El concejal del Movimiento Popular Fueguino, Vladimir Espeche, expuso con dureza una radiografía crítica de la gestión municipal y del deterioro institucional que, según planteó, atraviesa la ciudad de Ushuaia. Lo hizo a partir del tratamiento del barrio Akar, pero el diagnóstico se amplió a todo el esquema de gobierno local y provincial, descoordinación, improvisación, contaminación ambiental y un oficialismo que, en sus palabras, “cree que por tener mayoría puede hacer lo que quiere”.
Ushuaia.- El punto de partida fue el pedido de informes y el debate en torno a la urbanización del barrio Akar, tema que reavivó la discusión sobre las irregularidades históricas en materia de tierras, la falta de mensuras definitivas y las condiciones de vida de cientos de vecinos que aún no pueden acceder a su título de propiedad ni a los subsidios básicos como el gas domiciliario.
Para Espeche, la sesión que trató el asunto fue “un papelón institucional”, con un expediente que ingresó “sobre tablas” sin ningún estudio técnico previo.
“No se puede tratar algo que modifica dimensiones de terrenos sin informes, sin planos, sin saber qué estamos votando”, advirtió en diálogo con Radio Provincia.
Desde esa observación concreta, el concejal amplió el análisis a una crítica estructural del modelo de gestión municipal, al que definió como “improvisado y cerrado sobre sí mismo”. “Pasa lo mismo que con un hijo único”, graficó, “tiene todos los juguetes y no sabe jugar con otros chicos, el Ejecutivo actúa igual, sin consultar a nadie y creyendo que puede imponer su política sin escuchar a los vecinos ni al resto de los concejales”.
Esa metáfora sintetiza una visión política más amplia, dado que para Espeche, la “administración local confunde celeridad con desorden, y la búsqueda de soluciones rápidas termina derivando en “un mamarracho de decisiones tomadas sin sustento técnico ni debate democrático”.
“El Concejo tiene que ser ágil, sí, pero no improvisado, la agilidad no puede significar falta de planificación ni atropello institucional”, subrayó.
En su lectura, el trasfondo del problema del barrio Akar refleja un modo de gobernar, dado que “la gestión no utiliza el recurso humano de la propia Municipalidad, especialmente el personal técnico, y eso genera consecuencias prácticas, decisiones mal tomadas, falta de control, ausencia de coordinación entre áreas”.
Además, agregó que “tenemos profesionales, arquitectos, agrimensores, ingenieros. ¿Por qué no se los convoca? ¿Por qué no se aprovecha ese conocimiento antes de avanzar con medidas improvisadas?”, cuestionó.
Pero el análisis del concejal no se limitó a lo urbano. En su intervención, Espeche extendió el cuestionamiento hacia la Provincia, apuntando contra la Secretaría de Ambiente y contra el Ministerio de Producción por la falta de respuesta ante problemas ambientales graves. En este sentido, dijo que “el derrame de residuos cloacales en el río Olivia, las aves muertas, la contaminación del canal, todo eso está a la vista, presenté ocho pedidos de informes y no contestaron ninguno, la Secretaría de Ambiente está dibujada, no existe”, denunció.
El legislador municipal detalló además que “presentó siete acciones sumarísimas ante la Justicia, denunciando la inacción provincial en distintos sectores como son barrio Los Rubíes, 96 Viviendas, la zona del Olivia y los desbordes cloacales que, según dijo, se repiten desde hace más de quince años”.
Por tal motivo, sostuvo que “no puede ser que estemos tirando los desechos al río y nadie diga nada. No hay auditorías ambientales, no hay control sanitario. Mientras tanto, hacen caminatas con chicos por Playa Larga diciendo ‘cuidemos el ambiente’. Que dejen de joder, el ambiente se cuida gestionando, no con fotos”, disparó con visible enojo.
Línea clara entre el discurso ambientalista oficial y la realidad del abandono estructural
En ese punto, Espeche marcó una línea clara entre el discurso ambientalista oficial y la realidad del abandono estructural.
Reclamó que tanto la “Municipalidad como la Provincia trabajen de forma conjunta, porque el ambiente es transversal y no puede ser motivo de disputa política”.
Sin embargo, lamentó que el “gobierno insista en una actitud de aislamiento y autosuficiencia, creen que son patrones de estancia, pero las elecciones nacionales ya les dieron un mensaje, pero parece que no lo quieren leer”, sentenció.
Falta de mantenimiento urbano y el colapso del sistema pluvial
Otro de los ejes de su crítica fue la falta de mantenimiento urbano y el colapso del sistema pluvial. Reconoció que el temporal de lluvias tuvo impacto excepcional, pero advirtió que “la falta de limpieza de los pluviales y la ausencia de obras de mantenimiento agravan cualquier evento climático”.
Según relató, personal técnico le confirmó que “muchas bocas de inspección están rotas o tapadas, y que eso genera el colapso de las bombas de Obras Sanitarias”, dijo, al tiempo que agregó que “la gestión no puede justificarse solo en el clima. Hay una falta de previsión evidente”.
El concejal fue más allá al señalar el riesgo ambiental de urbanizaciones sobre zonas altas, sin estudios de impacto y en este marco sostuvo que “cada vez avanzamos más sobre sectores vulnerables. Puede haber un deslizamiento y después nadie se hace cargo. Ya lo advirtió la Justicia: hay que cuidar el ecosistema”, advirtió.
Opacidad en los temas de transporte y recolección de residuos
Su crítica también alcanzó a la opacidad en los temas de transporte y recolección de residuos. Mencionó que algunos funcionarios “convocan reuniones en secreto con sectores de taxis y remises” para discutir plataformas digitales, sin incluir al resto de los concejales, y calificó esa práctica como “un modo de gobernar de espaldas al cuerpo deliberativo”.
En el mismo sentido, cuestionó el manejo del contrato con Agrotécnica Fueguina, denunciando “falta de transparencia y ausencia de control real sobre los costos del servicio”.
Por tal motivo, sostuvo que “queremos una ciudad limpia, segura, planificada. Pero eso se logra con gestión, no con imposiciones”, sostuvo, al tiempo que reconoció el trabajo de algunos funcionarios “que ponen voluntad pese a las limitaciones del sistema”, como el secretario Ferreira.
Sin embargo, insistió en que “sin coordinación entre Municipio y Provincia, y sin planificación integral, Ushuaia no tiene rumbo”.
Por último, Espeche sostuvo que “la administración pública, en todos sus niveles, ha perdido el eje de planificación y control, reemplazándolo por decisiones improvisadas, secretismo político y falta de diálogo”, expuso, al tiempo que agregó que “las gestiones no están funcionando, no podemos seguir gobernando entre pocos, ni pensar que tener mayoría es tener razón, la gente ya dio su mensaje, hay que escuchar, trabajar en conjunto y dejar de hacer política desde el ego, si no, Ushuaia seguirá estancada entre la desidia y la desconfianza”, concluyó.
