En la Casa del Deporte de la ciudad de Río Grande se vivió un fin de semana cargado de emoción, reconocimiento y celebración. La Escuela de Patín “Fuego Sobre Ruedas” llevó adelante su esperado cierre de año, un evento que reunió a atletas de todas las categorías y que se convirtió en un fiel reflejo del crecimiento sostenido que ha tenido la institución durante los últimos cuatro años.
Río Grande.- Con entrega de presentes, certificados y menciones especiales al esfuerzo, el festival permitió que cada patinadora -desde las más pequeñas hasta las adultas- mostrara sobre la pista el trabajo realizado durante la temporada. Las responsables del proyecto, las profesoras Estefanía Morinigo y Luz Corzo, dialogaron sobre este importante cierre, los avances obtenidos, la participación histórica en competencias nacionales y los desafíos que se proyectan para el futuro inmediato.
Este cierre, sin embargo, no fue un festival más: representó el punto culminante de un proceso de crecimiento sostenido, que llevó a esta escuela fueguina -creada hace apenas cuatro años- a representar por primera vez a la provincia en un torneo nacional de patín artístico, un hecho histórico para la disciplina en Tierra del Fuego.
Un festival para mostrar logros, avances y consolidación deportiva
“Estamos haciendo el cierre de fin de año, es un festival en donde todos nuestros atletas participan y muestran lo trabajado durante el año”, explicó Estefanía.
Destacó que este año fue particularmente significativo porque, además de las presentaciones grupales, participaron quienes representaron a la provincia en el torneo nacional. Se trató de la primera vez que una delegación de patín artístico fueguino compitió a ese nivel, algo que marcó un hito tanto para la escuela como para la historia de la disciplina en la región.
Pero el festival también contempló el trabajo de quienes no compitieron durante el año pero sí sostuvieron entrenamientos, prácticas técnicas y preparación constante. Para ellos, esta instancia fue la oportunidad de mostrar su crecimiento individual desde el inicio de la temporada hasta el día de hoy, una síntesis del esfuerzo, la constancia y la evolución que caracteriza a esta escuela.
El salto deportivo que logró Río Grande en el escenario nacional
Luz recordó el camino recorrido con enorme emoción: “Somos una escuela que comenzó hace cuatro años. Hace tres fuimos a nuestra primera competencia y hoy haber llegado a una instancia nacional fue muy impactante, tanto para nosotras como para el resto de las delegaciones del país”.
Durante la competencia nacional, la presencia de representantes de Tierra del Fuego no pasó desapercibida. Delegaciones de distintas provincias se mostraron sorprendidas y admiradas por ver a atletas fueguinos compitiendo en un nivel tan alto, y más aún teniendo en cuenta la juventud de la escuela, la lejanía geográfica y la falta histórica de tradición provincial en esta disciplina.
Ese reconocimiento -expresado por pares, entrenadores y jueces de distintas regiones- reafirmó que el proyecto impulsado por Estefanía y Luz no solo es sólido, sino que tiene capacidad real de competir en escenarios de gran exigencia.
Varones sobre ruedas: inclusión y diversidad en la disciplina
Otro aspecto destacado de este año fue la incorporación creciente de varones a la escuela.
“Este año, al tener un varón que participó a nivel nacional, llamó la atención de otros chicos”, explicó Luz.
Actualmente, Fuego Sobre Ruedas cuenta con tres varones, dos de ellos pertenecientes a la categoría infantil, quienes incluso se animaron a realizar presentaciones individuales.
En un deporte tradicionalmente asociado a mujeres y niñas, la presencia masculina constituye un avance significativo en términos de inclusión, derribando estereotipos y abriendo la puerta a una participación más diversa dentro del patín artístico local.
Crecimiento sostenido: 60 atletas y una estructura cada vez más fuerte
La matrícula de la escuela es otro indicador directo del crecimiento alcanzado: “Hoy en día tenemos 60 atletas entre infantiles, juveniles y adultos”, comentó Estefanía.
El incremento de alumnos fue notable a lo largo del año, especialmente en el grupo de adultos, donde muchas mujeres se animaron a iniciar la práctica por primera vez.
“Rompiendo el tabú de que estamos viejos para hacer deporte, muchas adultas se sumaron y hoy tenemos casi 12 o 13 mujeres que jamás hubiéramos imaginado que se iban a animar”, agregó.
Este proceso consolidó a Fuego Sobre Ruedas como una de las escuelas más activas y numerosas de la ciudad, con grupos amplios, niveles diversos y docentes que acompañan el proceso técnico y emocional de cada patinador.
La evolución estética, técnica y creativa del patinaje local
El festival de fin de año evidenció un salto cualitativo en el desarrollo artístico y técnico de los atletas.
Con mayor producción, más números coreográficos y una planificación más compleja, el evento mostró un notable crecimiento en la creatividad y autonomía de los patinadores.
“Hoy en día son ellos los que eligen la música, los vestuarios, y también crean sus propias rutinas”, contó Estefanía.
Mientras las profesoras se ocupan principalmente de las rutinas infantiles, los grupos juveniles y adultos comenzaron a generar propuestas propias, lo que demuestra madurez, apropiación de la disciplina y un fortalecimiento de la identidad artística del proyecto.
Inserción regional y desarrollo del patín en la Patagonia Sur
Si bien el inicio de Fuego Sobre Ruedas se dio en Río Grande, la evolución del patín artístico en la Patagonia tiene una historia que vale la pena contextualizar.
Durante décadas, la región sur del país presentó un desarrollo deportivo desigual, condicionado por factores geográficos, climáticos y estructurales.
El patín artístico no fue la excepción: la falta de pistas adecuadas, la escasez de profesoras formadas y las distancias para competir complicaron el crecimiento de escuelas formales.
Recién en la última década comenzaron a consolidarse proyectos estables en ciudades como Comodoro Rivadavia, Caleta Olivia, Río Gallegos y, más recientemente, Río Grande y Ushuaia. Tierra del Fuego, por su parte, estuvo rezagada durante años y no contaba con presencia en competencias nacionales ni con programas sostenidos de formación técnica.
En este escenario, lo logrado por Estefanía y Luz es doblemente significativo:
Insertaron al patín artístico fueguino en el mapa regional.
Formaron atletas con nivel competitivo pese a las barreras geográficas.
Abrieron la primera experiencia nacional de la provincia en esta disciplina.
Conectaron a Río Grande con un circuito deportivo históricamente dominado por provincias con mayor infraestructura.
Este recorrido permitió no solo desarrollar la disciplina en la ciudad, sino también consolidar una referencia provincial que tiende puentes hacia un futuro con mayor participación patagónica en torneos oficiales.
Proyección provincial y el aporte de la formación académica
Otro aspecto esencial es la formación profesional de las docentes.
“Estamos formadas como técnicas y somos estudiantes de la UFLO Universidad, donde se dicta la tecnicatura para ser profesoras de patín artístico. Todos los años nos capacitamos para renovar nuestra licencia a nivel nacional”, detalló Luz.
Este compromiso con la capacitación técnica garantiza que la escuela cumpla con estándares actualizados y rigurosos, algo clave para que los atletas puedan desarrollarse con seguridad, planificación y una proyección seria.
La profesionalización del patín en la provincia -todavía reciente- se fortalece con docentes que profundizan su formación y elevan el nivel general de la disciplina.
Espacios de práctica, inscripciones y contacto
Actualmente, el grupo infantil entrena en el BIM Nº 5, un espacio que la escuela utiliza para sostener sus actividades regulares.
Las inscripciones para el ciclo 2026 estarán disponibles entre diciembre y enero, con vistas al comienzo de clases en febrero.
Los interesados pueden comunicarse al 2964-412300, o bien contactarse a través de Instagram y Facebook buscándolas como patin-fuegos sobre ruedas.
Hacia un 2026 competitivo y con nuevas metas
Si bien aún es temprano, las profesoras anticiparon que el objetivo para 2026 es claro:
Participar nuevamente del regional.
Regresar al torneo nacional.
Potenciar el crecimiento interno del alumnado.
Ampliar la presencia de la escuela en competencias oficiales.
El camino recorrido demuestra que no se trata de un deseo aislado, sino de una meta alcanzable y respaldada por el crecimiento real de la institución.
Un cierre cargado de emoción y agradecimientos
Antes de finalizar, Luz expresó: “Agradecerte porque siempre estuviste. Fuiste una de las primeras personas que se acercó hace cuatro años. Siempre agradecida por la oportunidad”.
Estefanía, en la misma línea, afirmó: “Igualmente, siempre estuviste ahí con nosotras, apareciendo en todos los eventos. Muchas gracias por estar presente y por darnos esta oportunidad”.
Ambas profesoras llenaron el cierre de un profundo reconocimiento hacia el acompañamiento que ha recibido la escuela durante estos años, consolidando así un vínculo humano y deportivo que forma parte esencial de su historia.
El cierre anual de Fuego Sobre Ruedas no solo celebró un año de entrenamientos: marcó un punto de inflexión en el desarrollo del patín artístico en Río Grande y en la provincia.
Lo que comenzó como un pequeño proyecto con pocos alumnos hoy es una estructura sólida, profesional, con proyección nacional y regional, con atletas que crecen, se animan, crean, compiten y construyen comunidad.
La disciplina ganó espacio, visibilidad y legitimidad, y la escuela se convirtió en uno de los motores más importantes del patinaje artístico fueguino.
El futuro, tal como anticipan sus profesoras, no hace más que abrir nuevas puertas hacia un crecimiento aún mayor.




