Rescatando las recetas típicas de las abuelas alemanas del Volga

Griselda Wendler y Oscar Stamm, descendientes de alemanes del Volga, mantienen un emprendimiento en Valle María donde rescatan las recetas de las abuelas germanas, y donde la harina, la leche, el azúcar y los huevos son los ingredientes más importantes. Su negocio se llama ‘Regionales El Puente’ y también tiene cervezas artesanales, jarabes, quesos y salames elaborados en el campo, que les provee la materia prima.

(Ramón Taborda Strusiat).- Provincia 23 entrevistó a Griselda Wendler, quien tiene sus productos en el negocio ‘Regionales El Puente’, en el bello paraje de Valle María.

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“Mi mamá es de apellido Gassmann y estoy casada con Oscar Stamm y su mamá es de apellido Dreiling, todos descendientes de alemanes del Volga”, comentó.

Agregó que “tenemos estas recetas donde rescatamos las recetas de la pastelería de nuestras abuelas alemanas del Volga, las elaboramos acá y se las ofrecemos al público. Entre lo que nosotros elaboramos está el famoso dinne kuchen o rübbel kuchen que tiene una masa con base de levadura dulce con una cubierta que se hace con azúcar quemada que es el syrup y los rübbel que se hace con manteca, harina y azúcar que es una crema que se lo pone sobre la torta”.

“Lo más tradicional y que es con lo que nosotros comenzamos, es el krebel que es una masa dulce que se elabora con leche cortada, crema y el leudante es el bicarbonato de sodio. Obviamente que lleva huevo, azúcar y harina; pero es la leche cortada lo que le da la particularidad a la masa”.

Después, “agregamos kreppel –que tiene varios prefijos dependiendo de la aldea- pero es una masa muy fina, una masa filo, que se frita muy rápido se espolvorea con azúcar, son bien crocantes y son las que nuestras abuelas hacían cuando en la casa había una parturienta, entonces los abuelos del bebé o los vecinos colaboraban con el almuerzo, ya que el padre de familia estaba trabajando en el campo y no olvidemos que las familias generalmente tenían muchos hijos”.

También tienen un jarabe, el Wunderbarer Balsam, “que usaban nuestras abuelas y es muy bueno para el hígado y para el estómago. Está elaborado a base de yuyos y tiene muchas propiedades. Acá es muy famoso y no puede faltar en ningún hogar”, comentó Griselda.

En tanto Oscar Stamm añadió que “se les daba este kreppel con sopa de gallina y fideos caseros; hoy en nuestra comunidad se sigue haciendo pero más como símbolo de aquellas épocas y es algo sagrado. El alemán del Volga es una persona muy creyente y mantiene sus tradiciones”.

La harina, leche, azúcar y huevos son los ingredientes más importantes en esta pastelería de receta alemana del Volga.

“Traemos todos alimentos frescos, la leche y los huevos son del campo directamente. Los productos son regionales, todos de la zona; por ejemplo, el queso que traemos es de un primo, nos trae la leche, la crema, el salame del campo, los chicharrones de cerdo. Todo se elabora en el campo y nos provee la materia prima que usamos; incluso hoy día hay gente que vende leche fresca casa por casa”, reflejó Stamm.

Griselda Wendler retomó el diálogo y compartió que “nosotros estamos muy orgullosos de rescatar esas recetas, esas costumbres y esas tradiciones de nuestros abuelos. Me imagino que el clima de Tierra del Fuego es muy similar a lo que ellos vivieron en Rusia. Nuestros abuelos vinieron a Entre Ríos creyendo que iba a haber hielo y nieve se encontraron con otro clima. Estamos muy agradecidos con nuestros ancestros que nos trajeron a este suelo de paz, sobre todo. Invitamos a los fueguinos que vengan a Entre Ríos a que pasen por Valle María y por nuestro negocio a probar nuestros krebels y vamos a estar muy contentos de recibirlos en nuestro local”.

Además de dedicar su tiempo a la pastelería, Griselda Wendler es Directora del Ballet ‘Raíces Alemanas’ que es el elenco embajador de la cultura germánica y que han actuado en casi todo el país, incluso participaron nuevamente en el Oktoberfest de Córdoba.

“Nuestro sueño es actuar en Tierra del Fuego, el viaje lo podemos costera y no cobramos nada en el escenario, solo se nos complica el lugar para la estadía, tenemos un elenco de más de 40 personas, incluso niños de 4 años”, ofreció Stamm.

“Animo a todas las colectividades, árabes, judíos, italianos, españoles a que cuiden su cultura, nosotros pasamos pero vienen las nuevas generaciones. Hay que seguir confiando en la solidaridad, en el esfuerzo, en el trabajo. A nuestros abuelos, cuando llegaron de Rusia, les prestaron hachas y azadas ya que cuando vinieron esto era un monte y ellos devolvieron comunidad, devolvieron aldeas que hoy son pueblos pujantes. Somos argentinos con raíces alemanas”.

 

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