La secretaria de Industria y Promoción Económica de la Provincia, Alejandra Man, expresó una profunda preocupación por las consecuencias que tendrá la eliminación de aranceles a productos electrónicos, particularmente a los teléfonos celulares, y su impacto directo sobre la producción y el empleo en Tierra del Fuego. Lo hizo tras la última reunión de la Comisión para el Área Aduanera Especial (CAAE) y en diálogo con Radio Provincia, donde delineó el complejo escenario que enfrenta el sector industrial fueguino frente a las recientes decisiones del Gobierno nacional.
Río Grande. – La funcionaria destacó que la CAAE continúa reuniéndose de manera mensual y presencial, un hecho que consideró clave para sostener el diálogo entre todos los actores involucrados en la actividad industrial. En ese marco, participaron representantes de la Subsecretaría de Industria de la Nación, del Ministerio de Economía, del Gobierno provincial, de las cámaras empresariales y del sector sindical.
La resolución 333 y el golpe al corazón de la industria
El eje central de la preocupación provincial gira en torno a la Resolución 333, que establece la baja de aranceles a cero para la importación de celulares a partir del 15 de enero, en su segunda etapa de implementación.
Man remarcó que “este producto representa casi el 60% del volumen total de producción industrial de Tierra del Fuego, lo que convierte a la medida en un factor de alto riesgo para el entramado productivo local”.
“Es un combo de situaciones que nos lleva a un escenario muy complejo”, afirmó a Radio Provincia la secretaria, al señalar que “la apertura indiscriminada de importaciones se da en un contexto de fuerte recesión económica, caída del consumo interno y pérdida de competitividad de la producción nacional frente a productos importados sin aranceles”.
Caída de la producción y señales de alerta
Al analizar los primeros efectos de la baja arancelaria, Man detalló que “la producción de celulares se mantuvo relativamente estable hasta agosto, pero comenzó a mostrar una caída sostenida a partir de septiembre, con una baja notoria hacia noviembre”.
Según los datos oficiales, entre diciembre de 2024 y noviembre de 2025 se fabricaron 6.563.000 unidades, concentradas mayoritariamente en dos empresas que explican cerca del 77% del volumen total.
La funcionaria aclaró que “los volúmenes de fabricación no siempre se traducen de manera directa en ventas, pero reconoció que los indicadores actuales reflejan un deterioro progresivo de la actividad”.
Entre los factores que explican esta situación mencionó la “caída del consumo, la mayor presencia de productos importados, la aparición de nuevas marcas y la competencia del contrabando, que según las empresas afecta de forma directa a la producción local”.
Empleo en riesgo y mesas de diálogo
Man fue contundente al advertir que “una baja en los niveles de producción implica inevitablemente una reducción en el empleo, uno de los puntos que más preocupación genera tanto en el Gobierno provincial como en los sindicatos”.
En ese sentido, confirmó la “convocatoria a una nueva mesa de diálogo impulsada por el Ministerio de Trabajo y el Ministerio de Producción y Ambiente, con la participación de trabajadores, empresas y cámaras industriales”.
“El año que viene va a ser muy complicado en términos de producción en Tierra del Fuego”, sostuvo la secretaria, al tiempo que reconoció que “existe una gran incertidumbre incluso entre las propias empresas, que aún no logran dimensionar con claridad el impacto total de las nuevas reglas de juego”.
Cambios en los procesos productivos y menor valor agregado
Consultada sobre la posibilidad de que las empresas adapten sus procesos para enfrentar el nuevo escenario, Man explicó que “las modificaciones habilitadas por el Gobierno nacional podrían derivar en menores niveles de ensamble, lo que a su vez impactaría negativamente en el empleo”.
Si bien algunas compañías sostuvieron inicialmente que no habría riesgos para las fuentes laborales, la funcionaria indicó que “esa visión hoy aparece cada vez más debilitada”.
“Todavía hay muy pocas presentaciones formales sobre nuevos productos con este nuevo esquema”, señaló, y agregó que “cualquier reconversión dependerá del segmento de mercado, de los acuerdos con las marcas y de variables comerciales que hoy resultan difíciles de prever”.
Nuevas oportunidades, pero sin impacto inmediato
En un contexto adverso, Man destacó que “algunas empresas comenzaron a explorar nuevos procesos productivos, particularmente vinculados a módulos electrónicos para la industria automotriz, un sector que presenta oportunidades a mediano plazo debido a la creciente incorporación de tecnología en los vehículos”.
No obstante, fue clara al advertir que “estas iniciativas no tendrán un impacto inmediato ni alcanzarán a compensar, en el corto plazo, la posible caída de la producción de celulares, es una oportunidad a futuro, pero no una solución para el escenario actual”, afirmó.
Una definición de política industrial en discusión
La secretaria enmarcó la situación fueguina dentro de una discusión más amplia sobre el rumbo de la política industrial nacional.
“Estamos atravesando una definición que va en sentido contrario a la industrialización de los productos nacionales”, sostuvo, al señalar que “el cierre de fábricas y empresas se repite en distintas provincias del país”.
En ese contexto, remarcó que “competir con productos importados, especialmente de origen asiático, resulta extremadamente difícil no solo para Tierra del Fuego sino para la industria argentina en su conjunto”.
El rol de la Provincia frente al escenario nacional
Finalmente, Man subrayó que “el Gobierno provincial continuará impulsando instancias de diálogo y acompañamiento al sector productivo, trabajando junto a las empresas para garantizar exportaciones, agilizar procesos y sostener la actividad en la medida de lo posible”.
Recordó además que “el gobernador ha manifestado en reiteradas oportunidades su preocupación por las políticas nacionales que afectan de manera directa al régimen industrial fueguino”.
“La industria está muy golpeada y la situación es realmente difícil”, concluyó la funcionaria, dejando en claro que el desafío inmediato pasa por preservar el empleo y sostener la estructura productiva, mientras se buscan alternativas de diversificación que, aunque necesarias, demandarán tiempo para consolidarse.

