Pedro Franco expuso la ardua tarea de regularización de bomberos voluntarios

El actual interventor de la asociación de bomberos voluntarios de Tolhuin informó sobre los avances en la tarea de regularización, luego de una sucesión de irregularidades que derivaron en sumarios y denuncias ante la justicia, la IGJ y el Tribunal de Cuentas. Mientras se avanza en la determinación de responsabilidades por falta de rendiciones, presentación de balances y compra de equipamiento que nunca ingresó, hay “un trabajo silencioso para regularizar una institución que fue pasando de mano en mano, donde desapareció documentación para tapar lo ocurrido”, dijo. Esta semana ingresará una autobomba que había sido adquirida y estaba “tirada” en una estación de servicio de Río Gallegos, y pasará a completar las unidades que fueron puestas en condiciones, tras encontrarlas en un estado “deplorable y sin papeles”. La lista de irregularidades es innumerable, e incluye la detección de “56 bomberos asegurados cuando en realidad cumplían funciones 14”, señaló, también la “desaparición” de un cuatriciclo del cuartel luego “de una venta medio extraña”. Hay una docena de ex bomberos sumariados e investigados.

Río Grande.- El interventor de la asociación de bomberos voluntarios de Tolhuin, Pedro Franco, dialogó con Radio Universidad 93.5 sobre la tarea que viene llevando adelante desde julio del año pasado, y la serie de irregularidades detectadas que son materia de investigaciones administrativas y penales.

Franco estuvo a cargo de Defensa Civil en la gestión anterior y ahora le toca la revisión de esta situación, que espera concluir para fin de año. “En julio del año pasado fui designado como interventor de la asociación y las irregularidades se remontan desde hace bastante, tiempo porque yo soy el quinto interventor de la asociación. Desde el 2014 a la actualidad no se presentaron balances y con todos los interventores que pasaron se fueron sumando más irregularidades. Me tocó investigar y ponerme al tanto de todo para recurrir en parte a la justicia, a la IGJ, al Tribunal de Cuentas, a Protección Civil, para denunciar estas irregularidades. Ahora estamos en proceso de determinar la responsabilidad de las personas”, dijo.

“Paralelamente a esto fuimos avanzando y en diciembre del año pasado se presentó el balance de 2014, esta semana se presenta el balance de 2015, es decir que hay un trabajo importante y silencioso para regularizar una institución que fue pasando de mano en mano, donde desapareció documentación para tapar lo ocurrido. Es una tarea compleja dar con el historial de movimientos del banco con los pocos recibos que hay, y llamar a los proveedores para ver qué pasó”, expresó.

Explicó que “la IGJ se basa en los balances para controlar a la asociación, pero si no se presentaban desde 2014, era imposible la fiscalización. Nunca se cerró la asociación de bomberos porque es la única para dar respuesta a las emergencias. Se le fue dando tiempo para ver si regularizaban, pero no se pudo lograr”.

 

Equipamiento desaparecido

 

Consultado sobre el estado del equipamiento, indicó que “en la parte administrativa fue deplorable la situación y en la parte operativa también, en cuanto a equipamiento básico que tienen que tener los bomberos para concurrir a un incendio, el estado de las unidades y del edificio, que se vino abajo. Fue difícil recuperar la confianza no sólo internamente sino en forma externa, con los proveedores. Cuando recién vine iba a la estación de servicio a pedir que carguen combustible y me decían que no. Después de estos diez meses que han transcurrido fuimos avanzando. Había equipamiento que se había comprado y rendido, pero el material físico nunca había llegado a la asociación de bomberos. No sabíamos dónde quedó y de a poco fuimos recuperándolo. Los dirigentes anteriores compraban equipos estructurales, chaquetas, pantalones, botas, computadoras, se rendían de acuerdo a la ley de subsidio para bomberos con la factura de compra, pero nunca ingresaron al cuartel estos elementos en forma física. Se compraba a nombre de Bomberos Tolhuin, se rendía lo gastado pero no entraba el equipamiento básico que usa el bombero en todo incendio. Además había equipos de respiración autónomos, el compresor para cargar los equipos autónomos”, señaló sobre todos estos equipos que estaban desaparecidos.

“Hubo muchas irregularidades y uno cuando asume tiene dos opciones: o se queda callado o acude a la justicia a exponer lo que pasa. Ese equipamiento nunca había ingresado, no es que se quemó o estaba en otro edificio, sino que nunca ingresó al cuartel. Eso está todo judicializado. Desconozco si es un delito penal o no, pero yo me presenté a la justicia. También se hicieron presentaciones por malversación de fondos en el Tribunal de Cuentas, en la IGJ y en Protección Civil”, apuntó.

 

Asegurados fantasmas

 

También reveló que se encontró con que “había 56 bomberos asegurados cuando en realidad cumplían funciones 14. Los camiones tenían muchos desperfectos mecánicos, sin RTO desde el 2015 y prácticamente estaban fuera de servicio por falta de mantenimiento. Había bomberos que salían al incendio y se quedaban a mitad de camino porque no tenían combustible en los tanques. Hoy eso no ocurre y la situación se va normalizando, en algunos casos avanzamos rápido y en otros no tanto. Hay un camión de bomberos que en pocos días va a ingresar a la provincia y estaba tirado hace dos años y medio en la estación de YPF de Río Gallegos. Después de meses de trámites administrativos se pudo destrabar y toda la documentación de titularidad está a nombre de los bomberos de Tolhuin”, destacó.

“Nunca se cortó la parte operativa, se fue mejorando y recuperando equipamiento. En personal tenemos en total 12 bomberos. Muchos de ellos formaban parte de la comisión directiva que está sumariada por no presentar la documentación, otros tienen denuncias penales que he realizado por vender patrimonio del cuartel, de eso hay filmaciones que se presentaron en la justicia, y hay personal que he dejado cesante por actitudes que contradicen la ética del bombero. Cuando esta normalización finalice se llamará a elecciones para la nueva comisión directiva, que junto con la justicia y la IGJ determinarán la situación de estos bomberos. Son 10 ó 12 ex bomberos que están en esta situación, muchos han pedido volver y a algunos les he dado la posibilidad de que retornen al cuartel pero no cumplieron con las expectativas”, manifestó.

 

Puesta a punto

 

Luego de estos meses de intervención se logró poner a punto a las unidades. “Tenemos dos camiones de primer ataque, un camión cisterna con capacidad de 9 mil litros y dos camionetas de rescate 4×4, una equipada con malacate, cúpula, herramientas de corte. Dentro de unos días va a ingresar la autobomba real que está en Río Gallegos y va a cumplir funciones importantísimas en la ciudad. Todas estas unidades están ciento por ciento operativas y con todos los papeles. En la última camioneta que se recuperó yo conté 36 abolladuras, la habían volcado y tenía desperfectos mecánicos y quedó prácticamente a nueva. La única documentación que tenía era una fotocopia de la tarjeta verde, y no tenía título. Esto conlleva una serie de trámites en este contexto de pandemia y lleva tiempo regularizar, hacer la RTO, asegurarla. Es una tarea compleja y todo esto conlleva dinero también, pero vamos avanzando bien”, afirmó.

Agregó que “la asociación contaba con un cuatriciclo hace cinco o seis años y desapareció luego de una venta medio extraña. Todavía no puedo dar con la operación que se hizo y no tenemos ese tipo de unidades que son muy necesarias en la localidad, más para esta época”.

Se le preguntó si uno de los actuales concejales de Tolhuin, Matías Rodríguez, fue responsable de la asociación: “La última comisión directiva estaba compuesta por los mismos bomberos, que estaban de los dos lados del mostrador. El cuartel funcionaba como un club de amigos y ahí es donde se empezaron a confundir las cosas. Es una institución donde tiene que haber cierta verticalidad, porque uno recibe fondos de la provincia y tiene que justificar los gastos. Aparte de la comisión directiva había una jefatura y estaba todo muy mezclado, por eso a la gente que me está pidiendo volver yo les pido paciencia y tiempo. Si quieren colaborar, tienen que respetar los tiempos procesales tanto de la IGJ como de la justicia, para ser convocados, si realmente pueden volver, porque pasaron muchas cosas. En la última comisión directiva el concejal Rodríguez era el jefe del cuerpo hasta 2015 cuando fue la primera intervención, además era primer vocal de la comisión directiva. A partir de la primera intervención se sucedieron cinco más, contando la mía. Con la primera intervención la comisión directiva quedó sumariada automáticamente y por lo tanto fuera del cuartel. Cuando intervienen esta comisión en 2015 ya no había presentado el balance de 2014 y tampoco había presentado documentación de 2015, por eso la IGJ decide la intervención”, recordó.

 

Prevención pendiente

 

Finalmente se le preguntó si están realizando tareas de prevención y reconoció que es una asignatura pendiente. “En materia de prevención nos frenó mucho no poder salir a dar charlas, porque habíamos iniciado en algunos barrios juntadas con vecinos para capacitar. No lo estamos haciendo salvo desde nuestra página, pero es necesaria la prevención sobre todo sobre el monóxido de carbono, la conducción segura, y esto se debe profundizar”, dijo.

“Queremos darle tranquilidad a los vecinos de Tolhuin porque el cuartel está funcionando y los medios están para asistir a cualquier tipo de eventualidad.  El objetivo es tener presentado a mitad de año el balance de 2017 y ver si sobre fin de año llegamos con la regularidad necesaria para convocar a los socios, presentar listas y elegir la comisión directiva, para poder entregar el cuartel saneado. Hay una regularidad del gobierno en el envío de fondos y eso también ayuda. Eso no existía por la falta de rendiciones y hoy tenemos regularidad en la recepción de fondos y rápidamente se hacen las rendiciones. También estamos peleando para tener un reconocimiento económico de la municipalidad. A nivel nacional también se envían fondos a los cuarteles que están en situación regular, como ocurre con los cuarteles de Río Grande y de Ushuaia. El cuartel de Tolhuin hace seis años que no recibe fondos porque no se rendían y hablamos de sumas importantes que no fueron rendidas, por eso nación no mandó más”, concluyó.

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