Familia lleva meses esperando infructuosamente por un subsidio tras haber perdido su única vivienda

Una pareja con cuatro hijos, que en diciembre de 2022 perdió su casa y todas sus pertenencias en un incendio, lleva meses haciendo trámites y completando papeles por un subsidio que no llegaría ni al 5% del costo de la vivienda que perdieron. Dicen que les piden papeles y más papeles, pero nunca logran completar los requisitos o aparecen diferentes imprevistos que postergan el trámite. La mujer señaló que “en realidad, mi molestia más grande es porque ellos que se acercaron a mí. Ellos vinieron a mi terreno y me dijeron que me iban a ayudar. Yo nunca me acerqué a ellos a pedirles nada. Entonces, ahora me encuentro que estamos en agosto y dan un montón de vueltas”.

Río Grande – Andrea Magrini, refiriéndose a la situación que se encuentra atravesando junto con su pareja y sus cuatro hijos, mencionó que: “Nosotros nos encontramos viviendo en la casa de mi mamá, en su momento estábamos todos separados, ahora nos pudimos mudar todos acá. La situación es la siguiente, yo me encuentro sin trabajo, así que nos encontrábamos un día limpiando el terreno y se acercó la gente de (la oficina de Desarrollo Social de la Provincia ubicada en) Puestero 50, a brindarme ayuda del Gobierno”.

“Me hicieron llevar un montón de requisitos y, hasta el día de hoy, siempre falta algo. O es una firma, o la otra vez estaban en auditoría ahí en las oficinas, y por eso no podían cargar ningún monto de materiales. Hoy me comunico nuevamente vía WhatsApp, y me dicen que mi papel está en la misma condición de antes, o sea que cuando la llamé la vez anterior para preguntarle me dijo que la firma ya estaba, pero que no podían hacer las liquidaciones porque se encontraban en una auditoría en el sector y cuando se terminara eso iban a actualizar los montos y me iban a dar la liquidación directamente en el sector donde te entregan los materiales y ahora me dice que estoy igual que antes, o sea que me vuelve a faltar la firma que antes supuestamente ya estaba”, indicó la mujer.

Magrini remarcó que “se acercaron ellos a mí, yo nunca me acerqué a Puestero 50, ellos vinieron a mí el mismo día del incendio y un día que estábamos con la última limpieza del terreno me dijeron que por favor me acercara, que me iban a pedir unos requisitos. Me pidieron copias de los DNIs de mis hijos, que obviamente estaban quemados, tuve que buscar unas fotos que tenía de los DNIs, la certificación negativa, me pidieron el último contrato de mi trabajo, que fue en diciembre del año pasado cuando me dieron el cese, la escritura de la casa, que podía no tenerla porque podría haber estado prendida a fuego, pero la tenía. También me salieron ese día, cuando llevé todos esos papeles, con que necesitaban un presupuesto de materiales”.

“Para poder obtener ese presupuesto de materiales yo tuve que traer a alguien que arme un plano de la casa, pagarle, y él no sabe presupuestar materiales, o sea que tuve que ir a otra persona, pagarle, mostrarle el plano y que me presupueste medianamente lo que llevaba en materiales. A todo esto, teníamos que sacar todo lo que era cemento, cerámicos y todas esas cosas, porque ya me habían aclarado en Puestero que esas cosas no las cubrían. Así que, bueno, tuve que pagarle a dos personas. Entregué en febrero o marzo, a más tardar, todos esos papeles, y hasta el día de hoy no tengo respuesta”, insistió la mujer.

Después, al preguntarle el monto aproximado que le entregarían si logra completar la documentación que le solicitan, Andrea Magrini respondió que cuando fue a preguntar en mayo, más o menos, le dijeron “que estaba aprobado por 800 mil pesos, que eso lo iban a actualizar porque era obvio que los materiales ya no salían lo mismo y que seguramente ahí me iba a corresponder un poco más, o que capaz que en algún momento me iban a pedir la actualización de los precios a mí. Pero yo calculo que esa va a ser la próxima excusa, cuando me vuelva a acercar o vuelva a llamar”, indicó.

Advirtiendo que, si quisiera construir la casa que tenía, necesitaría “de 25 a 30 millones de pesos, como poco, para una casa de digamos dos o tres habitaciones. Ni siquiera nos alcanza para la cantidad que éramos, ni siquiera es como la casa que teníamos. Intenté comunicarme con (el gobernador Gustavo) Melella, le escribí a su secretaria, me acerqué, pero no me atienden, no me contestan, no me dicen nada, no me dan una cita”.

“En realidad, mi molestia más grande es porque ellos que se acercaron a mí. Ellos vinieron a mi terreno y me dijeron que me iban a ayudar. Yo nunca me acerqué a ellos a pedirles nada. Entonces, ahora me encuentro que estamos en agosto y dan un montón de vueltas. Yo acá ahora comencé a pagarle un mínimo de alquiler a mi madre, que tampoco lo puedo presentar para que me den una mano, porque como es mi madre me dicen que no me lo aceptan. Porque es mi madre y se supone que no debería pagarle, aunque es jubilada y cobra la mínima. Entonces no me lo aceptan, para poder ayudarme con el alquiler, aunque sea. Así que bueno, esa es la situación en la que estamos. La casa está a la venta, así que en cualquier momento puede pasar cualquier cosa y nos podemos encontrar seis personas viviendo en la calle”, concluyó.

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