depende de todos, y yo tengo fe en que el básquet fueguino seguirá dando pasos hacia adelante”.
Una voz de referencia para el presente y el futuro
Las palabras del ‘Bocha’ Castellano reflejan no solo la pasión de un histórico del básquet, sino también la madurez de alguien que conoce profundamente la realidad de la provincia. Su mirada crítica, pero a la vez optimista, resume el desafío actual: aprovechar el entusiasmo de los jóvenes, el crecimiento del femenino y el esfuerzo de los clubes, al tiempo que se exige mayor apoyo institucional y mejores condiciones para competir.
El básquet de Tierra del Fuego, con sus altibajos, se sostiene en el empuje de quienes lo juegan, lo dirigen y lo acompañan. En ese camino, voces como la de Castellano no solo iluminan el presente, sino que también marcan un rumbo hacia el futuro.

