La ciudad de Río Grande fue sede de un campus de boxeo que reunió a un número importante de escuelas y que, además del trabajo técnico y físico en el ring, tuvo un componente clave: la nutrición aplicada al deporte. Para ello, la visita del magíster en nutrición Alejandro Ardiles resultó un aporte fundamental.
Río Grande.- Especialista en categorías de peso y con una vasta trayectoria trabajando junto a atletas de elite, Ardiles llegó para compartir sus conocimientos en un encuentro que combinó teoría, práctica y experiencias. Su presencia generó gran expectativa entre los jóvenes boxeadores y boxeadoras locales, quienes escucharon atentamente cada una de sus recomendaciones.
Trayectoria y especialización de un profesional de referencia
Ardiles no solo trabaja con boxeadores en etapa formativa, sino que también acompaña a deportistas de primer nivel. Actualmente es el responsable de la preparación nutricional de Alejandro “Cuervo” Silva, quien se presentará en octubre en un importante evento en Colombia.
Además, integra el equipo de la Federación Argentina de Boxeo como docente, participa en la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES) dentro de la Diplomatura en Nutrición, forma parte del Instituto de Medicina y Deportes y es el único profesional que colabora en la atención nutricional de seleccionados nacionales de distintas disciplinas.
En paralelo, mantiene un consultorio particular donde atiende a pacientes con patologías específicas y enfermedades metabólicas poco frecuentes. Según explicó, ese bagaje le permite llevar la teoría a la práctica en un ámbito tan exigente como el deporte de categorías de peso.
La clínica en Río Grande: educación y prevención
Durante el campus, Ardiles dictó una clínica intensiva sobre nutrición y deporte, orientada a jóvenes boxeadores y boxeadoras de la ciudad. El eje principal fue mostrar cómo la alimentación puede convertirse en una aliada indispensable para mejorar el rendimiento y, sobre todo, para alcanzar las categorías de peso de manera saludable.
“Para eso estamos: para enseñar cómo, desde la alimentación, se acompaña la actividad deportiva. Explicamos lo que se necesita antes, durante y después del entrenamiento, cómo llegar a la categoría sin desequilibrios, los pros y contras de cortar peso y la importancia de la rehidratación”, sostuvo el especialista.
El mensaje central de Ardiles se enfocó en educar y prevenir. Advirtió sobre la abundancia de información incorrecta que circula en redes sociales y en internet, a la que definió como un riesgo: “Hoy los chicos terminan recurriendo al ‘doctor Google’ y muchas veces se desinforman. Para eso estamos los profesionales, para guiarlos y darles herramientas reales”.
El trabajo con el “Cuervo” Silva
Uno de los puntos más atractivos para los asistentes fue conocer de cerca cómo trabaja un nutricionista con un boxeador profesional en plena carrera internacional.
Ardiles explicó que junto a Alejandro “Cuervo” Silva han desarrollado una planificación detallada:
Cambios en la composición corporal.
Estrategias de hidratación y rehidratación.
Planificación de la alimentación previa y posterior al pesaje.
Selección de los alimentos adecuados y eliminación de los perjudiciales.
“Ya tenemos estipulado lo que hará después del pesaje. Es fundamental la rehidratación, porque de eso depende el rendimiento. Silva es un profesional aplicado, un verdadero guerrero, y trabajar con él es sencillo porque entiende la importancia de cada detalle”, afirmó.
La experiencia acumulada junto a Silva fue compartida como ejemplo concreto para los jóvenes, transmitiendo la idea de que el camino profesional comienza desde la formación y que cada decisión, incluso la alimentaria, influye en los resultados.
Boxeo en Río Grande: un semillero en crecimiento
Ardiles se mostró sorprendido por la cantidad de jóvenes que se suman al boxeo en Río Grande y elogió el trabajo de las escuelas locales y de referentes como Jessica Bopp y Omar Narváez, quienes aportan desde la experiencia y la pedagogía.
“Cada vez que vengo encuentro más chicos. Eso habla de las ganas que tienen y del esfuerzo que hacen los entrenadores. Un chico en el boxeo es un chico menos en la calle, menos en el celular. Es un camino que los forma en lo deportivo y en lo humano”, señaló.
El profesional también valoró la iniciativa de incluir tanto a mujeres como a varones en el campus, destacando el carácter inclusivo de la propuesta y el impacto positivo que tiene en la comunidad.
Educación, disciplina y hábitos saludables
En su clínica, Ardiles abordó temas concretos que impactan en el día a día de los deportistas:
Cómo armar un plato saludable.
La diferencia entre bebidas deportivas y energéticas.
Los riesgos de los “cortes de peso” drásticos.
La importancia del trabajo interdisciplinario y en equipo.
El especialista insistió en que cada cuerpo es distinto y que los planes deben ser individualizados, pero recalcó que existen principios básicos que cualquier deportista debe conocer y aplicar.
“Sobre todo en mujeres y chicos que recién comienzan, los desequilibrios pueden ser graves si no se trabaja de manera responsable. Por eso damos estas herramientas, para que sepan cómo hacerlo de manera segura”.
Un mensaje final para la comunidad
Al finalizar la clínica, Ardiles dejó un mensaje abierto, no solo para los deportistas sino para toda la sociedad: “El deporte y la alimentación saludable son las mejores herramientas para prevenir enfermedades. Hoy la tecnología y el estrés hacen que la gente se descuide, pero es necesario dedicar un tiempo a la actividad física y a comer mejor. De a poco, con pequeños cambios, podemos lograr una mejor calidad de vida”.
Balance y proyección
La visita de Alejandro Ardiles a Río Grande fue más que una charla técnica: fue un espacio de formación integral, donde los jóvenes deportistas recibieron conocimientos que trascienden lo deportivo y se aplican a la vida cotidiana.
Su mensaje, cargado de experiencia y realismo, dejó en claro que el boxeo local tiene futuro si se sostiene sobre tres pilares: disciplina, acompañamiento profesional y hábitos saludables.
La comunidad boxística de Río Grande, que día a día crece en cantidad y calidad, encontró en esta clínica una confirmación: el camino del deporte se construye con trabajo en equipo, preparación responsable y la convicción de que cada paso es parte de un aprendizaje.

