El Tribunal de Juicio absolvió el pasado 27 de marzo a Reynaldo Cardozo de 61 años, acusado del delito de abuso sexual en concurso ideal con abuso sexual agravado y amenazas coactivas, en relación a una denuncia realizada por una exmarinera en el julio de año 2013. En agosto de 2021 un tribunal resolvió la absolución “por el beneficio de la duda”. Tras una larga espera, el Superior Tribunal de Justicia anuló ese fallo y ordeno la realización de una redición del proceso oral que obtuvo una nueva absolución, aunque con otros jueces. Ahora, Lucía, junto a la Dra. Sofía Barbisán, volvieron a casar el fallo, y en caso de no ser aceptado, recurrirán hasta la Corte Suprema de Justicia, a fin de que el caso, no quede impune.
Ushuaia. – Lucía, es el nombre ficticio de la mujer que denunció hace más de diez años un abuso sexual mientras se desempeñaba como marinera dentro de la Base Naval Ushuaia. En diálogo con Radio Provincia habló públicamente por primera vez en compañía de su abogada, la Dra. Sofía Barbisán, luego de que el único acusado, Reynaldo Cardozo, fuera absuelto por segunda vez “por el beneficio de la duda”.
“El caso tuvo dos juicios, y en el segundo, nuevamente se lo absuelve. Es muy triste, son muchos años de lucha y de revictimización por parte de la justicia fueguina”, expresó Lucía mientras lloraba.
Lucía junto a su abogada acudirán nuevamente, ante el Superior Tribunal de Justicia, luego de hacer la presentación ante el Tribunal de Juicio del Distrito Judicial Sur del recurso de casación, ya que consideran que persisten graves fallas en el abordaje judicial del caso
“Estamos esperando que lo acepten y lo eleven al Superior Tribunal. Si lo rechazan, presentaremos un recurso de queja. Luego evaluaremos avanzar hacia la Corte Suprema”, detalló.
La abogada recordó que el primer juicio fue anulado justamente por falta de perspectiva de género, según lo determinado por el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego. “En este segundo fallo hubo avances, como evitar descalificar a la víctima, pero no se valoraron en su conjunto los indicios que surgieron en el debate. Se trata de un delito que ocurre sin testigos, por lo tanto, el análisis de cada testimonio, de cada indicio, debe ser integral”, sostuvo Barbisán.
Por su parte, Lucía, visiblemente conmovida, relató que volvió a declarar en el segundo juicio a pesar de haber solicitado que se considerara su testimonio anterior por no encontrarse en condiciones emocionales. “Fue muy duro. Pensé que era la última vez que iba a hablar”, indicó.
Consultada sobre el rol de las instituciones, Barbisán sostuvo que los organismos de derechos humanos han acompañado a Lucía de manera informal, pero sin ser convocados al proceso. En cuanto a la Armada, señaló que se inició un sumario administrativo interno que terminó descartando la denuncia.
“Ese sumario fue aportado como prueba, pero no sabemos cómo se hizo la investigación. Muchas veces los que investigan y arman los informes son los mismos que conviven jerárquicamente en el sistema militar”, advirtió.
“La justicia debe dejar de decir que tiene perspectiva de género y empezar a aplicarla de verdad”, sostuvo la letrada.
En paralelo, Lucía sigue esperando justicia: “No quiero que esto quede en la nada. No quiero más impunidad”, aseguró.
Su caso, marcado por el tiempo, el dolor y la resistencia, ahora tendrá un nuevo capítulo en la más alta instancia judicial del país.