“Por el momento hay que mantener la cautela”

El titular de AFARTE estimó que recién a mediados de enero habrá un panorama más claro de cómo el gobierno electo pondrá en marcha el motor de la economía. Todavía no está definido quién ocupará el Ministerio de la Producción, o si será absorbido por Economía. Los compromisos de campaña fueron muy buenos, pero “hay mucha crisis y poco margen de maniobra”, observó. Se pronunció a favor de la diversificación de la matriz económica y continuarán “evangelizando” sobre las bondades del régimen fueguino porque, aun con una balanza comercial desfavorable, siempre el egreso de dólares es menor con una producción nacional que con la importación de productos terminados.

Río Grande.- El presidente de AFARTE Federico Hellemeyer analizó por FM La Isla el resultado electoral del domingo y las perspectivas para la industria fueguina que, por el momento, imponen cautela. “Las elecciones confirmaron lo que todos sospechábamos en función de las PASO y no hubo sorpresas en los resultados. Fue bueno que se diera una victoria clara de quien ganó, y a la vez con un segundo contendiente muy competitivo. Eso contribuye a una democracia más equilibrada. Debiera ser motivo de evaluación positiva incluso para quien ganó, porque es una señal de madurez democrática”, opinó.

Sobre las propuestas electorales, que plantean la prórroga del subrégimen, observó que “todo lo que se dice en campaña, pertenece a la dinámica de la campaña. Nosotros tuvimos contacto con algunos referentes del Frente de Todos y, si después se transformarán en Ministros o Secretarios de Industria, todavía es un gran interrogante. El presidente electo Alberto Fernández habló en la campaña de encender los motores de la economía, de poner en marcha la industria, y como consignas son bárbaras. Ahora hay que ver de qué manera eso se lleva adelante. Me parece que el futuro oficialismo es muy consciente de las fuertes restricciones que hay dentro de las herramientas económicas posibles. Si uno escucha el discurso que dio el gobernador electo de la provincia de Buenos Aires el domingo, se da cuenta de que quieren poner la vara en un lugar de mucha crisis y poco margen de maniobra. Pareciera que no tenemos un montón de herramientas para trabajar la economía. Con las devaluaciones y la inflación, también hay mucha demanda social que cubrir”, planteó.

“Se habló de un acuerdo económico y social para enfrentar la coyuntura, y parece no haber ningún viento de cola y ninguna circunstancia externa favorable, además muy fuertes limitaciones en la economía doméstica”, sostuvo.

“Hace mucho tiempo que queremos tener una visión optimista, pero por el momento hay que mantener la cautela. Como cosas positivas, después de las elecciones uno imaginaba que podía darse una dinámica parecida a lo que ocurrió después de las PASO, y eso no sucedió. Cuando se conoció la medida que iba a tomar el Banco Central, nos imaginábamos que iba a ocurrir lo que sucedió en las PASO, cuando se vivió una situación de muchísimo estrés social. La incertidumbre política está resuelta y podrían haber existido coletazos económicos, que no se dieron. Lejos de haberlos, se corrigió hacia abajo el dólar, por lo menos por el momento, porque el blue llegó a estar a 75 y ahora está a 67 pesos. Veremos qué pasa la semana que viene cuando la gente cobre sus haberes”, señaló.

 

Cepo sin impacto

 

Consultado sobre el impacto del cepo en el sector, aseguró que es nulo. “Esto no ha tenido impacto en las operaciones de comercio exterior y la compra de insumos. Respecto de si se espera un impacto en el consumo, no lo sabemos”, indicó, ante la posibilidad de que, al no poder comprar dólares, los ahorros se vuelquen al consumo.

 

Acuerdo de competitividad

 

Con varias charlas con el gobernador electo, el contacto de AFARTE es fluido y hay respaldo a la diversificación de la matriz económica. Además, Hellemeyer planteó la conveniencia de mantener acuerdos de competitividad como el vigente hasta mediados de 2020. “El acuerdo de competitividad ha sido y es vital para la subsistencia de la industria fueguina y no significa que sea inmodificable. De hecho hubo una adenda en febrero de este año, teniendo en cuenta la extraordinaria inflación, con una recomposición del 24%. La intención del sector empresario es cumplir el acuerdo hasta su vigencia y creo que tenemos que pensar en formatos así para el futuro, porque la productividad y la competitividad de la industria fueguina dependen de que todos los involucrados hagamos proyectos en conjunto y tiremos para el mismo lado. Si no, vamos a descapitalizar los esfuerzos que han permitido cambiar la imagen de la industria fueguina y abaratar los productos”, advirtió.

Resta que cumpla el estado nacional la parte que le toca en este acuerdo, como la mejora en la logística, en Aduana y demás. “Es una materia pendiente el compromiso asumido por el estado nacional. Hay inercias de muy larga data y podría haber habido de parte del gobierno nacional un mayor avance, que no se dio. El acuerdo es un plan de competitividad y muchas veces la mejora de esas líneas en una estructura de costos representa el primero o el segundo decimal. Uno tiene que trabajar para impactar muy marginalmente en la estructura de costos. Más allá de la estructura estatal o la falta de decisiones políticas, que por ahí son las causantes por las cuales no se avanza, también en un país como el nuestro, con desbarajustes económicos tan fuertes como los que tuvimos en 2018 y 2019, esos esfuerzos que son por el decimal, se relativizan mucho. Los impactos en las variaciones macroeconómicas son tan grandes que la estructura de costos vuela por los aires. Dejamos la vida para mejorar en un 0,5% las operaciones y de repente viene una devaluación del 30% que relativiza todo. No nos desanimamos y seguimos trabajando en esas líneas, pero cuesta”, dijo.

 

A esperar enero

 

Lo cierto es que hasta ahora no se puede afirmar cuándo se reactivará la economía y cómo. “De todos los rumores que andan dando vueltas, en ningún momento se habla con precisión de un candidato muy fuerte para el Ministerio de Producción. De hecho hay algunos rumores de que las cuestiones que tienen que ver con producción pasarían al Ministerio de Economía. Hay que ver qué termina pasando. En el gobierno electo hay viejos conocedores de la realidad del subrégimen industrial y de la 19640, y hay gente muy bien intencionada pero que tiene un acercamiento más académico, dogmático o lejano del régimen. Los que tenemos que ver con el régimen hemos tenido que evangelizar un poco, y esto sucede en todos los equipos”, expresó.

Se llega al fin del 2019 con un mal año, en términos históricos, pero el optimismo es lo último que se pierde. “Más allá de nuestra particularidad, la economía está en un momento muy difícil, el mercado interno está muy deprimido, y eso hace que tengamos niveles de actividad y de producción históricamente bajos. En cuanto a las perspectivas para el año que viene más allá de nuestra expectativa de que esto repunte, hay que ser cauteloso y esperar al primero o segundo mes de 2020, para ver si cambia un poco el signo económico y además porque va a haber novedades políticas. Hay un gobierno que entra en funciones, equipos que se ponen en funciones, anuncios de medidas que seguramente van a incidir. Formar ahora una expectativa pesimista u optimista respecto del mediano plazo, sería pecar de hacerlo con muy poca información. Cuando promedie enero tendremos una idea de por dónde va a ir el gobierno para tratar de encender los motores de la economía”, estimó.

 

La balanza negativa

 

Hellemeyer también se refirió a la balanza negativa por la salida de dólares para comprar insumos, que no se compensa con exportaciones en el caso de la industria fueguina. “Cada vez que se ha hablado de la diversificación de la matriz productiva en la provincia, nosotros hemos dicho que lo vemos bien. Pese a que la industria no genera divisas, porque vendemos al mercado interno, y no tiene mínimamente una balanza comercial neutra, no es menos cierto que un producto que se fabrica nacionalmente, aun con insumos importados, representa menor egreso de divisas que un producto que se importa, por el agregado de valor, sea mucho o poco. Hoy las cosas no dan como para que los productos que se hacen en Argentina se exporten, y ojalá se pueda exportar aunque sea un pequeño porcentaje, pero no hay que pedirle todo a una única cosa. El déficit de balanza que puede ocasionar la importación de insumos, que es menor al que se tendría de importar el producto terminado, tiene que ser compensado en la economía con otras actividades exportadoras. No hay que pedirle todo al régimen, sino que se vuelva lo más productivo posible, y que en todo caso las divisas para importación de insumos las compensen otras actividades en la provincia o fuera de ella”, concluyó.

 

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