La Asociación Civil “Reencontrándonos”, única institución de internación para personas con problemas de adicciones en Tierra del Fuego, se vio obligada a rescindir su convenio con la OSEF por la falta de actualización en los montos y el atraso en los pagos. Su presidenta, Stella Lavenia, advirtió que “ni la comida se puede pagar con lo que hoy abonan” y que el servicio podría reducirse a la mitad, dejando a decenas de familias sin tratamiento.
Ushuaia.- La institución fueguina dedicada a la atención de personas con consumos problemáticos decidió romper el vínculo con la obra social estatal por falta de pagos y actualización de valores. Su continuidad, advierte su titular, está en serio peligro.
La crisis financiera que atraviesa la obra social estatal OSEF comenzó a impactar de lleno en uno de los sectores más sensibles de la salud pública fueguina. La Asociación Civil Reencontrándonos, que desde hace años brinda atención y acompañamiento a personas con consumos problemáticos, anunció la rescisión del convenio con OSEF el pasado 22 de octubre, ante la imposibilidad de seguir sosteniendo los tratamientos.
“Hace mucho tiempo que no hay ajuste de costos, y estábamos muchísimo más abajo del valor real de las prestaciones. A eso se suma el atraso en los pagos. Así es imposible sostener los tratamientos”, explicó Lavenia en diálogo con FM Master’s.
Según detalló, el último encuentro con autoridades de la obra social tuvo lugar el “17 de octubre, donde se les anticipó que no habría aumentos hasta enero, y sin garantías concretas sobre fechas ni porcentajes”, dijo, al tiempo que agregó que “nos estaban pagando mayo o junio, así que recién se haría efectivo para junio del año que viene, era insostenible”, subrayó.
Actualmente, OSEF paga 1.300.000 pesos por mes por paciente internado, un monto que, según la referente, resulta irrisorio, debido a que “en Buenos Aires un tratamiento como el nuestro cuesta entre 2.800.000 y 3.000.000 de pesos, acá pretenden que trabajemos por menos de la mitad, eso equivale a 43 mil pesos por día; con eso no se paga ni la comida”.
Además, agregó que “la institución cuenta con un equipo interdisciplinario de 27 profesionales, entre médicos, psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y talleristas, que atiende no solo a los pacientes, sino también a sus familias”.
Asimismo, sostuvo que “cada persona internada involucra al menos a tres o cuatro más. Lo que se hace acá es un trabajo integral, y no se puede sostener con estos valores”, lamentó.
Tras la rescisión, Reencontrándonos notificó a los 38 afiliados de OSEF que cuentan con 30 días hábiles para presentar recursos judiciales o amparos que obliguen a la obra social a cubrir los costos de los tratamientos.
“Son 38 familias que quedan sin servicio en Río Grande y Tolhuin. Es tristísimo”, dijo Lavenia.
De las 29 personas internadas actualmente, 16 son afiliadas a OSEF, muchas de ellas menores de edad o con internaciones involuntarias ordenadas por la Justicia.
“Ya informamos a la Defensoría, porque los menores no pueden quedar sin cobertura. Son los defensores quienes ahora deberán actuar”, advirtió.
Puntualizó, que “el panorama es crítico, sin los ingresos de OSEF, la institución deberá reducir su equipo y servicios a la mitad, y analiza la posibilidad de continuar solo con tratamientos ambulatorios”.
Del mismo modo, dijo que “no sé cómo vamos a solventar los sueldos y los fondos para el personal. Si el equipo se reduce a la mitad, el servicio también. Habrá que reestructurar la institución. No podemos mentirle a la gente”, expresó con crudeza.
En medio del conflicto, Lavenia confirmó que “tomó contacto directo con el gobernador, quien le manifestó que abordaría el tema con su gabinete, esperemos que haya una respuesta concreta, lo de ayer fue al menos una señal, pero necesitamos hechos”, sostuvo.
Mientras tanto, la incertidumbre domina el día a día en Reencontrándonos. “Con los pacientes seguimos igual, no podemos parar. Pero es muy angustiante. Hay familias desesperadas, chicos internados por orden judicial. No estamos hablando de un centro estético, sino de personas cuya vida está en riesgo”, dijo entre lágrimas.
La situación pone al descubierto la precariedad con que el Estado provincial sostiene los tratamientos de adicciones, un problema que, como recordó Lavenia, “es de vida o muerte y no puede esperar a que se ajusten los números”.

