El joven fue indagado respecto del crimen de Alberto Scariot. La acusación reformulada por el fiscal Pinno contempla la pena máxima, y la carátula sería homicidio agravado por haberse cometido con alevosía. La jueza Cecilia Cataldo deberá resolver la situación procesal de Moreira en los próximos días.
Río Grande. – La justicia avanza en la investigación que busca esclarecer el homicidio de Alberto Scariot, ocurrido el pasado 10 de noviembre en una vivienda de calle Yaktemi. El imputado, Fernando Aaron Moreira, fue indagado por la jueza Cecilia Cataldo bajo la acusación de homicidio agravado por alevosía, reformulada por el fiscal Ariel Pinno.
Moreira estuvo asistido por su defensor oficial, el Dr. Eduardo Tepedino, y en su declaración brindó su versión de los hechos y expresó que aquella noche, había consumido alcohol y otras sustancias ilegales.
Según relató, tras un altercado en un local nocturno, regresó a la vivienda de Scariot donde se desató una discusión vinculada a drogas y problemas de convivencia.
Allí, Moreira aseguró haber recibido golpes en la cabeza y reaccionado con un cuchillo, provocando una primera herida en el brazo de la víctima. A partir de ese momento, dijo haber perdido la consciencia y no recordar las 33 puñaladas posteriores, la agresión al hijo de Scariot ni su huida en un Uber no habilitado.
El imputado tampoco pudo precisar dónde descartó el arma blanca ni su teléfono celular, elementos que aún no fueron recuperados por la investigación. La defensa agregó que Moreira sufrió una caída en la comisaría que le provocó un golpe en la cabeza, lo que podría incidir en su estado de memoria.
Tras la audiencia, se abrió un plazo procesal de 10 días para que la jueza Cataldo emita un pronunciamiento de primera instancia, que definirá el rumbo de la causa.
