El subsecretario de pesca, Diego Marzioni, informó sobre el plan estratégico en el que viene trabajando el gobierno fueguino para el desarrollo de la acuicultura con la premisa del cuidado del medioambiente. Se están coordinando acciones con el CFI, que está haciendo relevamientos en la zona norte “para ver de qué manera podemos ubicar actividades acuícolas que se pueden desarrollar a corto, mediano y largo plazo”, dijo. El objetivo es aprovechar los recursos hídricos de lagos, lagunas y ríos, y las 130 millas de costa atlántica. Aseguró que este desarrollo no tiene que ver con las medidas que tomó el gobierno nacional con la electrónica, sino que se viene trabajando desde el 2020. El Canal de Beagle queda descartado para esta actividad.
Río Grande.- El Subsecretario de Coordinación Pesquera y Acuícola, Diego Marzioni, fue consultado por FM La Isla sobre el desarrollo de la acuicultura, a partir de la postura que expresó el gobernador, tendiente a rediscutir la prohibición de las salmoneras. “Antes que el cultivo de salmones yo prefiero hablar de acuicultura, que incluye salmonicultura, erizos, mejillones, algas, otro tipo de peces. El plan de desarrollo de la provincia habla de acuicultura con sus diferentes aspectos”, aclaró el funcionario.
“La provincia de Tierra del Fuego posee cerca de 600 kilómetros cuadrados entre lagos, ríos y lagunas, y unas 130 millas de costa de mar. Esto no quiere decir que todos los lugares son aptos para desarrollar la acuicultura y tenemos que ver de qué forma podemos darle uso y vida a esos 600 kilómetros de lagos, ríos y lagunas que tenemos. En las 130 millas de costa marina tenemos que ver también qué hacemos. Somos una isla con un entorno natural de excelencia, y eso es la base de la acuicultura. Si no cuidamos el entorno ambiental, no tenemos acuicultura”, sentenció.
Respecto de la rediscusión de la prohibición, recordó que “cuando se dictó la ley 1.355 era para ponerle un freno a una explotación de nuestros recursos hídricos en acuicultura intensiva e industrial y no se sabía de qué forma iban a llevar adelante los procesos. La ley salió por unanimidad y está referida a una forma de acuicultura que no queremos en la provincia”.
“Para que algo sea sostenible tiene que responder a tres vértices, el social, el ambiental y ser económicamente viable. Nosotros venimos trabajando en acuicultura desde que Gustavo Melella empezó su primer período de gobierno. Ni bien asumió, creó la Secretaría de Pesca y Acuicultura, que anteriormente era una dirección general. La pesca y la acuicultura van de la mano en la transformación de nuestros recursos naturales, siempre dentro de un esquema sostenible”, reiteró.
“Empezamos con el primer proyecto en 2021 y todo proceso lleva su tiempo. Recién este año empezamos a enviar mercadería de una manera trazable y razonable, tomando la experiencia de casi 50 años de lo que fue la acuicultura en la provincia. No es que la provincia está mirando la acuicultura en función de las medidas que tomó el gobierno nacional, sino que forma parte de la ampliación de la matriz productiva”, aseguró.
“Podemos hacer acuicultura en un contexto donde el ambiente sea el centro. Estamos todos de acuerdo que en el Canal de Beagle no se va a desarrollar la salmonicultura, porque nadie quiere alterar un esquema que viene definido con ciertas actividades. Se tiene que hacer un estudio ambiental previo, con todas las variables ambientales asociadas a un proyecto sostenible”, explicó.
“La acuicultura no es solamente transformar los recursos hídricos en peces grandes. Nosotros no vamos a entregar nuestros recursos hídricos, sino que queremos generar genética propia, conocimiento propio, y de ahí desarrollar un programa acuícola. No es poner granjas ni peces para que engorden, sino que queremos generar nuestra propia línea genética, con especies que ya están adaptadas a la provincia. Eso lleva un proceso de cinco a diez años”, estimó.
Lo cierto es que el modelo chileno está descartado. “Nosotros vamos a desarrollar la acuicultura en función del desarrollo. Ya hemos inaugurado un laboratorio con amplias capacidades, para hacer todas las investigaciones, los análisis, mantener estándares sanitarios y ambientales de excelencia. Además se va a generar la capacitación y formación de nuestros trabajadores y científicos, en función del desarrollo de la acuicultura a través de una mirada fueguina”, detalló.
“No vamos a desarrollar la acuicultura en un lago que esté en un parque nacional o en un área de reserva. No es el todo por el todo, por eso digo que la acuicultura en Tierra del Fuego se basa en la investigación, la capacitación, aplicada a la producción, a través de una conciencia fueguina. No estamos abriendo las puertas para que vengan a utilizar nuestros recursos hídricos de cualquier manera, sino que queremos entablar una discusión sobre qué queremos hacer con nuestros lagos y nuestra costa atlántica. Hay que hacerlo y no podemos prohibir por el solo hecho de prohibir, porque no compartimos la misma idea”, planteó.
Remarcó que “no van a venir a instalarse proyectos en la provincia que utilicen nuestra excelencia de nuestros recursos hídricos, porque el ambiente es fundamental para el futuro de la provincia. Llevamos adelante ya un proceso totalmente consolidado en miticultura, seguimos avanzando para ver si a esa miticultura de mejillones le podemos seguir sumando otro tipo de molusco, estamos invirtiendo fuertemente en el laboratorio para tener capacidad analítica propia y ver cómo va evolucionando la especie. Estamos comprando equipamiento por cerca de un millón de dólares para investigaciones y desarrollo en genética aplicada, estamos prontos a hacer el lanzamiento del centro de formación para actividades marítimas, estamos hablando de técnicos en acuicultura, en redería, en carpintería naval, pesca artesanal, recolección de algas. A través de un plan estratégico queremos poner en valor la estación de piscicultura que tenemos en Ushuaia”, enumeró de los proyectos en marcha.
“Estamos avanzando, y no es por las medidas que tomó el gobierno nacional que la provincia viene pensando en acuicultura. Los que recurren a ese argumento es porque no se han interiorizado o han querido hacer oídos sordos a lo que viene haciendo la provincia. Desde el 2023 venimos haciendo presentaciones junto con el Banco Mundial, de una acuicultura sostenible y de vanguardia, dentro de parámetros ambientales que hay que sostener”, apuntó.
Desarrollo en zona norte
Consultado sobre la posibilidad de desarrollar esta actividad en la zona norte, consideró que las condiciones son ideales. “La zona norte tiene un horizonte muy amplio y beneficioso para el desarrollo de la acuicultura. Tiene servicios, energía, recursos hídricos, costa atlántica y en Río Grande queremos volver a poner en valor viejos cultivos de mejillones. Estamos tratando de identificar zonas y en el norte se puede desarrollar el cultivo de algas de manera artificial, también algún tipo de salmonicultura en la costa marina. El horizonte es formidable y se suma el puerto para recibir servicios”, manifestó.
“La acuicultura no es solamente la cría de peces, porque genera actividades conexas asociadas, con ocupación de mano de obra”, destacó Marzioni.
“Las diferentes formas de cultivo forman parte del plan de desarrollo y estamos trabajando con el CFI, que está haciendo relevamientos en la zona norte para ver de qué manera podemos ubicar qué actividades acuícolas se pueden desarrollar a corto, mediano y largo plazo. Estamos dando una mirada bien federal dentro de la provincia de Tierra del Fuego y esto es lo que nos pidió el gobernador para desarrollar la pesca y la acuicultura”, señaló.
“Constantemente hay contacto y hay programas de acompañamiento a los pescadores artesanales que quedaron truncos. El gobernador está viendo cómo podemos volver a tener un programa que incluya todo esto que no pudimos hacer desde fines del 2023. No es cambiar la electrónica por la acuicultura, sino que la actividad sea un complemento”, concluyó.
