Dos mujeres, que según dijeron pertenecen a una cooperativa, se presentaron frente a la casa del gobernador, Gustavo Melella, para reclamar porque supuestamente tienen inconvenientes para poder trabajar para el gobierno. Aseguraron que “el que manda es el que tiene la venia del gobernador, que se la da para que trabaje”. Una de ellas denunció que, en esa disputa, “me llevaron engañada a un descampado para quitarme mi teléfono y amenazarme de muerte”. Dijo que se presentaron en la casa del gobernador, porque “quería llamar la atención, para que vengan los medios y que se enteren todos de la corrupción que hay”.
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