Bahamonde estimó que, si hay baja de precios, va a ser el año que viene

El titular de la AREF analizó el alcance de los decretos publicados ayer y desmitificó algunos aspectos del discurso oficial sobre la reducción de precios como contrapartida a la eliminación de aranceles. De haber reducción, recién se podría apreciar el año que viene, porque hay stock de mercadería y el que importó no va a vender por debajo del costo. Barajó la posibilidad de que las empresas estén negociando paliativos, sobre todo la reducción a un arancel cero en enero del año próximo, como también la flexibilización de algunas limitaciones cuando se hacen operaciones con compañías vinculadas o cuando las empresas hacen venta en el continente a consumidor final, con un menor cómputo del crédito fiscal presunto. No dejó margen para que los industriales pidan una baja de impuestos provinciales, y explicó la escasa incidencia que tienen en el precio final.

Río Grande. – El titular de la AREF, contador Oscar Bahamonde, dialogó con FM La Isla sobre la primera lectura de los decretos publicados ayer y señaló que “de los primeros análisis, los decretos dicen lo que se informó de manera pública. Se habla de los aranceles y los impuestos internos y se modifica la posición arancelaria de los teléfonos, para establecerlos en el 8% y el 0% a partir de enero, como se había manifestado. Tenemos la reducción de impuestos internos que estaba en 19 y 9.5 para Tierra del Fuego y ahora dejaron el 9.5 y los de Tierra del Fuego quedaron en cero”, sintetizó. 

“El gobierno plantea que la principal consecuencia de esto debería ser que los precios bajen y por eso están tomando esta medida. Tenemos experiencias pasadas y sabemos que no ha sido tan lineal. Estiman una baja del 25 al 30% pero esto puede pasar el año que viene, porque mañana nadie va a encontrar una reducción. El que ya compró mercadería y tiene stock, ya pagó los impuestos”, subrayó. 

“La protección que tenía la industria fueguina se ve reducida y también se ve reducido el costo fiscal de Tierra del Fuego, de lo que tanto se queja la nación. Se deja de producir acá para importar, con la merma de los puestos laborales que tan importantes son para la provincia”, cuestionó.

Dado que se había expresado que el impacto iba a ser mayor en los celulares de gama media y baja, no así en los de gama alta, se le consultó sobre este tema y señaló que “esto lo tendrán que decir las empresas sobre cómo las afecta o no. Calculo que ha habido negociaciones entre el anuncio y la publicación, quizás hubo promesas de atenuar el impacto de enero de los aranceles. Por el lado de impuestos internos, se reduce para aire acondicionado y televisores y los precios deberían bajar. En eso no se vería tan perjudicada la industria y, si bajan los precios, habría más actividad”, estimó.

“El impacto parece menor porque la tasa de impuestos internos del 19 daba un 23.5 de tasa efectiva y ahora se reduce a 10.5. Antes tenían 13 puntos de diferencia con el producto importado y ahora van a tener 10.5 de diferencia en internos. Quizás en esas dos líneas no encontremos el problema y quizás se esté buscando modificar alguno de los decretos relacionados con el subrégimen”, consideró.

Recordó que “el subrégimen está amparado en muchos decretos, en cómputos de crédito fiscal presunto, liberación del IVA, dependiendo de cuál sea la modalidad de salida del producto de la isla. Hay limitaciones cuando se hacen operaciones con compañías vinculadas o cuando las empresas hacen venta en el continente a consumidor final, con un menor cómputo del crédito fiscal presunto. Quizás se está negociando liberar alguna de esas restricciones y esto hace que les cierre un poco más lo que antes veían de otra forma. No puedo hablar por las empresas y estoy tratando de imaginar qué otras variables se pueden llegar a tocar”, opinó, ante una atenuación de la alarma que se había prendido el martes 13 con el anuncio. 

 

Sin baja de impuestos

 

En cuanto al margen de negociación con la provincia, no descartó que haya un pedido de las empresas de una reducción de Ingresos Brutos o de la tasa de verificación de procesos productivos, y se adelantó a la negativa. “Será algo que plantearán y en estos últimos tiempos se habló mucho de la presión tributaria. Se dieron muchos ejemplos de cómo se llegaba al doble de un producto en el continente. Uno de los puntos que aclaramos son los impuestos que cobra la provincia. Siempre se habla de la tasa de verificación de procesos productivos y se cobra un 1.8% a las industrias, que pueden reducirlo por inversiones a un 10% este año y el año que viene es al 20%, por lo cual la tasa efectiva de 1.8% ya pasa al 1.62%. Ese porcentaje se aplica sobre el valor FOB de salida, no sobre el valor de venta. La incidencia que puede tener en el precio es menor al 1%”, aseguró.

“Cuando se habla de Ingresos Brutos, a veces se tira cualquier verdura por desconocimiento. Las industrias pagan el 1.5% y ese 1.5% no es íntegro hacia Tierra del Fuego, porque las empresas que tienen presencia en más de una provincia tributan por convenio multilateral. La base imponible se distribuye en función a los ingresos y los gastos del año anterior, en partes iguales”, detalló. 

“En Tierra del Fuego, la industria está dentro de los mayores coeficientes que pueda tener, pero si una empresa paga un millón de impuestos en Ingresos Brutos, 250 es lo que le corresponde a Tierra del Fuego. Si Tierra del Fuego fuera la única que reduce el impuesto de Ingresos Brutos a la fabricación, que hoy es del 1.5%, en definitiva, del total que pagan las empresas le sacarían 3 o 4 décimas de un punto. Esto tampoco incide en el precio final”, aseveró. 

“Algunos actores locales dicen que bajen los impuestos y también puede condicionar un posicionamiento político, pero es distinto si vamos a la parte técnica. También dicen que se les abre el mundo de las ventas, cuando las empresas ya vendían 5 ó 6 millones de celulares. No es que ahora mágicamente se van a encontrar con un mercado nuevo y se van a ampliar los ingresos. Las ventas se hacen en otra jurisdicción y la atribución de esa venta es al destino final del bien. Sólo una parte de la base imponible se tributa acá; y voy a desmitificar otra cosa: ahora se habla del IVA nacional, que nación de forma tan generosa quiere partir en dos, manteniendo el 9% de ellos. No es que nación dice que va a bajar algo, porque se queda con su parte”, concluyó. 

 

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