“Todo esto apunta a la competitividad”

El contador Ramón Gallardo analizó los anuncios del vocero presidencial Manuel Adorni sobre la eliminación de aranceles de importación para celulares y la baja de impuestos internos, y señaló que todo apunta a la competitividad. Respecto de los impuestos internos, dijo que el efecto es “neutro”, porque se va a seguir manteniendo una diferencia de nueve puntos con Buenos Aires. Remarcó que la baja de impuestos es un reclamo que viene realizando la Unión Industrial Argentina y destacó que el gobierno nacional lo puede hacer porque “tiene sus cuentas en orden”. La baja de aranceles va a impactar en la coparticipación a las provincias, que deberán también poner en orden sus cuentas. En el marco de la libre importación, planteó que se podrían comprar directamente los celulares a Tierra del Fuego por el sistema courier, “lo que aumentaría enormemente la producción”. 

Río Grande.- El contador Ramón Gallardo analizó los alcances del anuncio realizado por el vocero Manuel Adorni, sobre la eliminación de aranceles de importación y dijo que “todo esto apunta a la competitividad. Acá hay tres medidas, la primera tiene que ver con una eliminación de los derechos de importación que afecta a los celulares. Hoy se paga un 16%, cuando salga el decreto se va a bajar al 8% y el 15 de enero de 2026 se va a eliminar el 8% restante. Además, se tocan impuestos internos, que a nosotros no nos afectan, porque se aplican a aire acondicionado, televisores y celulares y nosotros tenemos un diferencial con Buenos Aires. En Buenos Aires se pagaba un 19% y nosotros un 9.5%; y ahora Buenos Aires va a pagar un 9.5% y nosotros el 0%”, detalló al programa ‘Buscando el Equilibrio’  por Radio Provincia. 

“Si yo compraba un televisor a México y lo tenía que traer, pagaba un 19%, ahora si lo llevaba desde Tierra del Fuego pagaba un 9.5%. Tenemos una diferencia de un 50% con Buenos Aires y esa diferencia sigue estando”, sostuvo. 

Recordó que “el CEO de Mirgor, José Luis Alonso, dijo que un celular Samsung S25 cuesta 900 dólares en Estados Unidos y de Tierra del Fuego sale a 980 dólares, lo que es competitivo con Estados Unidos, pero al llegar al continente se va a 1.800 dólares y esa diferencia es consecuencia de la gran cantidad de impuestos nacionales, provinciales y municipales, que distorsionan el costo del producto. Además, dijo que tiene un diálogo fluido con el presidente Milei y que están reclamando una baja de los impuestos”. 

“El presidente siempre dijo que quería una Argentina como Tierra del Fuego y que bajen todos los impuestos y, si hablamos del capital de Mirgor, el 48% está en manos de Nicolás Caputo, el 22% lo tiene ANSES y el otro 30% pertenece a particulares. Es importante esto, porque si bien a nosotros nos asombra, creo que el sector empresario, como dio a entender Alonso, tiene charlas constantes con el gobierno nacional y lo que se busca es que los celulares sean competitivos”, consideró. 

“En su momento plantearon al gobierno que un 35% de los celulares que se venden en Argentina vienen del contrabando y una manera de afrontar eso es achicar los precios, de allí la rebaja de impuestos internos, que para nosotros es neutro”, apuntó.

Reconoció que a Tierra del Fuego le va a afectar la baja de los derechos de importación “y se cree que los precios de los celulares bajarían un 30%. Es importante tener en cuenta que va a existir el courier, que es la venta puerta a puerta, y sería una medida que beneficiaría a Tierra del Fuego, porque según las palabras del CEO Alonso, cualquiera podría comprar un celular a 980 dólares directamente a Tierra del Fuego, y la empresa no pierde con ese precio”. 

“Hay que apuntar a la competitividad y no es lógico que un 35% de los celulares entren de contrabando de Chile, Bolivia y Paraguay. Tampoco es lógico que un celular cueste 1.800 dólares por las cargas tributarias, que son impuestos distorsivos. Acá tenemos la tasa de verificación de procesos productivos y las empresas pagan el 1.80% de la producción que sacan, esto es todos los televisores, celulares, textiles, plásticos; el 1.5% lo pagan las pesqueras y el 1% la agroindustria. A nivel nacional se está buscando bajar los impuestos y esto se hace a consecuencia de que el gobierno nacional tiene superávit, porque el gobierno nacional deja de percibir el 16% de los derechos de importación. También deja de percibir por la baja de impuestos internos, y son impuestos coparticipables”, advirtió. 

“Los gobiernos provinciales y el nuestro también tendrían que poner su déficit en caja y bajar la tasa de verificación de procesos productivos al mínimo, para no distorsionar los precios de un celular o un aire acondicionado. En un estudio que hizo la Unión Industrial Argentina en 2022, analizó 30 países y la Argentina estaba en el puesto uno de presión fiscal, con un 50.7% de impuestos. Es decir que un producto se vende a 100 pesos, la mitad son impuestos. En China no existe Ingresos Brutos, sellado, impuesto al cheque o servicios de seguridad e higiene como el producto nacional, que tiene toda esa carga dentro de Argentina. Si se quiere exportar un producto a otro país, en el costo está el impuesto de sellos, Ingresos Brutos, tasa de verificación de procesos productivos, y son todos impuestos distorsivos, porque van directamente al costo y no se puede competir con otros países que no tienen estos impuestos. Esta es la gran discusión que tenemos desde la UIA, y estamos buscando que se baje la presión fiscal”, manifestó.

Remarcó que “esta medida la saca el Ministro de Economía, que tiene el 48% de las acciones de Mirgor. Hay un 35% de contrabando de celulares e inclusive habían dicho que la gente se tomaba un avión a Brasil para comprar un celular y salía ganando. No todo es válido. Yo integro la UIA y el peso sobre la estructura de costos de la carga tributaria es terrible, por eso que gobiernos como el de Tierra del Fuego deberían tener sus cuentas en orden y deberían ayudar a la competencia, bajando la tasa de verificación de procesos productivos o eliminándola directamente, o podrían bajar Ingresos Brutos. La nación puede bajar impuestos porque tiene las cosas en regla y acá no. No se hizo un puerto para bajar el costo logístico de los productos, para que sean competitivos y para que la misma gente los pueda consumir. Nadie va a comprar un celular a 1.800 dólares cuando lo puede traer por 900 dólares. Si las fábricas pueden vender el celular a 980 dólares directamente, la producción aumentaría enormemente. Ojalá el sistema de courier se concrete, para bien de la industria que todos queremos defender”, concluyó. 

 

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