La intensa niebla que afecta a la ciudad desde el viernes pasado provocó la suspensión de vuelos comerciales, dejando a decenas de pasajeros varados sin una solución clara por parte de Aerolíneas Argentinas. La única alternativa ofrecida por la empresa es embarcar desde Ushuaia, aunque los costos de traslado entre ambas ciudades deben ser afrontados por los propios viajeros.
Río Grande.- La situación genera malestar y desamparo, especialmente entre quienes se encuentran lejos de casa y con compromisos laborales o familiares. «Vine a trabajar a Río Grande, tenía que volver el domingo, pero me ofrecieron vuelo recién desde Ushuaia. Y los traslados corren por mi cuenta. Es una catástrofe», relató un pasajero oriundo de Buenos Aires que ahora corre el riesgo de perder el Día del Padre con su familia.
Desde Aerolíneas Argentinas argumentan que las cancelaciones obedecen a “condiciones climáticas ajenas a la empresa”, y por tanto no están obligados a cubrir traslados ni ofrecer alternativas con cargo.
Los vuelos comerciales de la ciudad suelen verse afectados por condiciones meteorológicas extremas, como la niebla baja y persistente. Sin embargo, los usuarios reclaman una mayor previsión y contención, especialmente cuando el aislamiento se prolonga por varios días.
“Muchos días, mucho gasto. No nos ofrecen ni transporte ni alojamiento. Estamos solos”, expresó otra pasajera que lleva días esperando una reprogramación viable.
Niebla, neblina y bruma: cuál es la diferencia, según el Servicio Meteorológico Nacional
Una capa de niebla cubre la Río Grande hace casi una semana afectando los vuelos que llegan a la ciudad. Si bien niebla y neblina son términos que se usan indistintamente, tienen características que los diferencian, ¿cuáles son?
Una capa de niebla cubre la Río Grande hace casi una semana afectando los vuelos que llegan a la ciudad. Si bien niebla y neblina son términos que se usan indistintamente, tienen características que los diferencian, ¿cuáles son?
Ambos fenómenos reflejan la suspensión de pequeñas gotas de agua en la atmósfera, de un tamaño entre 50 y 200 micrómetros de diámetro, que reducen la visibilidad horizontal a una distancia de un kilómetro o más.
El proceso de formación es similar a como se forman las nubes, la diferencia es que estas se quedan estancadas en la superficie, limitando la visibilidad.
La única diferencia entre neblina y niebla es la intensidad de las partículas, que se expresa en términos de visibilidad: si el fenómeno da una visión de 1.000 metros o menor, es considerado como niebla; y si permite ver a más de 1.000 metros, el fenómeno es considerado como neblina.
Tipos de neblina y su formación
Neblina de radiación: es cuando el suelo está más frío que el ambiente. Generalmente, pasa en las noches al enfriarse el suelo por la pérdida de calor del sol. El aire en el nivel más cercano al suelo se enfría y con la humedad se forman estas gotas suspendidas en la atmósfera. La falta de viento y tiempo con cielo despejado permite que las temperaturas nocturnas descienden, algo esencial.
Neblina por advección: se forma cuando el ambiente está húmedo y llega una masa de aire frío o si llega humedad sobre una zona que esté fría. Este tipo de niebla es más común durante el día y suele suceder cerca de zonas marítimas.
Neblina orográfica: se forma cuando el aire húmedo asciende por la ladera de una montaña, se condensa al alcanzar un nivel y por lo general cubre la cima. Otra forma que se puede desarrollar la neblina orográfica es al descender aire frío de una montaña y así condensar la humedad en el valle. Este último tipo de formación suele ser mucho más amplio. La niebla es más densa y obstruye la visibilidad, tiene mayor contenido de humedad y sus gotas, suspendidas en la atmósfera, suelen ser más grandes que las de la neblina.
¿Qué es la bruma?
La bruma es un tipo de neblina o niebla, pero lo que la diferencia está en su contenido: no solo está compuesta de agua, también tiene otras partículas suspendidas. Además, la bruma se produce sobre el mar, así que lo que reduce la visibilidad en las rutas y autopistas nunca será bruma.