“Es difícil saber si vamos a poder reponer porque está prácticamente prohibido importar”

El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Ushuaia, Daniel González, advirtió que, de no resolverse la crisis nacional, aun con el movimiento que genera en la zona sur el turismo, habrá problemas en los comercios. Ya no se piensa tanto en la rentabilidad sino en la posibilidad de reponer mercadería, porque no hay precios de referencia y todos los productos tienen algún insumo importado. “Hoy está prácticamente prohibido importar”, señaló, y en este esquema los precios se van a seguir disparando porque se tienen que manejar “con el dólar real y no el subsidiado”, como denominó al oficial al que sólo acceden algunas empresas. Ya se observa una restricción en las compras por la pérdida de poder adquisitivo frente a la inflación. “No se puede planificar y hay que vivir el día a día”, lamentó.

Río Grande.- El vicepresidente de la Cámara de Comercio de Ushuaia, Daniel González, expresó la preocupación del sector por Radio Universidad 93.5 y Provincia 23 frente a la falta de acceso a los insumos que necesitan para reponer la mercadería que se vende.

Por un lado se mostró satisfecho “porque hemos recibido bastante turismo y esto repercute tanto en las empresas que prestan servicios directamente, como en los trabajadores de la actividad que compran en los supermercados, quioscos, ferreterías, así que beneficia a toda la ciudad. La cantidad de turistas suma mucho y ayuda a recuperar lo que se perdió en los meses de pandemia, la actividad se recuperó bastante bien y en ese sentido estamos contentos, el único problema que es generalizado a nivel nacional, es la complicación con los costos, por la inflación”, señaló.

“La gente empieza a restringirse en las compras, se empieza a cuidar más, y también la capacidad de compra con respecto a los sueldos es menor. La inflación alta perjudica tanto a los comerciantes como a los consumidores, porque no se puede planificar y hay que vivir el día a día”, sostuvo.

“Principalmente en el rubro alimentos tenemos modificaciones de precios regularmente, y el comercio es el más perjudicado porque está último en la línea de listas de precios. Hay muchos intermediarios, hay logística en medio, y es difícil mantener precios frente a estos indicadores, principalmente para la reposición, que también se torna difícil. No hay referencia de precios y hay muchos productos en Argentina que tienen algún insumo importado. Al estar en dólares y estar restringida la importación, son productos que se fueron a valor dólar blue lamentablemente. Eso hace que los precios no estén definidos por algún indicador claro”, expuso.

“El rubro más afectado por la inflación principalmente es el de los alimentos, luego el rubro de la construcción, que utiliza hierro y cemento fundamentalmente, y tiene como indicador el dólar real, no el subsidiado que maneja el Estado para algunas empresas. Como ese dólar no está liberado a todo el mundo, nosotros consideramos que es un dólar subsidiado”, explicó de la visión del dólar oficial, al que ya pocos acceden.

 

Reposición antes que rentabilidad

 

“Lo mínimo que se trata es poder volver a comprar la misma mercadería que se vende. El problema que tenemos es que no sabemos si esa mercadería va a ingresar al país, porque si bien no hay una normativa que lo diga, la importación está prácticamente prohibida. Es muy difícil importar y hay muchos productos relacionados con el turismo invernal que se importan. Es un porcentaje muy alto, de entre el 80 y el 90%”, estimó, con lo cual también los servicios turísticos se verán afectados.

“Se trata de vender a un precio que la gente pueda llegar a comprar, pero es complicado porque los productos se guían más por el dólar real. Es difícil saber si vamos a poder reponer la mercadería. Tenemos que vender, pero no sabemos si vamos a reponer, porque en la práctica está casi prohibido importar”, insistió.

 

Cambios perjudiciales

 

En cuanto a las expectativas por el cambio de Ministro de Economía, dijo que “estamos sorprendidos porque, para moderar los precios y bajar la inflación, precisamente se necesita confianza, y estos cambios que está habiendo de funcionarios en forma permanente, justamente lo que generan es desconfianza. Esto repercute en los precios, en la inflación, y la desconfianza es el mayor problema que tiene el país en este momento”.

“El volumen de turismo genera movimiento y se refleja en ventas, pero proporcionalmente para la cantidad de gente que hay, no son los números que se esperaban. El turismo es muy bueno porque hay gente, y de eso no tenemos que quejarnos, porque es un privilegio recibir turismo, pero con el movimiento de precios, la falta de referencia, la falta de productos, se torna más difícil la rentabilidad”, aseveró.

 

Alquileres descontrolados

 

Por otra parte hay una suba de costos, entre ellos los alquileres. “Con los alquileres tampoco hay precio de referencia y están descontrolados los precios. La gente que hizo la inversión de un metro cuadrado en dólares trata de sacar rentabilidad en relación con eso. Con un alquiler convencional mensual no se llega nunca a recuperar la inversión, y el inversionista está ofreciendo alquileres al turismo para tener mayor rentabilidad. Esto complica la situación para todos, porque nuestros empleados de comercio necesitan vivir en algún lugar y no solamente aumentan los precios, sino que hay problema de disponibilidad”, señaló.

En el caso del comercio la situación es variada. “En la avenida San Martín hay alquileres con contratos antiguos y hay precios que vienen muy retrasados, y por otro lado hay locales de diferentes dimensiones como para hablar de un promedio de precios. Hoy no podría decirlo porque está tan descontrolada la economía que es difícil encontrar un parámetro que sirva. No hay precios de referencia en alimentos, en ningún tipo de productos, y todo se torna complejo”, dijo.

 

Primeros despidos

 

Finalmente se lo consultó sobre la situación de los empleados de comercio en la capital fueguina, tras los primeros despidos en Río Grande por falta de insumos en locales de importación. “La oferta laboral es buena porque hay movimiento de turismo y no repercute tanto, pero si los parámetros económicos siguen como están, se va a empezar a notar también en Ushuaia”, concluyó.

 

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