El gobernador Gustavo Melella, junto a la ministra de Salud Judit Di Giglio, anunció nuevas medidas restrictivas para la ciudad de Río Grande para tratar de desacelerar la propagación de casos positivos de COVID-19 remarcando en la responsabilidad personal individual, a la vez que marcó un fuerte trabajo en conjunto con las áreas de Salud de la provincia y del Municipio de Río Grande. Puso paños fríos a la tensa relación de los últimos días entre el intendente Martín Pérez y la ministra Adriana Chapperón, quien no estuvo en la conferencia. Río Grande permanecerá blindada hasta el 2 de agosto y se han prohibido todo tipo de reuniones sociales. “No estamos decidiendo volver a Fase 1, ni restringir las actividades
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