Piden registro de presos políticos del ’55 en Ushuaia

Un proyecto de declaración presentado en la Cámara de Diputados de la Nación exhorta al Poder Ejecutivo nacional que haga público los diversos usos que se le dio a la cárcel de Ushuaia, conocida como la Cárcel del Fin del Mundo, hoy museo y atractivo turístico cuando fuera reabierta en 1955 por el gobierno militar. Curiosamente, la “historia oficial” de la cárcel “olvida” el paso por sus calabozos de dirigentes peronistas víctimas del golpe de 1955.

Ushuaia.- Un proyecto de declaración presentado en la Cámara de Diputados de la Nación, exhorta al Poder Ejecutivo nacional que haga público los diversos usos que se le dio a la cárcel de Ushuaia, conocida como la Cárcel del Fin del Mundo, cuando fuera reabierta en 1955 por el gobierno militar de la autodenominada “Revolución Libertadora”, así como el listado de presos políticos que fueron alojados allí en ese entonces.

En los fundamentos, la iniciativa parlamentaria recorre la historia del presidio desde su construcción, iniciada en 1902 y concluida en 1912. Destinado inicialmente a militares condenados por tribunales castrenses, albergó luego a peligrosos delincuentes, y más tarde, a presos políticos.

Luego de su clausura, en 1947, por decreto del presidente Juan Domingo Perón, la dictadura cívico-militar que lo derrocó el 16 de septiembre de 1955 lo reabrió, para alojar, básicamente, a peronistas.

Un poema de Arturo Jauretche conocido un par de meses después de ese golpe de Estado, menciona “diecisiete almas” a quienes rinde homenaje, presuntamente internos en Ushuaia.

El investigador Ernesto Jauretche elaboró un listado tentativo de esos primeros diecisiete presos políticos homenajeados en el poema, algunos por demás célebres: Albrieu, Oscar; Aloé, Carlos; Alonso, José; Antonio, Jorge; Cabo, Armando; Cámpora, Héctor; Cooke, John William; Del Carril, Hugo; Di Pietro, Hugo; Espejo, José; Framini, Andrés; Gomíz, Pedro; Kelly, Guillermo Patricio; Natalini, Luis; Pistarini, Juan; Renner, Alfredo Francisco; y Vuletich, Eduardo.

Años después, en 1960, y como consecuencia del Plan Conintes del entonces presidente Arturo Frondizi, una nueva tanda de 34 dirigentes peronistas fueron trasladados al penal de Ushuaia: Ángel Altuna; Laureano Cabral; Norberto Centeno; Oscar Dubini; Pedro Ernesto; Alberto Forte; Alejandro Helver; Alfredo Krainburn; Carlos Menéndez; Néstor Peretti; Dionisio Pereyra; Víctor Sardot; Marino Vuelta; Juan José Bartoletto; Horacio Casano; Oscar De Gracia; Héctor Gaite; Eduardo Leguizamón; Haroldo Logiurato; Antonio Lombardi; Diego Miranda; Baby Praxedes Molina; Lautaro Pérez Inda; Adolfo Acedro; Eduardo Arcondo; Calixto Bejarano; Ángel Estepa; Ricardo Fernández; Carlos Gianmarino; Antonio Ugrina; Mariano Tolesco; Alberto Arias; Teodoro Demundo; Jorge Parodi.

Semanas después se sumó otro grupo de 11 presos políticos justicialistas en Ushuaia: Héctor Críngoli; Justo Acosta; Julio Cabrera; Francisco Cuello; Magín del Carmen Guzmán; Héctor Herrera; Roberto Pasant; José Petraca; Pedro Villacorta; Félix  Serravalle; y Armando Nicolella.

El proyecto repara en que, en la página web del Museo Marítimo de Ushuaia, cuya reseña histórica se basa en el libro “El Presidio de Ushuaia”, no se informa de la clausura que dispuso Perón en 1947, ni la autoría de la reapertura, es decir el gobierno golpista de 1955. Se consigna su utilización por la aplicación del Plan Conintes, pero se omite que alojó a prisioneros políticos durante el gobierno de Arturo Illia.

En virtud de estas falencias, y de la necesidad de irrestricta defensa de los derechos humanos y de la “Memoria, Verdad y Justicia”, el proyecto solicita que se haga público el registro de los prisioneros políticos alojados en ese presidio a partir de 1955, “una dolorosa asignatura pendiente”.

Fuente: Noticias de Tapa (https://noticiadetapa.com.ar/).

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