Docentes organizaron radio abierta

Los docentes se manifestaron el viernes pasado en la Delegación del Ministerio de Educación en Río Grande, al cumplirse un nuevo aniversario de la muerte de una docente y un auxiliar después de la explosión ocurrida en una escuela de Moreno por fallas en la instalación de gas. También se refirieron a la situación de los edificios escolares en la provincia.

Río Grande.- La secretaria Adjunta del SUTEF a nivel provincial, Verónica Andino, se dirigió a los presentes en la radio abierta que se desarrolló en la esquina de Don Bosco y Alberdi, frente a la Delegación del Ministerio de Educación, manifestando: “Es tan difícil narrar el horror. El horror asalta, copa el cuerpo, atraviesa, conquista. Y por último paraliza, como un veneno”.

Luego se preguntó “¿Qué docente, al enterarse de la explosión en la Escuela Primaria 49 “Nicolás Avellaneda” de Moreno, donde murieron nuestros compañeros Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, no recordó con escalofríos ese día en que se cayó un techo en su escuela? ¿O el tiempo que lleva todo ese cablerío pelado al alcance de los pibes, al lado de la escalera? ¿O las inundaciones que colapsan las tapas sépticas mientras damos clases bajo una lluvia torrencial? ¿O ese persistente olor a gas que aparece con cierta regularidad pero sin un patrón? ¿A qué docente no lo invadió el horror, sabiendo que Sandra y Rubén recibieron la bala de una ruleta rusa a la que jugamos, todos los días y sin saberlo, estudiantes, docentes y todos los que transitamos las escuelas?”.

En ese mismo sentido expresó Andino que hay “edificios, como el de la Escuela Primaria 49, o varios de los que se “adaptaron” en nuestra provincia, que se parecen más a dos o tres galpones pequeños unidos por un patio, son el tipo de escuelas que se construyeron para cubrir una demanda en barrios pobres: cuatro paredes y un techo, con suerte. En Tierra del Fuego, los gobiernos hicieron lo propio para disfrazar la desinversión en el sistema educativo que siempre tuvo presupuestos descomunales pero que se fueron por la cloaca del clientelismo”.

Más adelante denuncio que “El abandono de la infraestructura escolar es una constante en todo el país. El resultado: escuelas que estallan y una gestión educativa que deja muertes a su paso. «Tenemos más de ocho expedientes por fuga de gas en la escuela. Se vienen suspendiendo las clases seguido. Acá los chicos desayunan, almuerzan y meriendan pero se les cortan las jornadas porque no se arregla nada», dijo el director de la escuela donde murieron Sandra y Rubén, y remarcó que hace 30 años trabaja en las escuelas públicas de la provincia y que “ninguna debe estar en condiciones””, citó la dirigente docente fueguina.

Asegurando que se enfrenta “un problema estructural desde hace décadas”, mencionó que “Lo que no podemos naturalizar, en defensa de los y las estudiantes, y en defensa propia, es que ese estado de cosas se mantenga. Que la salud y la seguridad de quienes trabajamos y estudiamos en escuelas públicas dependa de la buena o mala voluntad de oscuros funcionarios que, de un día para otro y en medio de una ola demagógica reciben muchos millones de pesos y al cabo de la gestión la infraestructura de los edificios escolares sigue en iguales o peores condiciones”.

Después señaló que “en un medio radial de la ciudad resaltaban que el Centro Polivalente de Arte reclamaba desde hace 5 años por el problema de calefacción que no permite desarrollar las clases con normalidad. No olvidemos  que en 2016 se pusieron en manos de Pablo Havelka 100 millones de pesos para sanear la “emergencia edilicia”. Ni (la gobernadora Rosana) Bertone, ni (el ministro de Educación Diego) Romero, ni mucho menos Havelka, han podido explicar en qué se usaron esos recursos. Y todos sabemos que en las escuelas, no”, remarcó.

Advirtiendo que “Cuando la decisión de suspender o no las actividades en un establecimiento educativo queda fuera del alcance de los responsables directos de la institución y esa responsabilidad se traslada a personas que, en el mejor de los casos, conocen los aspectos técnicos del funcionamiento de un edificio escolar pero carecen del saber requerido para gestionar la vida institucional de una escuela, la administración educativa genera una burocracia peligrosa y permeable al clientelismo”.

“Es decir, crudamente: si el puntero a cargo de infraestructura tiene la orden de mantener la escuela funcionando a como dé lugar todos estamos en peligro. El estado general de los edificios escolares en nuestra provincia es deplorable. Denunciamos todos los días y desde el inicio de la gestión Bertone-Arcando-Romero los problemas que ponen en riesgo a estudiantes, docentes, auxiliares y padres”, remarcó la secretaria Adjunta del SUTEF.

Indicando finalmente que “Sin embargo la respuesta de este gobierno ha sido siempre la misma: excusarse en los problemas heredados y deslizar la sospecha de que el sector docente sabotea y vandaliza los edificios escolares. Para que el horror no nos vuelva a interpelar es que estamos y estaremos aquí reclamando y exigiendo que nos escuchen, que nos reciban, que se hagan cargo de la responsabilidad que asumieron y que no han honrado en estos tres años y medio de mandato”, concluyó.

 

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