El titular de la Clínica San Jorge, Dr. Carlos Sánchez Posleman, explicó que los servicios siguen cortados para los afiliados de la OSEF, que tendrán que recurrir al hospital Ushuaia o al Hospital Naval. Solamente se están atendiendo las urgencias con riesgo de vida y los pacientes oncológicos, que no puede cortar su tratamiento. Cuestionó a los 15 legisladores que “levantaron la mano” para aprobar una ley que es como “una curita”, porque no resuelve el problema de fondo, y apuntó particularmente contra el SUTEF por trabajar el aumento de aportes. Aseguró que muchos jubilados están dispuestos a aportar más, para garantizar que no se pierdan las prestaciones.
Río Grande. – El titular de la clínica San Jorge, Carlos Sánchez Posleman, dijo que desde la semana pasada no ha tenido novedades de la obra social para ver si va a cumplir o no con el convenio, a fin de volver a dar las prestaciones a los afiliados.
El servicio sigue cortado y, para atenderse, hay que pagar en forma particular, salvo emergencias con riesgo de vida y pacientes oncológicos.
“El jueves pasado hicimos una propuesta formal, que es muy sencilla, porque se trata del cumplimiento del contrato que hemos firmado hace años, que se basa en el aumento de los salarios, tanto del empleado público como del empleado de ATSA. Por falta de presupuesto según ellos, no lo han podido cumplir”, dijo por Radio Provincia.
“El 100% de los aumentos de los sueldos de los empleados públicos fue inferior a lo que nos tenían que aumentar a nosotros y se supone que el presupuesto nunca se tendría que haber desfasado. Lo que ocurre es que el aumento desmedido de la industria farmacéutica, de otros insumos y de los prestadores de Buenos Aires, hizo que los prestadores locales tuviéramos que renunciar a nuestro contrato”, explicó.
“Esto se transformó en algo insostenible y lo único que estamos pidiendo es que se nos reconozca el valor que corresponde según el contrato. Tendrán que hacer las cuentas suficientes para determinar el porcentaje. Sé lo que aumentaron los sueldos de los empleados nuestros, pero no tengo ni idea de dónde sacar la información del escalafón seco, porque hay muchas cosas que se agregan por bonos y que no impactan en el salario”, señaló, sin poder cuantificar la deuda por este concepto.
De parte del gobierno no hay una propuesta concreta. “Tuvimos una respuesta verbal que no aceptamos porque fue insuficiente, por eso no se atiende al afiliado que va a la clínica hoy, a excepción de pacientes que no pueden dejarse sin atender, como el paciente oncológico. El fin de semana hemos recibido un paciente que no podía pagar y tenía una complejidad quirúrgica, el hospital no estaba en condiciones de hacerlo, tenían que evacuarlo y, para que no lo evacúen, lo recibimos nosotros para resolverle el problema y darle la atención”, dijo.
“Todo lo que sea emergencias, urgencias, riesgo de vida y pacientes oncológicos lo estamos atendiendo, pero estamos sin contrato y se debe dar una charla posterior de cómo se cobra. Es una decisión política de la institución no dejar de lado esos pacientes”, subrayó.
Así las cosas, lo que se pueda postergar “tendrán que esperar” o los afiliados tendrán que recurrir “al sistema público o al hospital naval, con sus médicos que trabajan para OSECAC, Gastronómicos y UOM. Si bien no hay la oferta que tiene Río Grande, hay una oferta que tiene que tratar de satisfacer la demanda”, señaló.
Pese al anuncio del corte de servicios, “desde el jueves a la tarde hasta hoy no hemos tenido comunicación formal ni reunión con una propuesta alternativa a la que nosotros habíamos presentado. Yo estoy abierto al diálogo y no sé si estarán buscando la propuesta adecuada en OSEF. Son temerosos de dar una respuesta a un reclamo que vengo haciendo desde el 10 de febrero”, consideró.
Críticas a los legisladores
El profesional cuestionó a los 15 legisladores que levantaron la mano para aprobar una ley que no resuelve el problema de fondo. “La ley no es una solución definitiva, es apenas una curita que le ponen al sistema. Parece ser que atender mi reclamo es mal visto. Yo hago mi trabajo desde hace muchos años y creo que cobrar lo que a uno le corresponde según el contrato firmado, es lo legal”, planteó.
“El problema no es tanto la deuda, el problema es que no se respetaron las actualizaciones correspondientes, que eran según los aumentos de los sueldos de los empleados públicos y de los empleados de sanatorios. Ni siquiera he discutido cuánto me tenían que aumentar, la discusión pasa por la parte gremial, que discute los sueldos. Como las obras sociales se nutren de los sueldos, yo estaba atado a esa discusión, pero no soy yo el que impone esa normativa”, advirtió.
“El presupuesto de la obra social se fue quedando corto porque tuvo otros gastos que no puede medir, como el tema de medicamentos, de las prótesis, de los prestadores de Buenos Aires que imponen sus valores y la obra social no puede resistirse. Si quieren tener el hospital Italiano, el hospital Británico o el sanatorio Güemes, tienen que pagar lo que ellos piden. Todo este desfinanciamiento de la obra social, por falta de recursos, por cosas de gestión que habría que mejorar, hace que el sistema lo hayamos bancado durante todo este año tanto el sector público como el sector privado. Llega un momento en que uno no puede más, lo empieza a hablar, después lo empieza a escribir, y lo que uno escribe hay que cumplirlo”, sentenció.
Parafraseando a los docentes, definió la medida de la clínica como una “desobligación”. “Hoy estamos en desobligaciones, como es la normativa del sector docente, porque los que manejan el directorio son el SUTEF y, como ellos cuando hacen su reclamo ya no hacen más paros, sino que son desobligaciones, por eso utilizo el término de que estamos en desobligaciones”, ironizó.
Afirmó que “ellos son los responsables, independientemente de los políticos de turno. Los que están elegidos por los afiliados son los representantes gremiales, que tampoco acusan recibo de nada, salvo cuando tienen intereses particulares. El señor Catena y su gente creen que uno habla pero no cumple con su palabra. Yo vine avisando y no estoy cerrado al diálogo, pero mientras no haya un avance, me comprometo a cubrir la urgencia y la emergencia y a los oncológicos. El resto tendrá que ir a buscar la atención a otro lado, o pagar. Hay formas de pago con tarjeta y con todos los medios de pago, después tendrán que reclamarle a la obra social”, expuso como salida, si bien la obra social no está haciendo reintegros o pueden demorar más de un año.
Remarcó que las condiciones que no se han cumplido son las que fueron convenidas. “Somos un prestador convenido que tiene su convenio caído, pero somos prestadores de la red hace muchos años. El hecho de que atendamos urgencias y pacientes oncológicos mantiene una relación contractual, porque también escuché decir que la clínica no estaba contratada y que no podía reclamar”, sostuvo.
“Lo más importante de todo es que el discurso que se hizo de no tocarle los aportes a los afiliados y a los jubilados para defender el sueldo de los trabajadores es una mentira, porque a la gente que está enferma el sueldo no le alcanza si no se mantiene el sistema solidario. Lo he vivido este fin de semana con mucha gente que no tiene recursos y que hemos tenido que atender sin cobrarles nada, porque no les alcanza y están realmente enfermos. Es gente que viene a vernos a nosotros desde hace muchos años, golpean la puerta de mi casa y uno los atiende. Pero este discurso de muchos de decir que están defendiendo el sueldo de los trabajadores, es una falacia, porque la salud es parte del sueldo. Todos nos enfermamos y sabemos que en algún momento vamos a necesitar de un sistema de salud. Si no lo sostenemos y no tenemos plata, no podemos resolver el problema”, aseveró.
Finalmente dio cuenta de la voluntad de muchos jubilados de aportar más, para no perder las prestaciones. “Me extraña que la gente que habla de defender a los más vulnerables, como son la gente enferma, independientemente de la edad que tengan, no piense en ellos. Yo sé que hay pacientes oncológicos que están dispuestos a pagar más por aportes, porque saben la enfermedad que tienen y lo costoso que sale atenderse. No han sido escuchados y han sido silenciados. Acá el único que habla de eso soy yo y esta gente que levanta la bandera de defensa del trabajador y de los más necesitados, se olvida de un cúmulo de gente vulnerable que está enferma. Son muchos y hoy peligra su cobertura de salud no solamente por la clínica San Jorge”, alertó.
“Hoy somos nosotros los que estamos visualizando el reclamo, pero el sistema está quebrado y hay que resolverlo, porque pronto no van a poder cubrir ni siquiera los medicamentos. No sé si van a poder seguir cubriendo el 90% de medicamentos a los jubilados. Cuando los jubilados tengan que pagar el 70% o el 40%, la gente no va a tener un sistema alternativo donde recurrir, porque no va a tener los recursos necesarios. Esto es lo que realmente preocupa y me parece un acto de irresponsabilidad dilatar las decisiones. En esto entran los 15 legisladores que levantaron la mano, porque no estoy acusando a ninguno en particular”, expresó.
Teniendo en cuenta que la legisladora Myriam Martínez adelantó que se va a revisar esta ley con el tratamiento del presupuesto 2026, deslizó intereses electoralistas en esta definición de oficialistas y opositores en la Legislatura. “Es un reclamo a los 15 legisladores, porque tendrían que haber tratado este tema en profundidad y dar una solución adecuada ahora, en lugar de patear la pelota a octubre o noviembre”, concluyó.