Stefani se reunió con Milei y además planteó su negativa a la nueva ley de pesca

“Milei necesita un apoyo coherente y hay cosas que no se lo voy a aprobar”, dijo tajante el diputado nacional Héctor ‘Tito’ Stefani. El parlamentario se reunió con el Presidente y le planteó su defensa de la Ley 19640 y además le expuso las bondades del proyecto del propio Stefani de creación de una marina mercante nacional con asiento en Tierra del Fuego, emulando a la otrora ELMA. Asimismo el parlamentario fueguino dijo que se opone rotundamente al proyecto de ley de pesca impulsado por el Gobierno nacional dentro de la ‘Ley Ómnibus’. “Hoy el 90% de lo que pesca en el mar argentino se exporta y si este proyecto se aprueba vamos a liberar que 400 o 500 barcos que están acá pescando en el mar argentino legalicen esa pesca ilegal y se lleven la pesca de la Argentina, por eso haré lo imposible para que esa ley no se apruebe”, aseguró.

Ushuaia.- El diputado nacional del PRO, Héctor ‘Tito’ Stefani, fue consultado por FM Ártika sobre la ‘Ley Omnibus’, el paquete de reforma de leyes enviado por el Gobierno al Congreso de la Nación, el DNU y también sobre su reunión con el presidente Javier Milei en Navidad.

Stefani mencionó en la extensa entrevista que hay debates que no pueden prosperar porque hay personas que no están dispuestas a escuchar opiniones diferentes. También expresó su deseo de que Argentina sea un país más federal y que se tome la mejor postura en los debates. Además, detalló proyectos y debates relacionados con la representación de diputados y la ley de Tierra del Fuego.

 

Reunión con el presidente Milei en navidad

 

El diputado Stefani relató que le pidió una reunión al presidente Javier Milei y éste se la concedió. “Me dijo el 25 a las 5 de la tarde, y el 25 a las 8 y 10 me tomé el avión y lo fui a ver, y estuve 35 minutos con él en el Hotel Libertador. Y obviamente que hablamos de este tema de la 19640, también hablamos de mi proyecto de la Marina Mercante, que yo lo quiero impulsar, mi proyecto de obtener un buque de la bandera argentina, de segunda bandera con sede en Tierra del Fuego. Obviamente que yo todos los temas los hablo, y la mayoría de la gente que escucha no lo sabe, o no le importa, o no le interesa, porque no los conoce. Pero digo yo, nosotros con mi equipo de laburo le hemos metido muchas horas de estudio y de lectura, porque para nosotros es muy importante, y es un proyecto que no tiene grieta. La Argentina, sea quien sea el presidente, es el octavo país en el mundo que va a necesitar tener buques. Nosotros exportamos toda nuestra carga, que es a granel, y todos los años pagamos entre 6.000 y 7.000 millones de dólares en transportar esa carga. Y en la Argentina, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, tenía una de las flotas mercantes más importantes del mundo, Frondisi en la década del 60 fundó ELMA, Empresa de Líneas Marítimas Argentinas, teníamos industria naval, exportábamos barcos hechos en la Argentina a Alemania, y hoy no tenemos barcos. Le conté ese proyecto al Presidente, estuvimos hablando de la economía, vinculado a la aduana, estuvimos hablando de varios temas y como dije, sobre la Ley 19640”, confió.

En este punto Stefani fustigó a quienes se oponen a la ley de promoción fueguina, especialmente a algunos periodistas y diputados nacionales. “Yo lo que les digo es lo siguiente. Olvídense de Tierra del Fuego, libérennos, déjennos, córranos de costado, que nosotros manejemos nuestro gas, que nosotros exportemos nuestro gas, que nosotros refinemos nuestro hidrocarburo, que nosotros hagamos nuestra campaña con todas las embajadas de todos los países que están en la Antártida, necesitamos logísticamente que establezcamos un plan; déjennos manejar a nosotros el turismo y todas las reglas vinculadas al mismo. Dennos la pesca, dennos las 200 millas nuestras que nosotros vamos a explotar la pesca, vamos a hacer un estudio de nuestros recursos y vamos a explotar la pesca comercialmente como corresponde”.

También lamentó que algunos consideren “que nosotros somos un costo para todo el arco político de la Argentina centralista que se mira al ombligo y que dice que los fueguinos representan un gasto del 0,33% del PBI. Primero que eso es mentira, porque no es que la Argentina pone el 0,33% en manos de los empresarios. Lo que ocurre  es que el Estado eso lo deja de cobrar. Además, esos empresarios que producen acá son los mismos que van a importar si la Ley 19640 se deroga, por lo tanto tampoco los va a afectar. Y además nosotros tenemos un acuerdo con Manaos, así que el arancel de importación va a ser cero, por lo que el Estado no va a recaudar mucho de ahí. Hay cosas que hay que corregir, sí quieren que no se fabriquen acá las notebooks, que no se fabriquen, pero que nos den la posibilidad de fabricar otras cosas, dennos la posibilidad de fabricar los productos de desarrollo tecnológico del INVAP o autopartes, porque la reconversión de la matriz productiva de Tierra del Fuego no es con una planta de fertilizantes, porque durante la construcción de la planta de fertilizante trabaja mucha gente, pero después esa planta se atiende con 100 personas. Y en la industria nosotros hemos metido 12.000 personas de manera directa y unos 7.000 de manera indirecta. Nosotros también somos argentinos que aportamos para que eso se pague. ¿Cuánto le cuesta al Estado nacional sostener el AMBA con subsidios al transporte, al gas, a la energía eléctrica, a las cloacas, al agua? Más de 3 puntos del PBI desde hace 75 años. Entonces, en vez de pensar en eliminar la ley 19640, piensen con la cabeza para hacer el país un poco más federal y tener 10 regímenes parecidos al nuestro. Que hagan que toda esta gente que tienen amontonada (en el AMBA) que no tiene agua, que no tiene cloacas, que vive sin nada, que está presa de delincuentes, vean cómo la distribuimos en el país, que es un país rico, hermoso, para que sea más federal y tengamos más recursos para desarrollarnos económicamente”.

 

Cantidad de diputados nacionales

 

Consultado sobre la propuesta de que haya un diputado por cada 180.000 habitantes, lo que dejaría a Tierra del Fuego con una sola banca en la cámara baja, Stefani observó que “es un sistema uninominal que se aplicó tres veces en Argentina, lo aplicó (Julio Argentino) Roca, lo aplicó (Juan Domingo) Perón, en dos circunstancias donde querían cuestiones específicas especiales y la Patagonia perdería 16 diputados, 16 representaciones del Congreso, y la provincia de Buenos Aires ganaría 27. Ahora, lo que se busca es llegar a un sistema bipartidista como tiene Estados Unidos, donde la Argentina licúe muchos partidos políticos chicos para que la representación sea uninominal, territorial y no política partidaria, pero esto va en contra de lo que nosotros venimos propugnando, que es, que dejen de mirarse el ombligo en la Capital Federal -en CABA-, en la provincia de Buenos Aires, en Córdoba, y hagan este país un poco más federal. En toda la Patagonia hay 1.500.000 personas y hay 3 millones de ciudadanos metidos en el AMBA, cobrando subsidios desde hace 75 años, que son 3 puntos del PBI. Entonces digo, déjense de joder con nosotros. Este fue un proyecto que hizo que lugares como Tierra del Fuego tengan representaciones en el Congreso para que la Argentina sea un país un poco más federal y corregir, porque si no, cambiemos la Constitución y hagamos un país unitario, hagámoslo como Chile, que todas las decisiones se tomen en la capital. Lo contradictorio es que ideológicamente lo mencionan a (Juan Bautista) Alberdi, y Alberdi es uno de los impulsores más grandes que tiene el federalismo de la Argentina”, evidenció el legislador nacional.

Agregó que “en estas cosas yo no estoy de acuerdo, y si no estoy de acuerdo, quiero que me expliquen, a ver, en qué estoy equivocado, y me expliquen en qué va a beneficiar desde el sistema federal argentino -representación- que es el equilibrio entre el presidente y los gobernadores, o los ejecutivos subnacionales, para que la Argentina sea un país un poquito más federal y no tan unitario en la práctica”.

Admitió que “hay diputados que no hablan en los cuatro años que pasan por la Cámara, no apretan el micrófono ni todo eso, pero no solo de Tierra del Fuego, sino del resto del país, pero en ese sistema después el diputado tiene que venir a su provincia, rendir el examen, y además, a ese diputado no es el que lo puso alguien a dedo, sino que pasó por una elección. Para mí, estar sentado en el Congreso es un honor representando a los fueguinos. Después ese título se revalida, si no cumpliste, vas a una elección y no te votan más, votan a otros, y se terminó”.

 

‘Ley Ómnibus’ y DNU

 

“Son más de 300 fojas y más de 1.000 artículos que modifican diferentes leyes. Así que estamos todos abocados estudiando este documento, poniendo en foco en los diferentes artículos. Es un documento muy amplio que modifica muchas leyes en la Argentina y que hay que estudiarlo porque hay algunos temas que realmente son complicados”, evaluó el parlamentario nacional”.

“Estoy en un partido y soy una persona que cree que hay que apoyar al presidente que eligió el pueblo argentino; hay que darle todo el apoyo, sobre todo si él dice que esta herramienta la necesita, se la tenemos que otorgar y me parece que ese apoyo debe ser coherente. No le podemos decir dale por acá y vaya por acá que se va a estrellar. Si nosotros sabemos que parte de estas leyes que mandó no está bien, le vamos a pedir que modifique estas leyes o bien que las cambie o que las anule o que las saquen del proyecto, porque me parece que esa es la mejor forma o la forma más honesta de ayudarlo”, entendió.

En cuanto a los mecanismos de trabajo en el parlamento nacional, Stefani explicó que “el Congreso te da para que elijas entre seis comisiones y obviamente que vos en función de los temas de interés de tu provincia y de los conocimientos que podés tener como para aportar algo, y anotarse en esas comisiones después del Congreso, si da el número para otorgártela, te las da. Estoy anotado en Intereses Marítimos y como hace seis años soy diputado, el bloque me pidió que organizara una exposición que era el día miércoles que viene y vamos a tener una reunión y estoy trabajando en todo lo que tiene que ver con temas vinculados a los intereses marítimos que el proyecto de ley modifica”.

Consultado si alguna vez pudo, en esos seis años, revertir algún DNU del presidente Alberto Fernández, por ejemplo, dijo que “no son comparables, porque me parece que, primero, esos decretos no entran al Congreso y no tocan cualquier comisión, sino que los trata una comisión que estudia exclusivamente esos decretos. Algunas comisiones estén con ellos que, por la importancia de los temas, son bicamerales; es decir, que están integradas por las dos cámaras (Diputados y Senadores). La comisión del DNU es una comisión bicameral que está integrada por diputados y por senadores; se está estudiando no solamente la legalidad, sino la legitimidad del DNU y una vez que ese estudio pase por esa comisión, va a ir a la Cámara para votación, va a ir al Pleno para votación. Yo creo que la diferencia entre este y otros es la cuestión, la cantidad de temas que abarca y la cantidad de leyes que modifica. Entonces, me parece que es importante”.

 

“Hay temas que nunca los votaría”

 

Stefani confió que “hay muchos temas en los que puntualmente estoy de acuerdo. Me parece que hay muchos temas que nosotros lo votaríamos, yo particularmente lo votaría con las dos manos. Pero hay otros temas que me generan dudas y hay otros temas que no lo votaría. El DNU no es como este proyecto (la ‘Ley Ómnibus’) que se puede modificar; en cambio el Decreto de Necesidad y Urgencia es integral y no se puede modificar. Se aprueba todo cuando se vota o no se aprueba porque no se puede modificar una parte. Creo que eso es lo que le va a costar una vez que pase por una comisión bicameral, le va a costar pasar por el Pleno y conseguir la cantidad de votos. Hay versiones que dicen que sí, que ya tienen los votos necesarios y también hay otras versiones que dicen que no. Hoy, lo que sí sabemos es que el Congreso está trabajando en las dos cosas, por los carriles reglamentarios que lo tienen que hacer”.

El entrevistado evaluó que “viene un poco más atrasado porque recién entró y porque ni siquiera están formadas las comisiones; muchas de las comisiones a las que tiene que ir este megaproyecto no están conformadas, y no están conformadas por una cuestión de funcionamiento de la Cámara. Primero tienen que conformar las comisiones, después este proyecto va a las comisiones que tocan temas que están adentro del proyecto, y ahí se reúnen los diputados, se reúnen los asesores, se trata, y va después con todas las modificaciones que se tengan que hacer a la Cámara para que se haga una sesión y se lo vote”.

 

Oposición al proyecto oficial de ley de pesca

 

Stefani explicó que la Argentina tiene una zona económica exclusiva de 200 millas en la cual solo los buques argentinos pueden pescar. Sin embargo, buques extranjeros pescan ilegalmente en mar libre, pero el nuevo proyecto permitiría a esos barcos obtener permisos argentinos y exportar desde cualquier puerto. Además, podrían tener tripulaciones extranjeras. Este proyecto es problemático ya que comprometería los recursos pesqueros de Argentina y contradice las regulaciones de otros países desarrollados. “Es importante dar valor agregado a los productos pesqueros argentinos en lugar de exportarlos sin procesar. La ley propuesta permitiría legalizar la pesca ilegal en la zona económica exclusiva y permitir que los barcos se lleven la pesca de Argentina sin un control adecuado”, entendió el Diputado Nacional.

“Estoy estudiando el tema de la pesca, el que hizo la reforma del tema de la pesca es un ignorante en el tema, ese tipo no sabe nada, no tiene la más mínima idea la pesca”, refutó

Ilustró que “la Argentina tiene, a partir de la Convención del Mar, una Zona Económica Exclusiva, lo que significa que hay 200 millas de mar argentino en los cuales solamente los buques argentinos pueden pescar. A partir de las 200 millas náuticas, eso se llama mar libre, y en el mar libre -que tampoco es mar libre porque los recursos son argentinos los que están en las 200 millas- están pescando buques de países como China, como lo que ya sabemos, los barcos, las ciudades de luces que están pescando acá cerca de la Patagonia. Este proyecto que acaban de mandar en pesca los habilita a esos barcos a tener permisos argentinos y por lo tanto estos permisos ya no van a estar vinculados a restricciones técnicas del Consejo Federal Pesquero y de la Secretaría de Pesca, sino que las cuotas de captura, la cantidad que se puede pescar, van a ser subastas internacionales a las cuales se van a presentar empresas internacionales a competir por precio. Y la verdad, después ya no hay más obligatoriedad de exportar de puertos argentinos, con lo cual se podría pescar con permisos argentinos y transbordar la mercadería en Malvinas o transbordar de altamar. Además, las tripulaciones de esos barcos que son extranjeros que ganan una licitación, podrían ser extranjeras y eso está en contra de la política que están llevando adelante los países desarrollados”, contrastó.

En este punto puso como ejemplo a otros países desarrollados, como Estados Unidos, “porque es el caso emblemático al cual este gobierno se le quiere parecer desde el punto de vista político y ideológico, en cuanto a libertad de mercado. Estados Unidos sacó una ley por la cual prohíbe que las empresas pesqueras tengan capitales extranjeros en sus constituciones. Los Estados Unidos no permiten a una empresa de otro país, por ejemplo, una empresa española, pescar en aguas americanas. La misma reglamentación tiene Japón y varios países europeos. Ese es el camino. ¿Por qué? Porque nosotros hoy somos exportadores de commodity (producto objeto de comercialización) que es un insumo para algo, un insumo para darle valor agregado. Nosotros no exportamos alimentos, nosotros exportamos el pescado casi sin procesamiento y el procesamiento, lo hacen las empresas argentinas que tienen capitales extranjeros, no en la Argentina, sino en sus países porque la mano de obra es más barata, hay que imaginarse liberar todo eso”, explicó.

Entendió que “nosotros tenemos que ir al camino contrario. Al recurso nuestro, que es un commodity, le tenemos que dar valor agregado, tenemos que exportar productos de calidad vinculados a la pesca. Hoy el 90% de lo que pesca en el mar argentino se exporta. Entonces, lo que vamos a hacer, si este proyecto sale, que por Dios yo voy a hacer hasta lo imposible para que no salga, porque de otro modo vamos a liberar que estos 400 o 500 barcos que están acá pescando en el Mar Argentino, legalicen esa pesca ilegal y se lleven la pesca de la Argentina”.

Negó rotundamente que la Argentina vaya a cobrar algo de esta pesca ilegal si se aprueba el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo Nacional al Congreso.

“Argentina no cobrará nada porque hoy la pesca ilegal, entre comillas, está en las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva. El Derecho del Mar dice que dentro de las 12 millas más cercanas a la costa, que es el mar territorial, son las 12 millas, los barcos pueden navegar, pero solamente pueden hacer algo que se llama ‘paso inocente’. Pueden pasar por ahí los barcos que no son argentinos. El paso inocente incluye que el barco pueda fondear, pueda tirar un ancla por alguna cuestión. Pero nada más que eso, porque eso se considera como aguas argentinas, similar a que si fuera tierra argentina. Después tiene otras 12 millas más, que se llama zona contigua, donde los barcos pueden hacer otras cosas. Y después tiene estas 200 millas de Zona Económica Exclusiva donde solamente la Argentina puede otorgar permiso de pesca”.

Sobre esta cuestión explicó que “la Argentina otorga permiso de pesca en estas 200 millas basado en estudios de cuáles son las biomasas que tiene, qué recursos tiene. No es que la Argentina da permiso de pesca a mansalva; es decir, que cualquiera pesque, porque si alguien pesca más de lo que el recurso te permite, pero no es inagotable, es renovable, pero se agota. Entonces, como ejemplo, si Argentina tiene 100 pescados estimados, puede dar o 5 permisos de pesca de 20 a cada uno, o 2 de 50, o 10 de 10, pero no puede dar nada más a eso, porque lo que se renueva en las biomasas son 100 pescados por año. Esto lo estudia el INIDEP, que está siguiendo el tema. Hay lugares en la Argentina que son zonas de veda, donde no se puede pescar. Hay lugares riquísimos en la Argentina de generación de recursos, como el Banco Burdwood. Todo lo que están pescando en forma ilegal es de las 200 para afuera de un mar libre, por lo tanto, ilegal entre comillas. ¿Por qué es ilegal? Porque la Argentina también está reclamando afuera de esa 200 millas sobre la pesca, y porque a veces, el control no es permanente, porque la Prefectura tiene 5 barcos y a pesar de esto la verdad que hacen un control espectacular en las 200 millas, donde la Armada también participa y hay que recordar que la Prefectura ha hundido barcos chinos, tirándole cañonazos, entonces, no es que no hay control, pero a veces, estos barcos se meten en las 190, si hay cardúmenes en las 190 millas”

Aquí se preguntó ¿por qué están pescando en las 200 millas? Y respondió que “sobre la Zona Económica Exclusiva, hay un estudio responsable de cuál es el recurso que es de Argentina, cómo se renueva, cuánto se puede pescar, y en función de eso, Argentina da los permisos de pesca. Obviamente que si se habilita, como ahora se pretende habilitar este proyecto, -que creo que eso no va a pasar-, no será necesario exportar desde un puerto argentino, podrían exportar desde un trasbordo, una vez que la Argentina les habilite, o desde las Malvinas, pero ¿cómo se sabría cuántas toneladas pescaron esos barcos y cuánto se tendría que tener un control? Es un disparate la ley”, afirmó.

“La pesca tiene dos formas, una se llama pesca selectiva, donde alguien puede pescar solamente una especie, ¿cómo pescarías una especie? El calamar se pesca solamente una especie, hay un arte de pesca que se llama pota, que el calamar se prende de esa pota y solamente pesca calamares, no corvina, pescadilla, pulpo, solamente pesca calamares, y eso se llama selectivo. Hay otra pesca selectiva que es con anzuelos, por ejemplo la merluza negra se saca con anzuelos, ese sistema se llama palangre, obviamente los barcos tienen tecnología, pero cuando terminó la Segunda Guerra Mundial toda la tecnología de la guerra se llevó a la pesca, toda la tecnología de los barcos de guerra para detectar submarinos se llevó a la pesca, entonces hoy esos barcos que pescan merluza negra tiran cinco o seis líneas de cuatro mil anzuelos cada una, pasan por una máquina que las encarna con calamar, pero el pez no tiene el tamaño para comer ese anzuelo, el pez más chico no lo pesca; entonces también ese sistema es selectivo. El problema lo tienen los buques con las redes de arrastre, porque en ese sistema de arrastre no solamente pesca la especie que se quiere pescar, sino que pesca un montón de otras especies que no las utilizan y que se la termina desperdiciando y eso genera un impacto ecológico importante y que la pesca siempre está trabajando en ese tema, por eso se establece zonas donde eso se pueda hacer, otras no”, explicó.

Agregó que “eso es en las 200 millas, eso está estudiado, la Argentina su recurso lo tiene estudiado, nosotros no queremos que esos barcos pesquen porque como dije, a veces se meten, pero además a ver cómo funcionan, esos barcos están permanentemente pescando ahí, viene un barco más grande, que se llama Reefer, o un barco frigorífico, se lleva la pesca, les deja combustible, porque si no el barco no podría ir, el barco pesquero no podría seguir funcionando, les deja agua, les deja los insumos, les deja las cajas de cartón y se llevan la pesca, pero ahí los barcos están 6 meses pescando, sin moverse”.

“Esa es la pesca que hay que combatirla, me parece que hasta diría es un recurso, un reclamo desde el punto de vista internacional, yo me he juntado con gente de otros países planteando este tema para que todos estos barcos tengan lo que tienen los aviones y que ya lo tienen los barcos mercantes que es un transponder que emite una señal satelital que te permite detectar cuánto tiempo está el barco, en qué lugar, a qué velocidad navega, digo, hemos presentado algún proyecto vinculado con eso en el Plano Internacional de Control de Pesca como Parlamento Argentina, digo, pero eso no tiene nada que ver con esto y esto de alguna manera legalizaría eso, porque vos sí podés vender un arte de pesca, vos podés vender, vos vas a subsidiar una cuota de captura, vos sabes lo que vas a recobrar ahí, cero, nada, y te van a quedar empresas de 500, 600 trabajadores por empresa si trabajo y vas a dilapidar tus recursos, pero cuando el mundo está yendo en otro sentido, cuando el mundo está yendo a 180 grados es lo que vos estás haciendo, entonces yo creo que hay que ayudar al presidente, pero la forma mía de ayudarlo es decirle: Presidente, acá está equivocado, esto está mal, tráigame al experto que hizo esto y discutámoslo, debatámoslo y que explique qué corno quiso poner acá, porque lo que yo interpreto, quiso poner acá es un disparate”, fustigó.

 

“El debate será fructífero y muy necesario”

 

“Tengo 64 años y hay un filósofo que dijo que el ser humano necesita 2 años para aprender a hablar y 60 para aprender a escuchar. Si hay algo que ya aprendí es a escuchar. Entonces yo no tengo ningún problema en escuchar. Y me gusta el debate y yo quiero mi país y quiero mi provincia y lo hago como un aporte. No lo hago ni porque yo soy el dueño de la verdad, no. Es absolutamente un aporte al debate, me parece que vamos a estrellarnos contra la pared a 200 kilómetros por hora y después estas cosas nos vienen más atrás. Yo ya lo viví en la década del 90. Acá un barco que venía extranjero pasaba a ser barco argentino con una inversión mínima en la Argentina. Te traían el barco, se exportaba desde Puerto Patagónico y se cobraba un reembolso del 19%, 12% desde Puerto Patagónico y 7% desde Australia. El barco exportaba por 2.800.000 dólares, 1.100 en el área de Surimi y el Estado nacional le pagaba un reembolso de 550.000 dólares con un cheque del Banco Nación cuando armar esa expedición para la pesca costaba 700.000 dólares. Así que Mondino puede saber mucho de política internacional, pero digo que tendremos que debatir este proyecto. Yo respeto mucho con quien hicieron este proyecto y ojalá ese debate sea fructífero porque será bueno para la Argentina que se tome la mejor postura”.

 

Un paro ideológico

 

Héctor ‘Tito’ Stefani compartió que no le gusta generalizar y observó que “hay más de 3.000 gremios en la Argentina y creo que son 300 los que están agrupados en la Confederación General de Trabajo. Hay gremios que están esperando y que están estudiando y hay otros que tienen una postura tomada claramente política e ideológica. Es imposible que a un presidente que hace 18 días que asumió le quieran hacer un paro general y a Alberto Fernández, que fue el que nos trajo hasta esta catástrofe que vive la Argentina, no le hicieran ninguno. La verdad es que el nivel de hipocresía que tenemos los argentinos es impresionante. Me parece que hay una parte de la Argentina que realmente tiene un nivel de hipocresía. Estamos en este lugar al borde de una hiperinflación por la política llevada adelante por el kirchnerismo durante los últimos 20 años. La presidencia de Alberto Fernández fue la peor que tuvo la Argentina; el nivel inflacionario en el que nos dejó como esta crisis financiera y económica que nos dejó este gobierno, que es terrible. Pero ahora resulta que la responsabilidad del presidente nuevo que hace 18 días que asumió. No es de mi partido político y la misma vocación de ayudar la tuve cuando vino (Alberto) Fernández a la Cámara el 1 de marzo y nos dijo: ‘nosotros vamos a terminar con la grieta, necesitamos el apoyo, necesitamos que nos ayuden’ con esa misma vocación, uno siempre al presidente eligió el pueblo argentino, lo trata de ayudar para que al país le vaya bien y trata de hacer lo que él dijo que iba a hacer”.

En este sentido entendió que “obviamente que es una postura política e ideológica este llamado al paro por parte de la CGT. Muchos de estos gremialistas son ‘sindigarcas’; son multimillonarios que representan a trabajadores pobres. Esos tipos son malcriados. Me parece que era obvio que le iban a hacer un paro general a Milei; a (Raúl) Alfonsín, (Saúl) Ubaldini le hizo 13 paros generales. Es de manual y nosotros sabíamos que esto iba a pasar, aunque un poco más temprano de lo que por ahí se pensaba que se podía hacer”.

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