TDF Innova premió a ‘FunDAR tu Huerta’ del Centro CONIN y Fundación DAR

Hace dos años el Centro CONIN Río Grande construyó su invernadero y además mantiene su huerta a cielo abierto. Cristina Goodall, impulsa este Programa en la Fundacion DAR, destacó las bondades de cultivar hortalizas para la economía familiar y se alegró de haber sido premiados por el programa TDF INNOVA, organizado por la Secretaría de Desarrollo Productivo y PyME de la Provincia de Tierra del Fuego. Contó que “trabajamos con los niños de las familias que están bajo programa CONIN en la Fundación DAR; y con sus  madres y padres, que también cultivan, cosechan y después cocinan con su producto. Lo que cosechamos también se suma en los bolsones que les damos cuando asisten a los talleres. Todo suma y este premio nos va a permitir ampliar el área de cultivo, que es un gran cambio y también aprovechar un sistema de riego. La verdad que el premio es un paso adelante gigante, estamos muy agradecidos”.

Río Grande.- En diálogo con LRA 24 Radio Nacional Río Grande, Cristina Goodall destacó la importancia de la huerta. El Programa FunDAR tu Huerta fue premiado por su propuesta lanzada desde el Centro CONIN, en el marco del programa TDF Innova, organizado por la Secretaría de Desarrollo Productivo y PyME de la Provincia de Tierra del Fuego.

Hace dos años el Centro CONIN Río Grande construyó su invernadero y además mantiene su huerta a cielo abierto. Cristina Goodall, quien lo impulsa, destacó las bondades de estos cultivos en la economía familiar.

“La verdad que para nosotros significó muchísimo la premiación, es como la frutilla del postre, sentimos un agradecimiento tremendo a este reconocimiento. Hemos trabajado con la huerta de la Fundación desde que estábamos en el Centro de Formación Laboral Manuel Belgrano. Ellos tenían una huertita atrás con un invernáculo y nos permitieron trabajar ahí con los chicos y con las madres. Ese tiempo también dio muchos frutos.”, recordó Cristina.

En la huerta de la Fundación DAR también se realizan jornadas de aprendizaje y colaboración abiertas a la comunidad en la que “todos meten la mano a la tierra y aprehender con H, porque se hacen propios los conocimientos desde la práctica. Nada mejor que eso para demostrar que es posible «, subraya Cristina.

Continuó diciendo que cuando ya CONIN tuvo su sede propia, en El Alambrador 194, “lo armamos gracias a la comunidad que se sumó cuando hicimos una campaña para juntar fondos para poder comprar la tierra negra y para hacer el invernáculo. Estamos agradecidos con todos los que colaboraron con esta iniciativa. Ya está puesta en funcionamiento desde hace 2 años. Esta es la segunda plantación de ajo que tenemos a cielo abierto y en el interior del invernáculo pusimos otras hortalizas”.

Contó que “trabajamos ahí con los niños de las familias que están bajo programa CONIN de la Fundación DAR; por ejemplo, con las madres que cultivan,  cosechan y después cocinan con lo que cosecharon. También completamos los bolsones que les damos cuando asisten a los talleres, así que todo suma. Este premio nos va a permitir ampliar el área de cultivo, un gran cambio, y aprovechar también un sistema de riego. La verdad que es un paso para adelante gigante”.

Consultada sobre cómo ingresaron a la nómina de TDF Innova, Cristina Goodall comentó que “este año han abierto acertadamente la categoría de impacto social. Hoy en día se habla del triple impacto de las empresas; uno es el impacto económico, que  las empresas sean rentables para poder dar empleo, sumar valor agregado y otro es el impacto ambiental, que brega por que estas actividades económicas no tengan un impacto negativo en el ambiente sino más bien uno positivo y por último el tercero, al que siempre dejan para el final, no por eso menos importante, el impacto social, en lo que puedan devolver a la sociedad según sus necesidades. Hoy hay empresas que tienen distintos programas de responsabilidad social empresaria y celebramos que INNOVA ha abierto este ítem dentro de esos tres categorías,  para que ellos puedan también presentarse en las próximas ediciones de INNOVA TDF. Este año nosotros nos presentamos, no como una empresa, sino como ONG -organización sin fines de lucro- con impacto social y la verdad que este premio nos causa una alegría tremenda  porque es el broche de oro a todo el esfuerzo”.

Cristina Goodall recordó a la audiencia que la Fundación DAR tiene la franquicia solidaria de la Fundación CONÍN, fundada por el Dr. Abel Albino, que lucha contra la desnutrición infantil. “Incluimos bajo Programa CONIN a familias derivadas por centros de salud o por algún profesional de la salud,  médico, trabajador social u otro. En una entrevista se evalúan los criterios de ingreso de los niños menores de cinco años, y en caso de ingresar, asiste una vez por semana al Centro CONIN en la Fundación DAR. Allí se le enseña a la familia pautas que tienen que ver con la educación de sus hijos y habilidades que tienen que ver también con poder desarrollarse ellos como personas o con algún emprendimiento. Los criterios de ingreso son que sus hijos sean niños menores de cinco años o embarazadas con algún problema de desnutrición o malnutrición. Una vez ingresados al programa, se comprometen a asistir semanalmente. Lo que logra el cambio en la familia es la constancia en un programa”.

En cuanto a la huerta “lo que tiene que ver con esto que es alimentación es incorporar nuevos alimentos a la dieta. Como sabemos, el alimento no es sólo lo que se come sino   quién te lo está dando, con cómo te lo está dando y en que momento te lo está dando. Alimentarse no es solo la comida, sino es cómo se lo doy, cuándo se lo doy y quién se lo da. Abel Albino, fundador de CONÍN, dice siempre que no es sólo un vaso de leche: es un vaso de leche y un beso. Es mirar a los ojos cuando amamanta, es interactuar cuando se da de comer, es conversar durante la comida, es mucho más que EL alimento. Nosotros con la huerta incorporamos estos nuevos alimentos sanos, de una producción orgánica, al plato de nuestras familias. Presentamos hortalizas nuevas, como la acelga roja, que no se conocían en muchas de las familias. Por otro lado, muchas de las mamás, con las que trabajaba ahí en la huerta, rememoran su infancia ayudando a sus abuelas en la huerta,  todo esto que se ha perdido de la conexión entre la producción de alimentos y lo que se come”.

 

“A pesar del clima se puede cultivar verduras y hortalizas”

 

En una nota brindada al Diario Provincia 23 hace dos años, Cristina Goodall destaca como otras veces, que no es contra el clima, sino con el clima. Nos confió que “queremos transmitir el mensaje de que se puede cultivar en estas latitudes y que es beneficioso para el grupo familiar poder autoproducir alimentos de la tierra”, dijo.

“Estamos trabajando en una parte a cielo abierto y  terminado nuestro invernáculo, ahora también podemos trabajar bajo techo”. El invernadero de la Fundación tiene un arenero gigante para que los niños más pequeños puedan jugar y estar en contacto con la arena y salir del aula a un ambiente soleado pero protegido del viento. Sumado a esto nos cuenta que “además tenemos tres canteros circulares, dentro del predio de la Fundación DAR cultivados con comestibles decorativos, con plantas que se pueden comer y flores”.

Cristina Goodall explicó que “lo que producimos en las huertas del Centro CONIN, se distribuye con el bolsón entre las familias que están bajo el programa de la Fundación DAR. Así les aportamos a la mesa el mejor producto hortícola, fresco y sano, para una buena alimentación”, concluyó.

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