Las declaraciones de los peritos de la Policía Científica en el juicio por el homicidio de Luis Miguel López Villarroel han arrojado elementos clave basados en indicios y pericias de ADN, aunque también han planteado interrogantes sobre lo sucedido. En este marco, los peritos sitúan a dos de los tres imputados: Mario Germán Álvarez y su hija Catalina, mientras que dejan fuera de escena a Sergio López.
Río Grande. – Mario Germán Alvarez de 45 años es situado, por los peritos de la Policía Científica de Río Grande, en el pequeño dormitorio donde fueron encontrados los cuerpos de Luis Miguel López Villarroel y Norma Gómez.
Los profesionales, expresaron en una extensa exposición que, había manchas de sangre en pared, ventana y la cama, cuyo ADN corresponde a Mario Germán Álvarez, de hecho, toda su ropa tenía manchas de sangre de la víctima «por contacto».
Respecto de Sergio Gómez y Catalina Alvarez, los indicios mostraron que tenían menor cantidad de rastros de sangre, pero no de la víctima, sino propios o de un familiar. Además, se encontró un pelo de Catalina sobre el cuerpo de la víctima, y ella reconoció haber forcejeado con López Villarroel.
Asimismo, una mancha de sangre proyectada en una pared y otra en un cajón de un ropero, sugiere que López Villarroel estaba en cuclillas al momento de producirse la lesión arterial.
Armas incautadas y pericias
Entre la totalidad de las armas blancas que se decomisaron la misma madrugada del crimen, había una hoja de cuter debajo del cuerpo de López Villarroel, la cual tenía sangre con ADN de la víctima, lo que sugiere que el mismo hombre portaba el arma.
Las pericias sobre las restantes armas blancas no fueron concluyentes respecto a manchas de sangre y ADN.
Por otro lado, en una mochila que llevaba una de las menores que estuvieron en el lugar, contenía un cuchillo y un cuter con restos epiteliales que también correspondían a López Villarroel.
Hipótesis y dudas
López Villarroel tenía antecedentes suicidas, lo que alimenta debates sobre su posible intención.
Asimismo, la hipótesis de la defensa, plantea que López Villarroel podría haber intentado quitarse la vida al verse rodeado, tras matar a Norma Gomez y pasar dos horas solo en la vivienda.
Los peritajes generan dudas sobre la dinámica exacta de los hechos dentro de la vivienda.
Se espera que este miércoles, continúan las testimoniales de los forenses que serán de suma importancia a fin de intentar esclarecer aspectos del homicidio.
El caso
El homicidio de Luis Miguel López Villarroel ocurrió el 3 de febrero de 2024, en la madrugada, en una vivienda ubicada en calle Yaven al 100, en la Margen Sur de Río Grande.
López Villarroel había asesinado previamente a Norma Beatriz Gómez, quien era ex pareja de Mario Germán Álvarez y madre de Sergio y Catalina.
Tras descubrir el cuerpo de Norma Gómez, familiares de la víctima, incluyendo a sus hijos y ex esposo, habrían ingresado en la vivienda y atacaron a López Villarroel.
López Villarroel sufrió múltiples heridas cortantes, incluyendo cortes en el cuello que le provocaron una embolia cerebral y lo dejaron inconsciente. Un último corte en el cuello, afectó la arteria carótida izquierda que le causó la muerte por desangrado.
